domingo, octubre 29, 2006

¿Y ahora qué, señores mentirosos?

Los enemigos de la Revolución que lo son por añadidura de mi pueblo y de los hombres honestos del mundo; no escarmientan. En su impotencia y arrogancia confunden los deseos con la realidad para lanzar a la opinión pública falsas noticias acerca del agravamiento de la salud de nuestro Comandante en Jefe e incluso, con el anuncio de su fallecimiento.
Es evidente que le temen a pesar de que es el Presidente de un país pequeño, de escasos recursos naturales, pero dispuesto a defender su soberanía, su independencia y el derecho a vivir en las condiciones que más convengan a nuestras condiciones, siempre que el camino permita construir una sociedad justa, con todos y para el bien de todos como lo soñó el Héroe Nacional, José Martí.
Le temen a Fidel porque representa un ejemplo para el mundo de lo que puede lograr un pueblo cuando se decide a enfrentar la injusticia y la explotación, representada por el capitalismo salvaje, encabezado por una camarilla fascista dispuesta a establecer una especie de imperio mundial con sede en Washington.
Es por eso que desde los días en que Fidel enfermó y precisó de una intervención quirúrgica, los fascistas de Estados Unidos y, especialmente, los mafiosos gusanos de Miami, se revolvieron y, pobrecitos, comenzaron a celebrar el fin de la Revolución.
Una y otra vez, las fotos, los vídeos y, sobre todo, las entrevistas de Fidel con el querido presidente bolivariano Hugo Chávez, volvieron a quitarle el sueño a los enemigos del mundo. Muchísimas maletas que habían comenzado a arreglarse, volvieron a quedar olvidadas y, les aseguro, se van a cubrir de moho.
Bastó que pasaran unos días sin noticias oficiales sobre la evolución de la enfermedad del Comandante, para que regresaran las elucubraciones, las mentiras y un barrage de “declaraciones” e “informaciones fidedignas”. Unas aseguraban que tenía los días contados y otras que había muerto y se mantenía en secreto.
Menudo chasco. Este sábado 28 de octubre, Fidel enviaba un mensaje a su pueblo y al mundo con imágenes en las cuales se muestra en plena recuperación, con excelente estado de ánimo y aseguró que sigue trabajando por el bien no solo de Cuba, sino del mundo, amenazado por una catástrofe de consecuencias imprevisibles para los habitantes del Planeta.
Fidel está mejorando por día, se mantiene firme y consecuente al frente de su pueblo en la lucha por un mundo mejor, el cual estamos convencidos que es posible.
Los enemigos seguirán con el insomnio que les produce el ejemplo de Fidel, un mortal que, como todos los de nuestra especie; deberá desaparecer físicamente algún día, pero que vivirá eternamente en el corazón de millones de seres humanos de los cinco continentes. Los bandidos y mentirosos de hoy, de mañana y de siempre, vivirán con esa pesadilla. La obra y su prédica son inmortales.
De momento, nuestro querido Comandante en Jefe mejora, está de excelente ánimo y, como todos oyeron y vieron claramente, se despidió en su mensaje con un contundente ¡Patria o Muerte!
Nada que los embusteros y mal intencionados tendrán que morderse su lengua o mejor, y parafraseando a míster W, pueden alojarla en algún oscuro rincón del cuerpo.

Declaración de la Unión de Peeriodistas de Cuba

La prensa, el periodismo y los periodistas cubanos, como todos nuestros compatriotas, sufren los efectos del criminal bloqueo de Estados Unidos, intensificado de forma demencial por la administración Bush. Esa política no solo intenta matar de hambre y enfermedades a nuestro pueblo, sino impedirle, además, que conozca y difunda la verdad de Cuba y el mundo por sus propios medios.
A la guerra económica, comercial y financiera, se une un ataque mediático despiadado durante casi medio siglo. Alrededor de la Isla se ha montado un cerco de agresión radial y televisiva, mediante transmisiones subversivas de las mal llamadas Radio y TV Martí, propiedad del gobierno estadounidense, dirigidas a provocar un cambio en el sistema político cubano. Para tal fin, en el presupuesto federal de ese país se destinan decenas de millones de dólares cada año.
Para incrementar el envío forzoso de señales televisivas disponen de más de un avión; para la radio, por 30 frecuencias destinan cada semana contra nuestro país más de 2 200 horas de programación. Ese bombardeo de mentiras, manipulación y tergiversaciones, en el que se incluye la programación de emisoras de corte terrorista al servicio de los grupos extremistas radicados en la Florida, pisotea las regulaciones internacionales y envenena constantemente el espacio radio electrónico.
En ese clima enrarecido se desenvuelve cotidianamente el ejercicio del periodismo cubano, cuyo sector se ve perjudicado, además, porque se impide o encarece la obtención de equipamiento o insumos destinados al funcionamiento y desarrollo de la industria poligráfica, la radio y la televisión.El caso de Internet es muy ilustrativo. Cierre de mercado y precios elevados de los recursos tecnológicos, en medio del periodo especial, provocaron que los medios cubanos no tuviesen una activa y dinámica presencia en la red de redes hasta finales del pasado siglo. Conocida es la negativa de acceso a las aplicaciones informáticas y de software por parte de las compañías transnacionales norteamericanas, que dominan el mercado de estos productos y perjudican también nuestros medios de comunicación.Por idénticas razones, Cuba no ha podido, por otro lado, conectarse a Internet mediante un cable óptico submarino, obligándola a utilizar los satélites, que son más costosos y de limitada anchura de banda que hacen, además, más lento el servicio.A toda esa realidad se suman otras medidas del gobierno de Estados Unidos en la esfera de la comunicación, la información y el periodismo, que están contenidas en la Ley Helms-Burton y en el denominado Plan Bush para una supuesta transición en Cuba, cuyo anexo secreto hace suponer proyectos de agresión militar, y que no son más que instrumentos para la anexión y el regreso a un pasado, que en el caso de los medios implica la implementación de un modelo totalitario de prensa comercial, excluyente, basado en la dictadura del mercado, la concentración de la propiedad y el mercenarismo intelectual, alejados cada vez más de la ética, la verdad y los principios.
Es tal la desfachatez de ese tipo de medios, cuya reinstauración sueñan imponer a Cuba, que, con la firma de uno de los soplones disfrazados de periodistas pagados por el gobierno de EE.UU. y que la mafia anticubana de Miami ordenó volver a emplantillar, el Nuevo Herald acaba de anunciar nuevas acciones del clan Bush para perseguir y reprimir a ciudadanos que en territorio estadounidense violen la legislación del bloqueo, entre ellos los que comercien, envíen remesas o viajen a la Isla por terceros países.
Los periodistas cubanos, junto a todo el pueblo, expresan su repudio a esa política inmoral y genocida del gobierno de los Estados Unidos, y proclaman que toda acción imperial dirigida a obstaculizar o impedir el cumplimiento de nuestra función social de informar de manera veraz y precisa a nuestro pueblo y al mundo, está llamada al fracaso, pues no logrará sus objetivos, tal como ha ocurrido en los últimos 47 años.
Pedimos a las organizaciones periodísticas de América Latina y del mundo, y a los medios y periodistas honestos, que reclamen e investiguen el contenido del anexo secreto del Plan Bush y demanden de sus gobiernos el apoyo a la resolución presentada en la ONU que pide el cese inmediato del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, el cual ha ocasionado daños por más de 86 000 millones de dólares y causado sufrimientos y penurias al pueblo cubano.
Unión de Periodistas de Cuba19 de octubre del 2006

sábado, octubre 28, 2006

Camilo, eterna presencia

“Camilo fue el compañero de 100 batallas, el hombre de
confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el
luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un
instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa…”
Ernesto Che Guevara

No importan los años, que ya suman 47, los hombres de su estirpe estuvieron, están y estarán presentes eternamente en la obra de su pueblo y serán sempiterno estímulo en cada día de peligro y de lucha frente a los enemigos de la libertad y el derecho a vivir con dignidad. Camilo sigue aquí, en la primera línea de combate, haciendo honor a su condición de Señor de la Vanguardia.
Este 28 de octubre, como cada año, el litoral de nuestro Verde Caimán, al sur y al norte; en los ríos, arroyos y presas; emergerá con toda su belleza y significación histórica, el enorme jardín formado por los millones de flores, lanzadas en su honor por las manos y el corazón de un pueblo que ahora y siempre, será digno heredero de hombres como él.
Camilo es mito, leyenda y realidad. Sí, es una combinación de lo subjetivo y lo objetivo. Su pueblo, del cual salió para eternizarse, lo venera cómo ser humano, conocedor de sus hazañas militares, de su carácter campechano, de su eterna sonrisa debajo del inseparable sombrero alón; pero también recuerda las historias de sus propios enemigos, quienes le temían tanto que llegaron a crear un halo de misterio que lo hacía invencible en el combate.
Nacido el 6 de febrero de 1932 en el seno de una familia humilde y revolucionaria, radicada en la barriada capitalina de Lawton, Camilo mostró siempre un carácter rebelde, enemigo de la injusticia. En 1953, con solo 21 años, decidió viajar a Estados Unidos en busca de una supuesta bonanza económica, pero al chocar con la dura realidad de los emigrados en aquel país, regresó a la Patria convencido de que su deber era luchar por la verdadera libertad.
En 1954 se incorpora a la batalla de los estudiantes contra la dictadura de Batista y en 1955 es herido en una de las manifestaciones. Fichado por los cuerpos represivos tiene que regresar a Estados Unidos y en Nueva York conoce de los planes de Fidel; viaja a México y allá se convierte en el último de los 82 expedicionarios del Granma.
Desde ese momento, su recia estatura guerrillera lo encumbra en las grandes batallas de la Sierra y el llano; en la histórica invasión a occidente al frente de la columna dos, Antonio Maceo que, junto a la ocho, Ciro Redondo, al mando del Che, su amigo y compañero entrañable; dieran el tiro de gracia a la dictadura.
Su trabajo después del triunfo alcanzó una intensidad extraordinaria, hasta que en cumplimiento de la tarea de conjurar la traición de Húbert Matos en Camagüey, de regreso a La Habana el 28 de octubre, el avión Cessna 310-C que lo conducía, fue alcanzado por una tormenta y desapareció sin dejar rastro.
Tras la pérdida irreparable, Fidel dijo que Camilo había surgido del pueblo y que en el pueblo hay muchos Camilos, Y así es, el Héroe de Yaguajay se ha multiplicado y está junto a nosotros en las batallas de pensamiento y estará, como siempre en la primera trinchera, si los enemigos osan agredirnos.
El Comandante del Pueblo pronunció varios discursos como aquel último del 26 de octubre de 1959, cuando citó los versos de Bonifacio Byrne; pero hay una sentencia suya que no ha sido tan divulgada, la cual entraña su firme convicción acerca de los objetivos de lograr la plena libertad de Cuba. En ocasión de la detención del traidor Húbert Matos, le dijo:
“Esta Revolución es humanista, verdeolivo y tan cubana como las palmas; pero ten la seguridad de que si la solución de los problemas del pueblo, si la garantía del futuro fuera el comunismo, pues entonces yo seré comunista”.

lunes, octubre 23, 2006

En el borde delantero

En mi memoria parece como si fuera ayer. Fueron intensas jornadas en la que un pueblo entero se puso en pie de guerra, tras el anuncio de la ¡Alarma de Combate”, dictada por el Comandante en Jefe el 22 de octubre de 1962. Nunca estuvo tan cerca el inicio de una devastadora contienda nuclear, capaz de acabar con la existencia del universo entero.
La Crisis de Octubre, de los Misiles o del Caribe, o aquellos “días luminosos y tristes”, al decir del Che; pusieron a prueba la capacidad del pueblo cubano, dispuesto a defender al más alto precio, si era necesario, su derecho a construir la sociedad socialista.
Hacía aproximadamente 18 meses que se había declarado el carácter socialista de la Revolución y que el pueblo armado había destruido a la “famosa” brigada 2506, en las históricas batallas libradas en las arenas de Playa Girón y Playa Larga. El imperialismo sabía que aquí no come el miedo.
La Unión Soviética, de común acuerdo con Cuba, había instalado bases de misiles nucleares y el Gobierno de Estados Unidos decidió establecer un bloqueo naval y puso a sus tropas en zafarrancho de combate, al tiempo que exigía el desmantelamiento total e inmediato de los citados emplazamientos.
La dirección de la Revolución, encabezada por Fidel, no aceptó la posición de fuerza del poderoso Vecino del Norte y la respuesta fue rápida y contundente: Cuba entera se alzó como un solo hombre y “plantó bandera” en defensa de su soberanía.
Desde septiembre de ese año, yo estaba en La Habana, de alumno de la escuela nacional de administración Javier Rodríguez Barreto, del entonces Ministerio de Obras Públicas. Al conocerse la situación, cada uno de nosotros fue enviado a su respectiva unidad de combate de las Milicias Nacionales Revolucionarias.
En aquel entonces trabajaba en el tejar Rigoberto Pérez Leyva (Simpatía) ubicado en las cercanías del central Guillermón Moncada (Constancia A), del municipio de Abreus, perteneciente a la Empresa de Cerámica Roja, en Cienfuegos.
Al mediodía del 23 de octubre ya estaba en mi centro de trabajo e inmediatamente partí para la zona costera de Juraguá, cerca de donde se haría años después la central electronuclear. Allí estaban mis compañeros de la guarnición del tejar, como parte de las fuerzas desplegadas en el borde delantero, a escasos metros de la rocosa costa bañada por las tibias aguas de El Caribe.
Llovía mucho por aquellos días, las noticias reafirmaban la tensa situación y todos teníamos la convicción de que, en cualquier momento, habría que enfrentar y detener un posible desembarco por esta zona costera, relativamente cercana a la Bahía de Cochinos.
Mi compañía, al mando de un sargento de apellido Mantilla, cerraba la defensa del área asignada, hasta donde se encontraba un batallón de tanques soviéticos T-34. Desde el primer día se apreció que nuestros hombres no alcanzaban para cubrir el espacio y fue necesario crear una patrulla de ocho efectivos, la que recibió la misión de mantener la vigilancia, en recorridos durante toda la noche, en alrededor de mil metros que nos separaban de la unidad blindada.
El sargento Mantilla me llamó y me dijo: “Oriente, usted es integrante y jefe de esa patrulla, por lo tanto responde ante mi del cumplimiento de esa misión”. Me sentí muy honrado y dispuesto a validar la confianza que el jefe depositó en un miliciano que hacía apenas 15 días, había cumplido los 20 años.
Fue una experiencia tremenda, inolvidable. Bajo la lluvia constante, en la oscuridad de la noche, en lucha permanente contra el sueño y los mosquitos, cumplí la tarea al pie de la letra; siempre con la tensión propia del peligro real que nos acechaba; pero convencido de la justeza de la causa que defendía.
Durante 36 días esperamos por la posible acometida del enemigo. Al final, La Unión Soviética negoció con los yanquis y sin consultar a Cuba, decidió retirar los misiles, acción que lesionó la posición soberana del pueblo y su Revolución, e impidió que se pudiera exigir a Estados Unidos, la suspensión del bloqueo económico y financiero y la retirada de sus tropas de la ilegalmente ocupada base naval de Guantánamo.
Entonces comenzó la desmovilización y la reincorporación de los milicianos a sus actividades cotidianas. Largas caravanas recorrieron kilómetros en marcha triunfal; la nuestra, atravesó la zona de Juraguá y por la carretera hacia Constancia seguimos hasta Abreus y de allí a Cienfuegos; donde se efectuó un vibrante acto político en las inmediaciones del céntrico Parque José Martí, donde un mar de pueblo nos dio la bienvenida.
Pero, lo más emocionante, lo que llenó nuestros corazones de una alegría inmensa ante el deber cumplido, fue la presencia de miles de hombres y mujeres del pueblo, de todas las edades; que nos bañaron con miles y miles de flores multicolores. Recopilé varias e hice un ramo precioso, el cual entregué en Cienfuegos a una anciana que, con lágrimas en los ojos, me abrazó como a otros muchos de mis compañeros, al tiempo que daba vivas a la Revolución, a Fidel y al Socialismo.
Pasaron y pasarán muchos años, vendrán otras epopeyas, pero mientras viva sentiré el inmenso orgullo de haber ocupado un puesto en el borde delantero en aquel octubre glorioso de 1962. Hoy, en medio de la batalla de ideas que libramos contra el mismo enemigo, persistente y traidor; reafirmo la posición inclaudicable al lado del pueblo, de Fidel y del Partido Comunista de Cuba, en defensa de la sociedad más justa y humana que haya existido en el mundo jamás.

jueves, octubre 19, 2006

Mi hermano, el Cinco Picos

Este año tiene una significación especial para los cubanos de mi generación. Sí, porque estamos celebrando el aniversario 46 de la creación de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), la querida organización que posibilitó el protagonismo de quienes, adolescentes aún, cumplimos importantes tareas en los difíciles años en los cuales se consolidó la alborada gloriosa del Primero de Enero de 1959.
Este 21 de octubre, se cumplen 46 años de lo que se conoce en la historia de nuestro país como la integración del Movimiento Juvenil Cubano, cuando se fundieron con la AJR todas las organizaciones en las cuales se agrupaban los bisoños revolucionarios de todo el país, con el Comandante Joel Iglesias al frente.
Para ejemplificar la esencia humana y política de aquella gesta, les presento a un hombre que cumplirá 61 años el venidero 5 de noviembre y que desde el primer día de la victoria del pueblo, se empinó en sus apenas 13 años de edad para entregarse en cuerpo y alma al proceso emancipador, apoyado, sobre todo, en el ejemplo de sus padres, de su hogar. Es, por añadidura, la historia de cientos de miles de jóvenes cubanos que, todavía hoy, se mantienen firmes junto al Partido y a Fidel.
La AJR se fundó en 1960, aunque su génesis fue la aprobación del Reglamento Provisional por el Departamento de Instrucción del Ministerio de Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), en diciembre de 1959.
En un segundo momento, fue presentada como organización oficial de la juventud en el Movimiento 26 de Julio, por el Comandante Ernesto Che Guevara, el 28 de enero de 1960, fecha en que se conmemoraba el aniversario 107 del natalicio de José Martí.
El hombre de esta historia es mi hermano, tercero de los seis hijos de Juan Batista, obrero ferroviario y Fe Cruz Utra, ama de casa, y que responde al nombre de Francisco José Batista Cruz. Me acompañó en la fundación de aquella nueva fuerza, entonces de carácter masivo, con el objetivo de apoyar la Revolución naciente.
Rememoramos aquellos días en que se fundaron las Brigadas de Trabajo Revolucionario Camilo Cienfuegos y cuyos protagonistas se conocieron como los “Cinco Picos”, porque entre sus actividades fundamentales estaba ascender en cinco oportunidades al techo de Cuba, el Pico Real del Turquino. Él acababa de cumplir 15 años y yo, con 18, tenía el cargo de Responsable de Deportes de la AJR en el municipio de Victoria de Las Tunas, pero ambos deseábamos una plaza para subir a la Sierra.
“Recuerdo que debía buscarse una boleta que entregaban en la sede del Gobierno Municipal, donde hoy radica el Museo Provincial. Mi primo Leonardo Galiano y yo corrimos como nunca y tú no pudiste alcanzarnos; me sentí alegre porque lo conseguí, pero triste al saber que no me acompañarías.”
Así comenzó la trayectoria del entonces joven revolucionario tunero, quien nos narra a continuación una vida ejemplar que retrata de cuerpo entero, aquella generación de cubanos, la cual ayudó a cimentar el país que hoy emerge como paradigma mundial de libertad y justicia social.
¿Cómo fue la experiencia en la Sierra?
“Bueno, allí se vivía en campaña, por lo menos en los inicios. El campamento radicaba en Pino del Agua. La meta era subir cinco veces al Pico Turquino, pero yo lo hice en tres ocasiones con mi brigada Iván Rodríguez; después me incluyeron en un grupo al cual denominaron fuerza táctica que tuvo una vida efímera y posteriormente me incorporaron a la brigada Pedrito Valdés, de La Habana y con ella realice los dos ascensos que faltaban, además de otros tres, ya en función de guía.
“Después, hicimos la caminata hasta Pinares de Mayarí, donde realizamos labores de reforestación. Por cierto que mi primo Leonardo y yo, salimos de allí para Las Tunas sin permiso porque hacía ocho meses que no veíamos a la familia. Aquí nos sorprendió la invasión por Playa Girón y apoyamos la detención de los elementos desafectos a la Revolución, a quienes pusimos a buen recaudo”.
Cuando regresaron a Mayarí y en espera de una posible sanción por la indisciplina cometida, recibieron un buen sermón y debieron comprometerse a que no se repitiera el desatino. Después, partieron con el resto de sus compañeros hacia la escuela de artillería Granma, de Quiebra Hacha, Pinar del Río, donde se capacitaron. Mi entrevistado pasó a integrar la tripulación de la fragata Antonio Maceo, buque insignia de la Marina de Guerra Revolucionaria.
“Fue una etapa en la que aprendí mucho. Estuve también en un curso de radio-telegrafista en la fortaleza de El Morro y desde allí fui movilizado con motivo de la Crisis de Octubre en 1962, como jefe de una ametralladora 12,7 (cuatro bocas), de fabricación checoeslovaca.
“Como aprendí bien la transmisión de los mensajes de radio-telegrafía, pero era deficiente en cuanto a recepción, me enviaron para un curso de motoristas navales con vistas a servir en las unidades especiales rápidas de la Marina. Esos conocimientos me sirvieron para trabajar como primer maquinista de Lancha Torpedera Konsomol (LTK), inicialmente en la 96 y luego en la 121, bajo el mando del Alférez de Fragata Leonardo Rodríguez; donde permanecí hasta la desmovilización en 1965.”
Hay un episodio que Paquito no me cuenta, pero que es preciso que se conozca por su significación histórica y revolucionaria. El 31 de diciembre de 1964, la familia estaba reunida para esperar el nuevo aniversario del triunfo de enero y él era el único que faltaba. ¿Por qué? Pues esa medianoche cumplía la misión de interceptar lanchas enemigas que se suponía iban a intentar ataques contra puntos en la costa norte. Mientras acá se lanzaban voladores por el advenimiento de 1965, su LTK enfrentó a embarcaciones procedentes de la Florida, las cuales huyeron incendiadas. ¡Buena manera de celebrar la efeméride!
Tras su desmovilización en 1965, hizo de todo para ganar el sustento aquí en su querido terruño: “Trabajé en la construcción, picando piedra en la cantera de Las Parras y en las excavaciones para el acueducto y el alcantarillado, tareas todas muy duras, pero que contribuyeron a mi formación como hombre.”
Marchó a La Habana en busca de mejor suerte y trabajó de gastronómico en el Residencial del Mar, en Guanabo; aprendió el oficio y llegó a ser Capitán de Restaurante. Posteriormente ingresó en la fábrica de galletas Álbert Kuntz, de Guanabacoa, donde fue seleccionado joven ejemplar. Allí cedió su puesto para que lo ocupara una mujer y se integró a la Columna Juvenil Agropecuaria en Ciego de Ávila por dos años, en cuyo seno ganó la militancia de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
“Fue otro momento muy significativo en mi vida. Laboré en tareas manuales de la agricultura, de turbinero, pasé un curso de responsable de riego y uno superior en La Habana, donde me especialicé en el sistema por aspersión, tarea que desempeñé en la región de Morón, entonces provincia de Camagüey. En 1969 regresé a la casa y tras capacitarme, debuté de chofer del Ministerio de la Construcción (MICONS).”
En 1973 pasa a la Empresa de Ómnibus, primero en el servicio urbano y luego en las rutas de diferentes municipios. Allí alcanzó la militancia del Partido Comunista de Cuba y participó en 13 zafras de manera permanente, 10 de ellas de machetero y tres de estadístico, al presentar problemas lumbares.
También en ómnibus logró un galardón importante, cuando junto a su colega Rafael Ortiz (ya fallecido), integró el equipo de Las Tunas que logró el primer lugar en la competencia nacional de Destreza y Habilidad de Choferes, en 1984.
De su matrimonio con Eloína Álvarez Acosta, tiene dos hijos, Francisco Alexei, quien es técnico de recreación y Arnaldo Yuri, dibujante y cantante de un grupo musical de aficionados, este último nombrado así en homenaje al vuelo conjunto cubano-soviético realizado en 1980 por la tripulación que integraron Yuri Romanenko y Arnaldo Tamayo Méndez, quien también fue de aquellos jóvenes conocidos por “Cinco Picos”.
Sobre su retorno circunstancial a las tareas de la construcción dice:
“Estuve un tiempo prestando servicio como chofer en la escuela provincial del Partido Comunista de Cuba, pero necesitaba una vivienda y entonces la sección sindical de ómnibus me envío para la zona dos de las microbrigadas (organización creada para la edificación de viviendas para los trabajadores), en el reparto Santos, donde fui secretario general del núcleo del Partido.
“Allí permanecí tres años y medio hasta que me entregaron un apartamento y regresé a mi centro de trabajo; luego pasé a laborar de chofer del organismo de Atención al Sector Campesino, posteriormente me trasladé a Nuevitas, en la vecina provincia de Camagüey, y allá presté servicio en ómnibus durante seis meses, para regresar e incorporarme a la Empresa de Campismo Popular, en la cual me mantuve 17 años, hasta mi jubilación.”
En esta empresa Paquito tiene una historia laboral brillante de la cual, sin un ápice de vanagloria, se siente orgulloso:
“Es un centro que quiero mucho y al cual le entregué todo mi esfuerzo desde que comencé. Los resultados hablan por sí solos de las miles de horas voluntarias, no solo frente al timón, sino en el apoyo a otras tareas como la cocina de las diferentes bases de la provincia.
“Este esfuerzo ha tenido su recompensa, porque conquisté durante ocho años consecutivos la condición de Vanguardia Nacional. Además guardo con mucha satisfacción varias condecoraciones: Distintivo XX aniversario de la UJC, Distinciones 28 de Septiembre, de los CDR, Elpidio Sosa, del Sindicato de Hotelería y Turismo; la medalla Jesús Menéndez; las placas conmemorativas LX Aniversario de la CTC y XXX Aniversario de la caída en combate del Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara y múltiples certificados, entre ellos uno por el cual siento especial aprecio que es el llamado Camilo Cienfuegos, firmado por el Comandante Joel Iglesias que avala mi condición de fundador de la AJR y de Cinco Picos.”
A este hombre, sin embargo, le golpea todavía, la insatisfacción porque hay una tarea muy importante que no ha podio realizar:
“No he tenido el honor de cumplir una misión internacionalista. En tres oportunidades se ha frustrado: cuando en la Marina estuve seleccionado para ir a Viet Nam; en 1976, cuando la guerra en Angola y después en la década del 80 para servir de chofer en Libia. Es algo que me falta y que deseo de todo corazón, en cualquier país o circunstancia.”
Acerca de su formación, de la génesis de su entrega absoluta a la causa de la Revolución y el Socialismo, aseguró:
“Desde que era prácticamente un niño, cuando aún se luchaba en la Sierra y el llano, yo amo a la Revolución por la que he trabajado siempre; es algo que distingue a mi familia, sobre todo por el ejemplo de mis padres, especialmente del viejo; por eso mi posición a través de la historia, ha sido la fidelidad al Comandante en Jefe, al Partido Comunista de Cuba y a mi Revolución.”
Es evidente que este hombre, uno entre tantos integrantes de aquella generación heroica, sintió el más sano orgullo, cuando Fidel la recordó para decirle que, por el esfuerzo de todos, ¡vamos bien!

domingo, octubre 15, 2006

El orgullo de la familia

El orgullo de la familia
Norge Luis Batista Albuerne, mi primogénito, está próximo a cumplir los 37 años de edad y acumula 23 de vida artística. Es uno de los más reconocidos integrantes del Movimiento de la Nueva Trova y por sus resultados dentro y fuera del país, constituye el más justificado orgullo de toda la familia.
Desde 1995, cuando participó en el Festival de Música Folk Cidade Vella, de Santiago de Compostela, Galicia; por cierto su primera incursión allende los mares, ha visitado España en siete oportunidades, con presentaciones en prácticamente toda la península.
La calidad de los textos y la música, unido a la interpretación de excelencia en la guitarra y una voz ideal para este tipo de comunicación artística, además de un carisma natural sorprendente; Norge conquistó el público en Asturias, León, Cataluña, País Vasco, Valencia y especialmente en Galicia, donde es muy querido y esperado, año por año, en los llamados Conciertos de Verano que suelen organizar los Ayuntamientos.
En sus reiteradas visitas a España, el más importante trovador de la oriental `provincia de Las Tunas, se presentó, además, en escenarios de Islas Canarias, las ciudades portuguesas de Braça y Guimaraes, en Ginebra, Suiza; Bruselas, Bélgica y en los pirineos franceses.
Desde el punto de vista discográfico, tiene dos CD personales, “Búscame adentro” y “Algo crece”, comercializados por la firma Ayva Música, de Barcelona, España y grabará un tercero en febrero del 2007 para la empresa Son Galiza, de la provincia gallega de Lugo. Dos temas suyas aparecen en el volumen IV de la antología de la Nueva Trova.
Hace solo unos días, Norgito regresó de su última gira por España, la cual considera importante para sus objetivos musicales, a pesar de su opinión de que son tiempos difíciles para este tipo de música y, en ocasiones sales airoso por el apoyo de muchos buenas amistades cultivadas en ese país y, especialmente, en Galicia.
En este verano, el trovador se presentó en plazas ya habituales y en otras que lo vieron por vez primera; pero lo más importante en el 2006 fue la presencia en un gran espectáculo que organiza el Mago Antón, uno de los prestidigitadores más famosos en la nación ibérica, el cual se traslada por toda la región y consigue reunir cinco o seis mil personas en plazas u otros espacios abiertos.
Además de esas presentaciones, siete en total, con el espectáculo del Mago Antón, realizo cuatro conciertos en la ciudad de Zaragoza y en los pueblos de Suera y Villa Nueva de Galio, en escenarios ya conocidos de la primera y en las plazas centrales de los segundos.
Fue importante en este viaje conversar con los dueños de la discográfica Son Galiza, de Lugo, Galicia. Existe la posibilidad de grabar un nuevo CD, el tercero, a finales de febrero del próximo año, pero prioriza las gestiones con la Empresa Cubana de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) en busca de hacer realidad su sueño de publicar un álbum en su Patria.
Mi querido hijo Norge, bautizado como El Principito de la Nueva Trova en sus comienzos cuando con solo 14 años desandaba las calles guitarra al hombro cual pequeño Quijote; ha crecido en todos los sentidos y hoy exhibe el calificativo de Caballero de la Nueva Trova, luego de un exitoso concierto ofrecido en el 2005 en el Centro Pablo de la Torriente Brau, de la Ciudad de La Haban.
Norge Batista es miembro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS), institución creada para agrupar a los más jóvenes artistas cubanos; integra las filas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), tiene el título de Personalidad de la Cultura en Las Tunas y es militante del Partido Comunista de Cuba.
La obra de este destacado músico cubano se acerca ya a las 100 canciones propias, además de otros textos a los que incorporó la música y composiciones de otros autores, todo lo cual conforma un amplísimo repertorio.
Son varios los premios obtenidos por el cantautor de nuestra familia: Premio Caracol de la UNEAC al mejor video-clip en el 2000 (Canción para buscar respuesta en alguna mirada, de la realizadora Moraima Pérez), Premio Rey de España de Periodismo-2004 por la música del documental Los últimos gaiteros de La Habana; grandes premios por el trabajo musical en la crónica seriada Alas, en el I Festival Nacional de la Televisión Cubana-2004 y documental seriado Molinos, en el Festival Nacional de Telecentros-2005, entre otros.
Es evidente que el quehacer musical de este heredero de las tradiciones interpretativas de sus abuelo y abuela paternos y de su abuelo materno; ha hilvanado una brillante carrera artística. Tenemos razones suficientes para sentirnos orgullosos, ¿verdad?

domingo, octubre 08, 2006

Memorias de un hijo ilustre

Las grandes emociones primaron en los festejos por el aniversario 210 de nuestra querida ciudad de Las Tunas y una de las facetas más significativas fue el coloquio organizado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en homenaje a Rosano Zamora Padín (Gallo), fundador de la prensa revolucionaria en estos predios y Maestro indiscutido de más de una generación de periodistas en la tierra que lo acogió como su hijo.
Con motivo de este acontecimiento, recibimos en la Cuna del Mayor General Vicente García a un tunero de pura cepa, a un protagonista genuino de las grandes batallas de ideas libradas en los primeros años de la Revolución; Carlos Zamora Rodríguez (Gallito), primogénito del inolvidable Gallo.
Tengo el honor de contarme entre sus amigos de la adolescencia y por eso, sostuve con él una larga conversación que, resumida, quiero poner a disposición de los lectores de 26 como testimonio de reconocimiento a otro de los tuneros que ha hecho historia.
Naciste en Las Tunas el 9 de octubre de 1943, el mismo año en que llegaron a Las Tunas tus padres Rosano Zamora y Luz María Rodríguez. ¿Qué significó para ti, para tu formación, su ejemplar existencia?
“Mis padres emigran a Las Tunas desde Madruga, en la actual provincia de La Habana, donde el viejo, nacido en Güines, conoció a quien fuera su compañera de toda la vida. Llegaron aquí en busca de nuevos horizontes y se enamoraron de esta tierra en la que se afincaron definitivamente.
“Integrante de una familia muy humilde, de 19 hermanos, mi padre realizó diferentes tareas para ayudar al sustento del hogar, hasta que aprendió, de sus hermanos el oficio de fotógrafo y como tal vino hasta acá, donde ejerció junto a un colega espirituano, Mario Gallo. De ese amigo viene el sobrenombre, porque en los inicios trabajaban de manera ambulante en los campos y los llamaban Los Gallos; razón más que suficiente para denominar así al estudio que, posteriormente, montaron en la ciudad.
“Debo decir que mi padre se involucró en la lucha revolucionaria cuando solo era un niño en los años finales de la lucha contra Machado y, adolescente aún se integró a la Juventud Socialista, por lo que desde esa época fue perseguido, golpeado y encarcelado, y esa situación forma parte de los motivos que lo llevaron a emigrar, primero a Santa Clara, luego a Sancti Spíritus, hasta que llegó a Las Tunas.
“Fue fundador del Movimiento 26 de Julio aquí, dirigente del Partido en los primeros momentos, hasta que se dedicó al periodismo, profesión que ejerció hasta el día antes de su fallecimiento, el 11 de septiembre de 1979.
“De mi mamá, ya fallecida tambié, puedo decirte que era el horcón de la familia, sin ella nada hubiera sido posible. Compañera insustituible, apoyaba de manera absoluta las actividades del viejo y era un complemento esencial en su matrimonio. Buena, bondadosa, pero firme, consecuente.”
Hace una pausa, reflexiona y aprovecho para pedirle que me cuente su incorporación a las tareas revolucionarias:
“Bueno, el ejemplo de la casa influyó de manera decisiva en mi formación revolucionaria, a pesar de que el viejo era extremadamente discreto y en no pocas ocasiones me dio tareas sin revelarme el objetivo de las mismas. Por eso desde el momento mismo del triunfo del primero de enero de 1959, trabajé en el movimiento juvenil y estudiantil.
“Estuve en todo el proceso de formación de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, junto a otros compañeros creamos el boletín mimeografiado Voz estudiantil y una hora radial en la entonces emisora CMKG, Radio Tunas, en los intentos por hacer un periodismo de nuevo tipo. Fui cuadro de la AJR en Holguín y en la provincia de Oriente, participé en la Campaña de Alfabetización y después, en 1962, fui delegado al Congreso fundacional de la UJC.”
Tu labor en la Juventud se extendió hasta el año 1967, pero hay algo que me llama la atención y es que siendo Economista te involucraste en el trabajo de la diplomacia. ¿Cómo sucedió?
“Imagínate, en la condición de cuadro de la Revolución, me dieron la tarea de trabajar en la Comisión de Relaciones Exteriores del Partido y poco después nos enviaron a cumplir misiones en las actividades de la relaciones internacionales del país.
“De ahí en lo adelante he desarrollado lo que puede considerarse una ya larga carrera diplomática, en la cual he realizado importantes misiones hasta hoy que estoy al frente de la Oficina de Asuntos Consulares del MINREX, la cual se ocupa de todas las actividades de vinculación con los ciudadanos cubanos residentes en el exterior.”
Dicho así, Carlos, no se percibe tu protagonismo en grandes batallas de Cuba y su Revolución en el exterior, en los organismos internacionales, en la Organización de Naciones Unidas. Cuéntame, aunque sea de manera somera, ese difícil quehacer tuyo en el trabajo diplomático:
“Es largo, pero puedo resumirlo. Primero fui de funcionario y luego de embajador ante Naciones Unidas; tuve el honor y el orgullo de ser uno de los cuatro compañeros que representaron a Cuba como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en los años 1990 y 1991.
“El compañero Ricardo Alarcón fue designado por la dirección del país, representante permanente ante el Consejo de Seguridad y a mi la misión de representante permanente alterno. Era una época muy difícil, algo así como la graduación de esta asignatura, yo diría un poco más a lo cubano que se trata, como en el caso de los peloteros llegar a las Grandes Ligas, ¿no?
“Representé a Cuba de embajador en Ecuador, donde tuve la dicha de participar de crear las condiciones en 1988, para la primera visita de Fidel a América Latina, después de 15 años, luego del golpe de estado que terminó con el asesinato de Allende en Chile. Aires de cambio caracterizaban a la región en aquellos momentos.
“Puedo decirte que tuve una gran relación con Ecuador como país porque la misión allí me permitió relacionarme con tres de sus presidentes y experimenté el placer inmenso de establecer una entrañable amistad con el maestro Osvaldo Guayasamín, la cual ha perdurado hasta hoy, cuando sus descendientes me consideran parte de la familia. Es un período de mi vida llena de grandes hechos y de grandes recuerdos.
“La última misión de carácter permanente, la hice en Panamá y duró prácticamente seis años. Llegué allí en 1999 cuando se preparaba la Cumbre Iberoamericana de La Habana y la del 2000 sería organizada precisamente por los panameños. La idea era que trabajaría con un gobierno de izquierda ya que se esperaba el triunfo del partido fundado por Omar Torrijos, pero por diversas razones ganó la oposición encabezada por la señora Mireya Moscoso, pese a lo cual contribuimos para que la reunión fuera un éxito.
“Aquello coincidió con todos los planes de atentado contra el Comandante en Jefe, organizados por la mafia de Miami, a través de su estructura terrorista en Centroamérica, dirigida por Luis Posada Carriles. La variante escogida fue hacer estallar el paraninfo de la Universidad de Panamá, donde se llevaría a cabo un acto de solidaridad con Cuba.
“Gracias al trabajo de la seguridad cubana todo se descubrió, los terroristas fueron detenidos y entonces nos dedicamos a trabajar en aquel proceso para que se hiciera justicia. Realmente el tribunal los encontró culpables, pero aplicó una ridícula condena que fue apelada y esperábamos se cambiara por una un poco más dura, aunque no llegara a ser la que merecían, por supuesto.
“La historia es bastante conocida. La mafia de Miami y el gobierno de Estados Unidos presionaron y la señora Moscoso cumplió el compromiso que hizo con ellos al aplicar el indulto, un insulto al pueblo panameño que se lanzó a las calles en un gesto que acabó de liquidarla como figura política. Claro, el 25 de agosto de 2004,un día antes de anunciarlo oficialmente, me expulsó del país para complementar la farsa.”
Sin dudas estas son las tareas más importantes de tu vida diplomática, aunque has realizado otras muchas también significativas en estos casi 40 años en el MINREX.
Carlos, sé que tus tres hermanos también siguen el ejemplo familiar. Háblame de ellos.
“Sí, los dos hermanos varones que me siguen, Rosano (Pupy) y Mario ingresaron a las Fuerzas Armadas de forma voluntaria, sin tener edad. El primero dedicó toda su juventud a las FAR, estudió se hizo ingeniero, llegó a oficial y después que se jubiló siguió colaborando y en la actualidad está en la embajada de Cuba en Moscú.
“Mario se licenció de las FAR, se hizo técnico en equipos de procesamiento lacteo, hizo un curso de especialización en Suecia, fue de los fundadores del Combinado Lacteo de La Habana, donde se mantiene y ha cumplido tareas del Partido en el municipio de El Cotorro. La más chica de la familia, Victoria, estudió todo lo relacionado con los frutales y se incorporó a un centro de investigaciones sobre esta materia y sigue en esa actividad con resultados muy positivos.”
¿Y qué ha significado para ti, este reencuentro con la Patria chica?
“Algo extraordinario. El solo hecho de percibir cuanto cariño y respeto atesora el recuerdo de mi padre, además de palpar cómo ha germinado la semilla que él sembró; reafirma mi amor por esta tierra que me vio nacer y de la cual siento tanto orgullo. No es casual que Las Tunas nunca se ha quedado ni se quedará atrás.”
Orgullosos de coterráneos como tú, nos sentimos los herederos de Vicente García y de El Cucalambé. Hoy en plena batalla de ideas, en cuya trinchera ocupas un puesto en la primera línea; todos los tuneros aplaudimos, de corazón, que la Asamblea Municipal del Poder Popular te otorgara, justamente, la distinción de Hijo Ilustre de esta joven ciudad que vistió las mejores galas para celebrar su cumpleaños 210.

martes, octubre 03, 2006

El orgullo de ser cubano y tunero

En estos últimos días he vivido momentos extraordinarios, inolvidables. Mi querida ciudad de Las Tunas, esa en la que nací y en la cual he residido prácticamente mi vida entera, celebró por todo lo alto, con las mejores galas, el aniversario 210 de su fundación, ocurrida el 30 de septiembre de 1796.
Durante siete días, los tuneros y sus invitados, festejamos los avances indiscutidos de una ciudad que se acerca a los 150 mil habitantes, sin olvidar al pequeño pueblo en el que vivíamos unas 30 mil personas al triunfo de la Revolución y que se ha empinado hasta la realidad de hoy por el esfuerzo mancomunado de sus hijos.
Fue una amalgama de celebraciones, desde el coloquio La prensa revolucionaria y la ciudad, convocado por la delegación provincial de la Unión de Periodistas de Cuba, hasta las exposiciones de artes plásticas, encuentros de trovadores, tertulias de música campesina, bailes, cine-debates, exhibiciones deportivas y la Gala Central en el Teatro Tunas.
El día 26, el pueblo todo recordó los gloriosos días de la Guerra de los 10 años por la independencia de Cuba; específicamente el aniversario 110 del incendio de la ciudad por las tropas mambisas al mando del Mayor General Vicente García González, porque prefirieron verla quemada antes que esclava, frase eternizada en el escudo local.
Pero más que festejos, más que la inmensa alegría de un pueblo que trabaja por mejorar su presente y garantizar el futuro de las nuevas generaciones; este cumpleaños de la ciudad sirvió para el reencuentro con sus familiares y amigos, de los tuneros ausentes; además de pretexto para que el Gobierno Municipal reconociera los méritos de sus hijos y de aquellos que, sin serlos, han contribuido de manera decisiva a su engrandecimiento.
Las entregas de distinciones como las réplicas del machete de combate de Vicente García y del Escudo de la Ciudad; de Hijo y de Huésped Ilustres y de la Medalla conmemorativa de la Fundación; honraron y comprometieron a personas y personalidades que como el Comandante de la Revolución Faure Chomón Mediavilla, el General de División Ramón Espinosa Martín y el diplomático Carlos Zamora Rodríguez, han contribuido de manera especial al desarrollo de este pedazo de Cuba.
En lo personal, tuve la satisfacción y el honor extraordinario de que mi querida ciudad me sorprendiera, al incluirme entre los condecorados con la Placa Conmemorativa de la Fundación; inmerecido reconocimiento a uno de sus hijos más humildes que solo ha cumplido el deber de ser fiel a las tradiciones de trabajo y de lucha de los tuneros y de los cubanos.
Lindas jornadas las que vivimos los tuneros y quienes nos acompañaron en la gran fiesta. La vida es limitada, irremediablemente los mortales vamos a desaparecer físicamente, pero estas motivaciones, este engrandecimiento espiritual perdurará, eternamente en la mente y los corazones de las generaciones por venir.
Muchas celebraciones tendrá esta ciudad de historia, de mitos y de leyendas, de gente solidaria, alegre y patriota; cada año los motivos serán mayores; porque en una Revolución como la nuestra, los esfuerzos serán perennes en el objetivo supremo de que los cubanos vivamos más y mejor.