Un cubano que no olvida las funestas elecciones del pasado
Por Darletis Oralia Leyva González (Estudiante de Periodismo)
Las Tunas, Cuba (AIN).- Para Juan Emilio Batista la democracia antes de 1959 era el poder de los ricos frente a la pobreza del pueblo, mas hoy todos los cubanos tienen iguales derechos para elegir a sus verdaderos representantes.
Es incomparable el sistema eleccionario de antes con el actual, porque entonces todo funcionaba mediante la politiquería, sin embargo ahora existe el único propósito de beneficiar a la sociedad, explica este periodista, nacido en la ciudad de Las Tunas hace 65 años.
Recuerda que a los 14 años lo llevaron a la clínica Nuestra Señora de Loreto, la única que existía en la localidad, donde le diagnosticaron que su organismo necesitaba 500 gramos de sangre y, en ese instante, un político le propuso a su padre resolverle el problema a cambio de las cédulas de él y la familia.
Pero mi padre se negó a esa deshonrosa proposición y pude salvar la vida porque la sangre de mi madre era universal, afirma este cronista deportivo, padre de dos hijos, un médico especialista que labora en el hospital Hermanos Ameijeiras de la capital, y un conocido trovador.
Convencido de que democracia es el derecho a la salud, la educación, la seguridad social y al deporte, Juan Emilio Batista afirmó que como él y su familia, millones de cubanos se inclinarán por el voto unido, este 20 de enero.
Las Tunas, Cuba (AIN).- Para Juan Emilio Batista la democracia antes de 1959 era el poder de los ricos frente a la pobreza del pueblo, mas hoy todos los cubanos tienen iguales derechos para elegir a sus verdaderos representantes.
Es incomparable el sistema eleccionario de antes con el actual, porque entonces todo funcionaba mediante la politiquería, sin embargo ahora existe el único propósito de beneficiar a la sociedad, explica este periodista, nacido en la ciudad de Las Tunas hace 65 años.
Recuerda que a los 14 años lo llevaron a la clínica Nuestra Señora de Loreto, la única que existía en la localidad, donde le diagnosticaron que su organismo necesitaba 500 gramos de sangre y, en ese instante, un político le propuso a su padre resolverle el problema a cambio de las cédulas de él y la familia.
Pero mi padre se negó a esa deshonrosa proposición y pude salvar la vida porque la sangre de mi madre era universal, afirma este cronista deportivo, padre de dos hijos, un médico especialista que labora en el hospital Hermanos Ameijeiras de la capital, y un conocido trovador.
Convencido de que democracia es el derecho a la salud, la educación, la seguridad social y al deporte, Juan Emilio Batista afirmó que como él y su familia, millones de cubanos se inclinarán por el voto unido, este 20 de enero.
(Tomado de la edición digital del periódico 26, Las Tunas, Cuba)
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