La respuesta a la interrogante del título es, ¡nada! Sinceramente, me parece que topar con equipos absolutamente inferiores, puede provocar un relajamiento en los preseleccionados que, pudieran ser sorprendidos en unos días cuando enfrenten a novenas de gran calidad como China Taipei y Japón en un periplo que sí debe ser provechoso de cara al III Clásico Mundial.
Estoy seguro de que hubiera sido más útil continuar con los encuentros de Rojos y Azules, a puertas abiertas o cerradas, con transmisión televisiva y radial, o no, pero sometidos a una calidad de béisbol muy por encima de la que encontraron en Ciudad del Carmen, Campeche o Yucatán, donde les opusieron peloteros absolutamente inexpertos, novatos que apenas comienzan sus primeros pasos en los circuitos rentados de ese hermano país.
Es algo parecido a lo que ocurrió en los días previos al comienzo del II Clásico en el 2009, cuando el equipo cubano decidió “foguearse” frente a los Pericos de Puebla, de la Liga Mexicana, mientras que otros conjuntos, dígase África del Sur, Italia y Holanda, por citar solo tres, enfrentaban a novenas de Grandes Ligas que estaban en sus campos de preparación con vistas al comienzo de la temporada en abril.
En aquella oportunidad, como en esta, los equipos mexicanos utilizaron a sus novatos para probarlos frente a la reconocida calidad de los nuestros. Entonces, ¿Quiénes les sacaron provecho a estos enfrentamientos? Evidentemente los aztecas utilizaron estos topes para tener una evaluación justa de la forma de sus atletas menos experimentados.
Ni antes ni ahora, el enfrentamiento con peloteros inexpertos puede ayudar a la preparación de los jugadores cubanos de cara a un evento de tanta calidad como es el Clásico Mundial en su tercera edición. Por eso no creo que sirva para medir la forma de los atletas experimentados o aquellos más jóvenes que están en la pelea por ganarse un puesto en el equipo nacional.
Es todavía menos lógico que se haya viajado a México a pocos días de enfrentar una exigente gira por Asia, en la cual sí se puede hablar de fogueo para nuestros principales peloteros, la mayoría de quienes estarán, seguramente, en el ultradifícil III Clásico. El equipo va a encontrar un súbito aumento de la exigencia en busca de los objetivos trazados.
Me parece que, efectivamente, el béisbol cubano necesita fogueo, precisa de medir fuerzas, pero tiene que ser frente a rivales que estén, al menos, a nuestro nivel de calidad, aunque lo ideal es hacerlo con los que teóricamente, estén por encima, de manera que se ponga a prueba la capacidad integral de la pelota en la Isla.
Si usted quiere aprender, si se dispone a conseguir la elevación de su calidad, no puede bajar a planos inferiores, porque entonces lo que hace es servir de maestro a los que están comenzando. En otros términos, si nos estamos preparando para ir a la universidad no es posible encontrar ayuda en la enseñanza secundaria, hay que tratar de encontrarla entre los doctores. A buen entendedor, con estas palabras, basta.