Muchos son los atletas destacados que ha tenido esta oriental provincia en
diferentes disciplinas, pero también, aunque en un número menor, sobresalen
aquellos que luego de su retiro del deporte activo, se convirtieron en
excelentes entrenadores, incluso en la preparación de los miembros de los
equipos nacionales.
En el atletismo, un formidable corredor de 800 y
mil 500 metros planos , Leandro Civil del municipio de Puerto Padre, con un excelente
palmarés en las pistas, luego brilló como técnico, al extremo de
convertirse en el preparador de Ana Fidelia Quirot, la Tormenta del Caribe, en
la etapa final de su extraordinaria carrera.
Quiero reconocer ahora la formidable actuación del
martillista Eladio Martín Hernández González, primero como atleta activo y
después de entrenador en la selección cubana de lanzamiento del martillo, labor
esta última que lo convirtió en uno de los mejores del mundo en esa difícil función
técnico-formadora.
Nacido en la ciudad de Las Tunas el 18 de febrero de 1963, brilló por sus
resultados en las categorías escolar y juvenil, razón por la cual ya en 1985,
con 22 años, integra la preselección cubana de mayores, dentro de la cual
conquistó innumerables logros en defensa de los colores de su Patria.
En los Centrocaribes de Santiago de los Caballeros, República Dominicana,
en 1986, obtiene la medalla de plata (64,08) y ese propio año alcanza su mayor
marca personal (66,30). En 1987 es subcampeón en el Centroamericano de
Venezuela y en el 88 es tercero en el mitin de Sevilla, España, donde eleva su
récord personal hasta los 69,40, para unos meses después asaltar la barrera de
los 70 metros, al registrar 71,50 en Vasteras, Suecia, ocasión en la cual
obtuvo el subtítulo.
Eladio Hernández ascendió como la espuma y en los Juegos Centrocaribeños de
México-1990, se coronó con un envío de 70,75 y unos días después, en La Habana,
llevó el implemento hasta una nueva cota personal 72,74. En 1992, se fue otra
vez a Sevilla y en la bella capital andaluza se colgó la medalla dorada en el
Campeonato Iberoamericano, cuando llevó el martillo hasta los 70,72.
Durante el año 1993, logró la plata en los Centrocaribes de Ponce, Puerto
Rico (69,58), bronce en el Centroamericano de Atletismo en Cali, Colombia (69,60)
y luego, en La Habana aumentó su propia cota con un lanzamiento de 73,44
metros.
La vida activa en el deporte la cierra Eladio tras obtener bronce en el Iberoamericano
de Argentina (66,90) en 1994 y plata en el Centrocaribe de Atletismo en Guatemala
(67,62) A partir de ese momento se dedicó a entrenador en la provincia, hasta
que fue llamado a formar parte del cuerpo técnico de la selección nacional de
lanzamiento del martillo, rama femenina, en 1999.
Los métodos de entrenamiento de Eladio Hernández surtieron su efecto y en
poco tiempo metió a tres de sus pupilas en la élite mundial de esa compleja
disciplina: Yipsi Moreno, su alumna más aventajada, Yunaika Crawford y Aldenay
Vasallo.
Gracias a su constante esfuerzo y a la entrega absoluta de sus muchachas,
este sencillo y humilde tunero alcanzó el prestigio internacional que mantiene,
sobre todo por los dos títulos mundiales de Yipsi Moreno (Edmonton 2001 y París
2003), plata olímpica de la propia camagüeyana y bronce de la Crawford (Atenas,
Grecia 2004).
A este palmarés de sus alumnas deben sumarse los títulos de Yipsi en los
Centrocaribes de Cartagena, Colombia-2006 y Veracruz, México-2014 y en los
Panamericanos de República Dominicana-2003, Río de Janeiro, Brasil-2007 y
Guadalajara, México-2011.
Ya la selección femenina cubana de lanzamiento del martillo no cuenta con
sus estelares Yipsi Moreno y Yunaika Crawford, quienes pasaron a retiro, pero
Eladio Hernández sigue trabajando sin descanso en la formación como atletas y
seres humanos, de un grupo de muchachas que, más temprano que tarde, darán
grandes victorias a la Patria.
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