Las Tunas, Cuba.- No por esperada, ha sido menos impactante la victoria del candidato del pueblo, Hugo Rafael Chávez Frías, en las elecciones presidenciales de la hermana República Bolivariana de Venezuela, las que constituyeron un ejemplo de transparencia y genuina democracia participativa.
El pueblo de Simón Bolívar convirtió en fiesta nacional el acto cívico y democrático de elegir, por el voto directo y secreto, al presidente que quieren, al hombre que ha hecho realidad la voluntad de los próceres de la independencia, al compatriota que transformó a Venezuela en un país sin excluidos y sacó de la pobreza extrema a más del 50 por ciento de sus hermanos.
La marea roja copó, desde la madrugada de este domingo 7 de octubre, los centros de votación no solo de Caracas, sino de todas las ciudades y poblados del país para cumplir con el deber ciudadano de ejercer el derecho a expresar su voluntad, esta vez con una participación histórica que superó el 80 por ciento.
El triunfo de Chávez en las urnas con una ventaja de alrededor de 10 puntos porcentuales, fue reconocido por el principal candidato opositor Henrique Capriles Radonsky, quien admitió la transparencia de los comicios y felicitó al pueblo venezolano por su masiva y disciplinada participación en la contienda electoral.
La reelección de Chávez es la continuidad de las profundas transformaciones que, para bien de la mayoría de su pueblo, lleva adelante el gobierno bolivariano, pero significa mucho más que eso, es la posibilidad de que los aires de integración y de cooperación solidaria que corren en Nuestra América alcancen su máxima expresión con el rescate de los recursos naturales y la consolidación de la soberanía de todas las naciones al sur del Río Bravo.
Esta jornada histórica constituye una respuesta a la reacción mundial, especialmente a Estados Unidos que debe reconocer que los pueblos del sur del continente dejaron de ser un obediente rebaño y están dispuestos a defender su soberanía, el derecho a administrar sus recursos naturales y trabajar en la creación de modelos democráticos mediante los cuales las grandes mayorías estén justamente incluídas.
Los venezolanos no solo han dado un ejemplo de patriotismo y verdadera democracia, sino que, unidos a sus hermanos de Latinoamérica y el Caribe, mostraron que un mundo mejor es posible, que el injusto orden internacional, inmerso en un caos interminable, debe y tiene que ser cambiado antes de que los poderosos, egoístas y prepotentes, acaben con el Planeta.
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