Este 13 de agosto, cuando arribó a su cumpleaños número 80, sentí la alegría inmensa, la misma de todo mi pueblo, de que se recupera satisfactoriamente, querido Fidel, Comandante en Jefe, guía indiscutible no solo de la Revolución Cubana, sino del despertar de América Latina y los pueblos explotados del mundo, en un amanecer luminoso, muestra irrevocable de que una sociedad mejor es posible en este Planeta.
Le aseguro, Comandante, que he vivido junto a nuestro pueblo, la incertidumbre de sus problemas de salud, pero con la convicción, por usted enseñada, de que la Revolución somos nosotros mismos y que la unidad de todos en torno al Partido y a sus principales líderes, nos conducirá, ahora y siempre, a la victoria más absoluta, porque nos asiste la fuerza y la razón, el poder de las ideas. Martí, nuestro Héroe Nacional, visionario de los tiempos que vendrían dijo que la guerra que nos imponen a pensamiento, a pensamiento la vamos a ganar. Y la estamos ganando, querido Fidel.
He vivido estos días gloriosos que siguieron a su Proclama al Pueblo de Cuba. Desde un extremo a otro de este valiente caimán antillano, de este a oeste y de norte a sur, la respuesta ha sido unánime. Los cubanos de verdad, sin el patrioterismo barato de aquellos que amamanta el imperio y que nacieron aquí por equivocación, sino con el sentimiento de amor infinito a la Patria, de respeto a los héroes y mártires que lucharon y luchan por la verdadera independencia, estamos firmes junto a usted, Comandante, de la misma manera que cerraremos filas alrededor de sus continuadores, llegado el momento.
Hoy, Fidel, los enemigos rumian su odio y su resentimiento, su impotencia ante la firme actitud de Cuba que no admite imposiciones del imperio que, a solo 90 millas, está agazapado, listo para intentar su zarpazo. El 31 de julio celebraron cínicamente la noticia de su enfermedad. Siguen pensando que en este país de hombres enteros y de mujeres como Mariana Grajales, todo desaparecería si nos llegara a faltar. ¡Qué ilusos!
Sabemos, Comandante, que como prometió en su mensaje al pueblo cubano y a los amigos del mundo, luchará para recuperarse y estamos convencidos de que tantos mensajes de aliento venidos desde todas partes del Planeta y que la presencia inestimable del amigo entrañable Hugo Chávez, constituyen medicinas invaluables en su proceso de recuperación.
Felicidades, querido Fidel. Tómese el tiempo que sea preciso para recuperar su acerada salud, aproveche estas obligadas vacaciones para cargar las pilas, que Raúl y otros compañeros, con el apoyo incondicional de todo el pueblo, mantendrán el rumbo invariable de la sociedad más justa del universo. En este 80 cumpleaños, me uno de todo corazón, al abrazo inmenso de un pueblo agradecido por sus más de seis décadas de entrega absoluta para materializar el proyecto de esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.
MI BEATRIZ, BACHILLER Y ADULTA
Hace 7 meses
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