Hacía algún tiempo que no disfrutaba tanto una reunión, una asamblea, como
la celebrada el viernes por los periodistas tuneros, como parte de un pase de
revista a los acuerdos del último congreso de la Unión de Periodistas de Cuba,
en la cual se confirmó la posición de la prensa de nuestro país en apoyo a la
Revolución y el perfeccionamiento de nuestro socialismo.
Con énfasis en el continuo proceso de superación y en la necesidad de hacer
un periodismo cada vez más comprometido,
profundo y crítico, el informe de la Presidencia provincial de la UPEC,
elaborado luego de un profundo proceso en las delegaciones de base, demuestra
que los profesionales de este sector en el territorio, cierran filas junto a
sus colegas de todo el país en la batalla de ideas, en el objetivo de enfrentar
a las mentiras mediáticas del enemigo, con la divulgación de la verdad
imperante en la Isla.
Esclarecedoras fueron las intervenciones de varios colegas, jóvenes en su
mayoría, quienes independientemente de plantear las necesidades que debe
enfrentar el sector cotidianamente para facilitar una mayor eficacia del
producto informativo, de recabar un mayor apoyo de la máxima dirección del
país, ratificó su lealtad absoluta al proceso de cambios encaminado a buscar soluciones
viables, especialmente en la economía y la disposición de trabajar sin descanso en el esclarecimiento
acerca de la ejecución de medidas para enfrentar el brutal bloqueo, cada vez
más genocida, de los Estados Unidos.
De gran significación valoro las intervenciones de Antonio Moltó Martorelo,
presidente del Comité Nacional de la UPEC y de Rolando Alfonso Borges, jefe del
Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba,
quienes explicaron diáfanamente los principales problemas materiales que
enfrenta el sector, la constante búsqueda de soluciones y coincidieron en el
reconocimiento a la extraordinaria labor de la prensa, como aliada
indispensable en la guerra a pensamiento que nos imponen los enemigos.
Emocionante fue el acuerdo, tras propuesta del corresponsal del periódico
Granma en esta provincia, Pastor Batista Valdés, de que la asamblea enviara un
mensaje de apoyo a la cruzada que se realiza en Washington por la liberación de
los antiterroristas cubanos, presos injustamente en cárceles de Estados Unidos,
como parte del reclamo mundial a que se ponga fin a uno de los más repudiables
actos de injusticia que ha conocido la humanidad a través de la historia.
En lo personal, fue un encuentro de honda significación, porque permitió el
intercambio de colegas, jóvenes y veteranos, algunos que pasan mucho tiempo sin
verse, sin confrontar ideas y criterios de cómo debe mantenerse el periodismo
de trinchera, combativo, fiel a la Revolución y al pueblo, enriquecido con las
nuevas tecnologías, el aprovechamiento del espacio que ofrece la internet y
ratificarnos como soldados de línea, forjados en la primera trinchera.
Puedo asegurar que, en medio de los serios problemas de salud que me
aquejan, salí fortalecido de este
maravilloso encuentro, confirmé que el esfuerzo de tantos años sirvió para
cimentar una prensa revolucionaria que hoy enorgullece al país y que es capaz
de desmontar todas y cada una de las intentonas imperialistas de confundir al
pueblo.
Los que, salidos del movimiento de corresponsales voluntarios obreros,
carentes de formación académica, pero imbuidos en el deseo de forjar una prensa
de nuevo tipo, defensora de los intereses de una sociedad con todos y para el
bien de todos, podemos estar tranquilos, porque las nuevas generaciones de
periodistas que ayudamos a formar, son incondicionales a la Patria, al
Socialismo y a nuestros líderes históricos.
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