Joan Carlos
Pedroso, el peligroso jonronero de Las Tunas y de la pelota cubana, considera
que el afortunado fue él. Pero idéntica gratitud llevan por dentro Julián
Antonio Borjas Cruz, Héroe del Trabajo de la República de Cuba y
Arturo Medrano Rosabal, presidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Conrado
Benítez: una de las que mejores resultados logra en la provincia.
La festividad
central del territorio, con motivo del aniversario 60 del asalto a los
cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, les ofreció a ellos la
posibilidad de coincidir y a mi lente el privilegio de congelar un momento así,
al quedar fundidos el norte tunero (representado por el puertopadrense Borjas),
el centro (por Pedroso) y el sur (por Medrano, de Colombia), mediante las
honrosas esferas de la industria azucarera, el deporte y la producción
agrícola, de forma respectiva.
Lamentablemente,
miles de tuneros congregados en la explanada de El Tanque, en el reparto de
Buena Vista, no vivieron la sencillez y la grandeza de aquel instante
transformado en instantánea. Minutos antes y en medio de aplausos, Pedroso
había subido a recibir un merecido reconocimiento por su trayectoria deportiva,
de manos de Ariel Santana Santiesteban, Primer Secretario del Partido en la
provincia.
Y aunque durante
el acto no escalaron físicamente la cima del mismo escenario, Borjas y Medrano
también estuvieron allí, en lo más elevado, respaldados por más de medio millón
de tuneros, admiradores de una actitud ante el trabajo y ante la vida, digna de
imitación y de continuidad por las actuales y futuras generaciones
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