domingo, agosto 27, 2006

Fidel

Amado Batista Cruz, es mi hermano menor, desde pequeño es aficionado a escribir décimas. A propósito del cumpleaños 80 del Comandante en Jefe Fidel Castro, escribió unas líneas preciosas que quiero poner a consideración de quines, gentilmente visitan esta, mi página personal, en la red de redes.
En su dedicatoria, mi hermanito menor, jubilado del Ministerio del Interior con el grado de Mayor y actual segundo jefe de la División Mambisa Mayor General Vicente García González, principal fuerza en la agricultura de la provincia de Las Tunas, escribió:
Al hombre extraordinario, que sabiendo interpretar los sentimientos y anhelos de su pueblo, haciendo dejación de comodidades personales, se entregó por entero a la lucha por dar a Cuba la verdadera independencia y lo ha conducido por un sendero laborioso hacia la construcción de una sociedad más justa. Al sagaz combatiente, al amigo sincero, al economistas capaz, al maestro de varias generaciones de cubanos, al estadista de visión extraordinaria, al político brillante, al hombre sencillo, honesto y cabal, que se ha ganado la admiración y el respeto de millones de hombres y mujeres de todo el mundo; al dirigente universal, al latinoamericanista, al internacionalista, al padre indiscutible de todos los cubanos.
A continuación las décimas dedicadas a Fidel:

Fidel, cubano genuino
que al tirano dio querella
y brilló como una estrella
en la cima del turquino

Hermano del campesino
que siempre lo acompañó
y por eso le entregó
las tierras que antiguamente
eran del terrateniente
que cruelmento lo explotó

Fidel, cuyos ideales
tras empuñas los fusiles
dio círculos infantiles
y viviendas y hospitales

Un pueblo de intelectuales
de una conciencia elevada
de una labor destacada,
es el fruto de su empeño,
es la realidad del sueño
hecho sangre en el Moncada

Fidel del pueblo, genial
amante de tradiciones
presente en celebraciones
del ámbito cultural

Economista especial
que combate cada día.
Y con singular maestría
conduce certeramente
el uso más eficiente
y el control de la energía

Fidel de noble sonrisa,
padre de tierna mirada
voz de sonora cascada
que cabalga con la brisa

Puntal de estirpe mambisa
que con actitud valiente
sembró semilla en Oriente
con Moncada, Granma y Sierra
generando luz que encierra
claridad al continente

Fidel, el sincero amigo,
sol internacionalista
que tiene en cada conquista
al humilde de testigo

La rabia del enemigo
crece ante su voluntad
porque empuña la verdad
ante cada cruel patraña
y se torna una montaña
de firmeza y dignidad

Fidel, de siempre, Fidel,
Fidel de amor y esperanza
al niño brindaste danza
de sonoro cascabel

Has ofrecido un clavel
de fragancia y alegría
y corre con energía
su luz de modo efectivo
con tu traje verde olivo
símbolo de rebeldía

Fidel de acero, Fidel
del llano y de la montaña,
artífice de una hazaña
conduciendo a un pueblo fiel

Personalidad de miel,
cultivador de amistad,
ejemplo de honestidad,
visor del tiempo futuro
convertido en guía seguro
de toda la humanidad

Fidel, genial orador,
incuestionable maestro,
comunicador tan diestro
que transmite hasta el honor

Eficiente constructor,
estratega singular,
oportuno al orientar
las principales tareas
y la batalla de ideas
supo hábilmente encauzar

Fidel, que calza las botas
para pisar las campañas
y las pérfidas patrañas
contra cinco compatriotas

Le demuestra a los ilotas
que el sucio mercenarismo,
su cruel bloqueo y terrorismo,
no socavan la razón
de un pueblo en revolución
escultor del Socialismo

Fidel de constante acción
Fidel, joven deportista,
Fidel eficaz tanquista
combatiente de Girón

Fidel de gran corazón,
de probada humanidad,
cuya febril voluntad
es presente desde el agro
hasta la "Misión Milagro"
fuente de felicidad

Fidel, firmes ideales
con apoyo solidario
para el revolucionario
indígena Evo Morales

El de las luchas sociales,
de Bolivia hijo certero
que con su gesto sincero
abraza la luz del Che;
el gran latino que fue
pensador y guerrillero

Fidel, para el mundo sabe
al extraordinario almíbar,
que desde Martí y Bolívar
te abrazan con Hugo Chávez

Vas tripulando las naves
junto a pueblos que serán
libres y se abrazarán,
para siempre al fin y al cabo,
de la Patagonia al Bravo,
a la gloria del "Caimán"

Fidel de firme proclama
a un pueblo que sigue fiel
y conoce su papel
cuando el Comandante llama

Igual que Hatuey en Virama,
tiene afilada la flecha
para cerrar toda brecha
y bajo este cielo azul
junto al Partido y Raúl
deja la maldad deshecha

Sigue Fidel, ¡adelante!,
árbol de sabia virtud,
recupera tu salud
en traje de Comandante

Todo el mundo en este instante
sabe tu disposición;
te expresa su admiración
y este, tu pueblo, sabrá
demostrar que siempre habrá
en Cuba Revolución

Fidel, árbol vigoroso,
ojalá tus años dobles
que vivas más que los robles
y te mantengas frondoso

Fidel, tu ejemplo grandioso
florece como un vergel,
por eso tu pueblo fiel
forjará nuevos peldaños.
En tu 80 cumpleaños
¡FELICIDADES FIDEL!




recupera










jueves, agosto 24, 2006

Mambisas de hoy y de siempre

La Federación de Mujeres Cubanas acaba de celebrar su aniversario número 46, en el cual se puso de manifiesto la justificada alegría de vivir y trabajar en un país donde las féminas tienen igualdad de deberes y derechos, como parte fundamental de una sociedad con todos y para el bien de todos.
En Cuba fue desterrada, desde el primero de enero de 1959, la discriminación de raza, de sexo y de posición social; se acabaron los abusos que sufrían las mujeres, principalmente las humildes, quienes debían escoger entre mantenerse en el hogar miserable y plagado de privaciones, asumir empleos menores, esclavizarse de doméstica para servir a los ricos o prostituirse para subsistir.
No es casual, por tanto, que las mujeres cubanas, herederas de las mambisas que, como Mariana Grajales, lo dieron todo por la independencia de la Patria, participaran activamente en las luchas sociales del siglo XX contra los desgobiernos vendidos al “monstruo violento y brutal que nos desprecia”.
Yo puedo ejemplificar cuál era la vida de las mujeres del pueblo en la república mediatizada, con todo lo que sufrió mi madre, desde que con ocho años de edad, sin poder ir a la escuela, tuvo que trabajar de doméstica, de criada en casas de familias ricas, para ayudar al sustento de la familia.
Para que se tenga una idea, mi madre tenía que encaramarse en un banquito de madera, única forma de que su cuerpecito se alzara hasta la altura del fregadero de la cocina para lavar los platos y los calderos. Así de menuda, debía limpiar una vivienda de cuatro cuartos, sala, saleta, dos baños, comedor y cocina. ¿Cuánto le daban por las duras y largas jornadas? ¡$ 3.00 y la comida!
Esa era la realidad de las mujeres del pueblo en Cuba hasta el triunfo de la Revolución y son miles los casos de aquellas que fueron violadas por sus “señores de la casa”, abandonadas a su suerte con uno o más hijos e iban a engrosar las filas de los indigentes, si no tomaban por el fangoso camino del robo o la prostitución.
Como tantas cubanas, mi madre tuvo conciencia de lo que pasaba en el país, convicción que reafirmó luego de unirse a mi padre, obrero ferroviario y enemigo acérrimo de todo lo que significara injusticia y explotación. Es así como mi vieja, junto a mi única hermana, confeccionaron banderas y brazaletes del Movimiento 26 de Julio, prepararon vendajes y cuidaron más de un herido en nuestra propia casa a pesar del enorme peligro que aquello entrañaba.
Después del triunfo de la Revolución, mi madre y mi hermana se entregaron al trabajo por la nueva vida; estuvieron entre las fundadoras de la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960 y de los CDR el 28 de septiembre del propio año.
La vieja desde la casa donde se mantuvo y mi hermana de trabajadora y ambas involucradas en todas las intensas tareas de los primeros años de abierta lucha de clases frente a los rezagos de un orden social condenado a desaparecer por su carga de injusticia y de abusos por más de medio siglo.
Hoy, las mujeres cubanas constituyen un baluarte de la Revolución en la construcción del Socialismo que corresponde a nuestras características de nación pobre y subdesarrollada que lucha, a brazo partido frente al criminal bloqueo de los Estados Unidos, por alcanzar una vida mejor y más digna para el pueblo.
Las herederas de las mambisas de ayer, mambisas ellas de hoy y de siempre, son mayoría entre los científicos que revolucionan, sobre todo, en el mundo de la investigación de los medicamentos, entre el personal de la salud (médicos, enfermeros y técnicos). En todas las esferas de la vida nacional, priman las mujeres dirigentes, ingenieras, arquitectas y qué decir en las actividades del deporte y la cultura.
Por eso, en este aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas, considero necesario parafrasear al gran guía del proceso emancipador de este Caimán Antillano, José Martí y Pérez, cuando dijo que con la presencia de la mujer la obra es inmortal.

martes, agosto 15, 2006

Un Maestro dijo adiós

La familia deportiva cubana, nuestro pueblo todo, está de luto. Cuando esperábamos tu recuperación, querido Eddy Martin, el anuncio de tu fallecimiento, nos golpeó de forma inusitada. Es muy difícil acostumbrarnos a escuchar un juego de pelota sin una voz como la tuya, única, inconfundible; avalada por más de medio siglo de ejercicio profesional. Ya jamás será igual, Maestro.
Sabía de tu quehacer profesional desde antes del luminoso primero de enero de 1959; sin embargo, te conocí personalmente un día del año 1968, cuando al pasar por Las Tunas, llegaste a saludar unos parientes residentes en esta ciudad, dos de los cuales, por esas cosas de la vida, formaban parte también de mi familia. Desde ese día nos unió una sincera amistad, tan grande como aquella que caracterizó a tus relaciones con Eddy López Sánchez, el hombre que me inició en el mundo maravilloso de la narración deportiva.
No pocas veces me aconsejaste, me ayudaste en el camino de una profesión que convertiste en magisterio; sentí el rigor de tus análisis cuando te tocó ser jurado en las distintas evaluaciones; no olvido tus orientaciones cuando compartimos juntos la cobertura de los Mundiales de Béisbol en 1971 y 1973, ocasiones en las que narraste de pareja con el también inolvidable Bobby Salamanca a través de Radio Rebelde, y yo, novato todavía, lo hacía de reportero para el diario oriental Sierra Maestra.
Bebí en la savia de tu experiencia en aquellas inolvidables crónicas publicadas en los diarios Hoy, Revolución, Granma y Juventud Rebelde; en tus narraciones por Radio Progreso, Radio Rebelde y en la Televisión Cubana; tuve la posibilidad de conocer sobre hechos trascendentales a través de ti: Juegos Centroamericanos y del Caribe, incluida la gesta inolvidable del Cerro Pelado; Panamericanos, Campeonatos Mundiales de béisbol y boxeo, Juegos Olímpicos y la extraordinaria hazaña del Vuelo Conjunto al Cosmos de nuestro Arnaldo Tamayo, al lado del astronauta soviético, Yuri Romanenko.
Pero tu, querido Eddy, eres para mi, mucho más que un cronista inigualable. Eres, mi amigo y compañero de siempre, un hombre íntegro, un revolucionario sin tacha; una persona con principios que nunca olvidó su origen; su nacimiento el 14 de junio de 1929 en una humilde casa de Tamarindo, en la actual provincia de Ciego de Ávila y que enfrentó a las fieras de la tiranía en la convulsa Habana de los últimos años de la década del 50 del pasado siglo.
Un día de febrero de este 2006, viniste a trabajar a Las Tunas y enterado de que tenía mi salud quebrantada, enseguida llamaste a la casa para interesarte por mi situación. En la noche me reuní contigo en el estadio Julio Antonio Mella y el abrazo del amigo entrañable, sin que pudiéramos imaginarlo, fue el último. Ese momento permanecerá mientras viva en mi mente y en mi corazón.
Hombre de tu tiempo, mereciste todos los reconocimientos y condecoraciones que atesoras con el sano orgullo de quien trabaja por su pueblo sin pedir nada a cambio. De ti siempre habrá que hablar en presente porque tus enseñanzas, porque tu magisterio perdurará. Yo, que te admiré y te respeté tanto, puedo asegurarte que entre lo más preciado de mi existencia guardaré, como la joya mayor, el privilegio de ser tu amigo. Hasta siempre, Maestro.

lunes, agosto 14, 2006

Felicidades, querido Fidel

Este 13 de agosto, cuando arribó a su cumpleaños número 80, sentí la alegría inmensa, la misma de todo mi pueblo, de que se recupera satisfactoriamente, querido Fidel, Comandante en Jefe, guía indiscutible no solo de la Revolución Cubana, sino del despertar de América Latina y los pueblos explotados del mundo, en un amanecer luminoso, muestra irrevocable de que una sociedad mejor es posible en este Planeta.
Le aseguro, Comandante, que he vivido junto a nuestro pueblo, la incertidumbre de sus problemas de salud, pero con la convicción, por usted enseñada, de que la Revolución somos nosotros mismos y que la unidad de todos en torno al Partido y a sus principales líderes, nos conducirá, ahora y siempre, a la victoria más absoluta, porque nos asiste la fuerza y la razón, el poder de las ideas. Martí, nuestro Héroe Nacional, visionario de los tiempos que vendrían dijo que la guerra que nos imponen a pensamiento, a pensamiento la vamos a ganar. Y la estamos ganando, querido Fidel.
He vivido estos días gloriosos que siguieron a su Proclama al Pueblo de Cuba. Desde un extremo a otro de este valiente caimán antillano, de este a oeste y de norte a sur, la respuesta ha sido unánime. Los cubanos de verdad, sin el patrioterismo barato de aquellos que amamanta el imperio y que nacieron aquí por equivocación, sino con el sentimiento de amor infinito a la Patria, de respeto a los héroes y mártires que lucharon y luchan por la verdadera independencia, estamos firmes junto a usted, Comandante, de la misma manera que cerraremos filas alrededor de sus continuadores, llegado el momento.
Hoy, Fidel, los enemigos rumian su odio y su resentimiento, su impotencia ante la firme actitud de Cuba que no admite imposiciones del imperio que, a solo 90 millas, está agazapado, listo para intentar su zarpazo. El 31 de julio celebraron cínicamente la noticia de su enfermedad. Siguen pensando que en este país de hombres enteros y de mujeres como Mariana Grajales, todo desaparecería si nos llegara a faltar. ¡Qué ilusos!
Sabemos, Comandante, que como prometió en su mensaje al pueblo cubano y a los amigos del mundo, luchará para recuperarse y estamos convencidos de que tantos mensajes de aliento venidos desde todas partes del Planeta y que la presencia inestimable del amigo entrañable Hugo Chávez, constituyen medicinas invaluables en su proceso de recuperación.
Felicidades, querido Fidel. Tómese el tiempo que sea preciso para recuperar su acerada salud, aproveche estas obligadas vacaciones para cargar las pilas, que Raúl y otros compañeros, con el apoyo incondicional de todo el pueblo, mantendrán el rumbo invariable de la sociedad más justa del universo. En este 80 cumpleaños, me uno de todo corazón, al abrazo inmenso de un pueblo agradecido por sus más de seis décadas de entrega absoluta para materializar el proyecto de esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.

jueves, agosto 03, 2006

Fidel es mucho Fidel

La repentina enfermedad de nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, lo ha obligado a la adopción de diferentes medidas encaminadas a garantizar la marcha de todas las tareas que afronta el país, entre ellas la de delegar en el General de Ejército, Raúl Castro Ruz y otros compañeros del Partido Comunista y el Gobierno, la dirección de puntos claves del país, aunque de manera provisional, hasta su restablecimiento.
El Comandante de todos los cubanos sabe que `por la amenaza permanente del imperialismo y sus satélites, nuestro país debe mantener la unidad y continuar adelante con la batalla de ideas y todos los proyectos energéticos, de salud y de educación, no solo en el ámbito nacional, sino por su repercusión en Améerica Latina y el mundo subdesarrollado, donde el internacionalismo cubano lleva la luz de la alfabetización y siembra la esperanza de que un mundo mejor es posible.
Sabe Fidel que los enemigos están atentos y que creen dentro de su odio ciego hacia nuestro pueblo que si él faltara físicamente, todo estaría perdido para la Revolución Cubana. Pero también sabe que este proceso no es de un hombre, es la convicción de todo un pueblo que aprendió a querer y a respetar su historia, y que está dispuesto a dar hasta la última gota de sangre en defensa de las conquistas de su socialismo, de su sistema en el que impera la justicia social, porque se basa en el precepto martiano de construir una Patria con todos y para el bien de toso.
El Comandante en Jefe confía en los cuadros que le rodean y sobre todo sabe que el pueblo le responderá siempre, como le respondió en los momentos más difícles en la historia de la Revolución y como ha respondido ahora: Desde la punta de Maisí, hasta el Cabo de San Antonio, los cubanos respondimos como un solo hombre en apoyo a su proclama. Mientras él se recupera de su enfermedad, todas las tareas marcharán de manera inalterable y los enemigos tendrán que replegarse ante el empuje de una nación entera, convencida de que le asiste la razón para la victoria.
Fidel es mucho Fidel y no es porque pensemos que será eterno, no. Es un mortal que, en su momento, desaparecerá físicamente, pero no será ahora, no se darán ese gusto los enemigos. Se va a recuperar pronto y se mantendrá aún por muchos años en el timón de esta nave que con el nombre de Granma y un puñado de valientes en su vientre, desembarcó hace casi 50 años por los manglares de Las Coloradas, en la actual provincia de Granma y que hoy surca los mares tempestuosos del comienzo del siglo XX!, pero crecida, tripulada por más de 11 millones de cubanos, dispuestos a dar la vida por una Patria Libre.
Y no se equivoquen aquellos que creen que en Cuba la Revolución terminará con la eventual desaparición física de Fidel. Ese gran hombre que ha trascendido en la historia por su extraordinaria capacidad política, humana y revolucionaria, es solo el gestor de esta gran obra que lleva adelante el pueblo cubano. Nuestro líder puede morir cuando le llegue su momento, pero no dejará de estar siempre entre nosotros. Su ejemplo es inmortal y sus ideas de justicia y redención serán eternas. El socialismo en Cuba llegó para quedarse y no es casual que la proclama emitida desde su lecho de enfermo, citara la frase inolvidable del Che: ¡Hasta la victoria siempre!
Es por eso que sentí el más absoluto desprecio y un sentimiento de lástima hacia aquellos sietemesinos, de los grupitos de gusanos y mafiosos refugiados en el cubil de Miami., cuando mostraban la euforia de los cobardes, dispuestos a celebrar, celebrando ya, por la enfermedad de nuestro Comandante en Jefe. ¿De qué están hechos esos resentidos que cada vez son menos en esa sucia ciudad floridana? De lo peor que pueda nadie concebir. ¿Qué se puede esperar de esa fauna asquerosa que después de jurar un cariño inmenso al pequeño Elián González, mientras lo tuvieron secuestrado con fines políticos, y después pedían al “señor” que hiciera caer el avión en el cual regresaba felizmente a Cuba, junto a su padre?
Algunos festejan la enfermedad de Fidel porque sueñan con su muerte. ¿Y saben por qué? Porque no pudieron con él en cientos de planes elaborados para asesinarlo. Y porque no tuvieron ni tienen el coraje para venir a recuperar sus propiedades y privilegios. Y aquellos que hicieron el alarde de desembarcar por Playa Girón en 1961; los “valientes” soldados de la Brigada 2506, se rindieron en masa ante el pueblo miliciano y se transformaron en presuntos cocineros, para tratar de evadir la justicia revolucionaria. Muchos, la mayoría, merecieron el pabellón de fusilamiento, pero como Fidel es mucho Fidel, se decidió cambiar esa mercancía de tan poca calidad, por una buena cantidad de alimentos y medicinas para el país.
Aquí todavía habrá Fidel para rato y cuando le llegue la hora definitiva, los compañeros que asuman la dirección del país tendrán todo el apoyo del pueblo para continuar la obra hermosa y justa, a la que ha dedicado su vida. Esta tierra de héroes y patriotas sin par, jamás se doblegará, ni aceptará el irrespeto a su soberanía. Si Cuba es agredida, cada habitante del país será un soldado y que quede claro, nadie se va a rendir. ¡Nadie1