viernes, junio 26, 2015

Cuba de béisbol, no es lo mismo con guitarra que con violín



Las Tunas, Cuba.- Qué la pelota es imprevisible, que a veces se vence sin convencer, es algo que los millones de aficionados que la siguen en el mundo lo tienen bien claro. Por eso no es contradictorio que hace unos días ponderé la calidad de la selección nacional, sus posibilidades de ganar en los Panamericanos de Toronto y ahora afirmo que dejó dudas pese a ganar los cinco juegos del tope amistoso ante Nicaragua.
En mi opinión, el modesto equipo de Nicaragua no es el mejor medidor para conocer, a ciencia cierta, la forma actual de la nave tricolor conducida por Róger Machado y, sinceramente, creo que debemos esperar al enfrentamiento con los universitarios de Estados Unidos, para confirmar lo que pudiera pasar en el torneo beisbolero de los Juegos Panamericanos de Toronto.
Frente a un pitcheo endeble como el de los pinoleros, es lógico que los bateadores cubanos se dieran banquete para marcar 45 carreras, con 59 cohetes, incluidos nueve jonrones, uno de ellos con bases llenas, pero así y todo, hubo dos partidos que se pueden considerar cerrados por pizarras de 3 X 0 y 2 X 0.
En el acápite de la defensa los dos conjuntos mostraron fisuras. Los nicas fallaron siete veces, pero la tropa de Machado, con un cuadro de lujo, lo hizo en seis oportunidades, aspecto que debe mejorar para garantizar la integridad de sus lanzadores que, seguramente, lo van a necesitar.
El pitcheo es harina de otro costal. Los serpentineros que integran la nómina ya anunciada para los Juegos Continentales se comportaron bien, con la única excepción de Erlys Casanova, quien fue bombardeado en el choque que cerró la amistosa confrontación, pero los otros utilizados dejaron mucho que desear, señal inequívoca de que es preciso trabajar en la mejoría de los jóvenes talentos del box para futuros compromisos.
La ofensiva de Nicaragua fue nula en los cuatro primeros encuentros, pero en el quinto se sirvieron con la cuchara grande a expensas de tiradores que, en honor a la verdad, no enseñaron nada. Los pinoleros anotaron 14 veces, gracias a ofensiva de 17 cohetes con tres cuadrangulares, dos de ellos con las bases llenas, solo que sus monticulistas fueron vapuleados.
En el ataque cubano sobresalieron casi todos los que jugaron y solo se vieron limitados, Roel Santos y Alexánder, aunque este último mostró recuperación en los enfrentamientos finales. El justo destaque lo merecieron Yurisbel Gracial a quien no le pudieron sacar out en dos choques y decidió el del adiós con bambinazo a casa llena, José Adonis García, Yosvani Alarcón, William Saavedra, Yadier Hernández y Luis Yánder La O.
De acuerdo con lo visto, considero que no debe descartarse la posibilidad de algún cambio en la nómina oficial, especialmente por la magnífica forma deportiva de Gracial y Saavedra. En el pitcheo habrá que observar muy bien al pinareño Casanova, quien se presentó flojo y descontrolado ante una batería en extremo modesta.
En fin, que pese a la holgada victoria y desde mi óptica, el plantel tricolor deberá hacerlo mucho mejor para imponerse a la calidad del béisbol universitario de Estados Unidos, de nivel triple A y cuajado de prospectos aspirantes a ingresar en las Grandes Ligas.
Sigo apostando por un equipo Cuba integral, talentoso y con figuras de mucha experiencia, pero creo que debe esperarse a lo que suceda en los diamantes estadounidense en los próximos días. Recuérdese que en el béisbol se utiliza, metafóricamente, una máxima propia de la música: “No es lo mismo con guitarra que con violín”     

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