Las Tunas, Cuba.- Los cazadores de Artemisa hicieron trizas todos los
pronósticos, terminaron primeros en la fase semifinal de seis novenas y
discutirán el título nacional frente a Camagüey en la edición príncipe del
campeonato sub-23 de béisbol, cuya serie definitoria comienza este jueves.
La tropa del exlanzador Jorge Luis Machado, obviada por casi todos, para no
ser absolutos, lograron la hombrada de una cadena victoriosa en nueve partidos
de la fase clasificatoria y por balance de ganados y perdidos avanzaron a la
semifinal, detrás de Matanzas, líder del grupo A, en el que se quedó fuera la
versión de los tabaqueros de Pinar del Río, actuales campeones en la Serie
Nacional de la máxima categoría.
Ya en la semifinal, se volvieron a reír de los pronosticadores, quienes
dieron de favoritos a los planteles de Santiago de Cuba, por demás anfitrión,
Matanzas y Ciego de Ávila. En la práctica, ‘’se viró la tortilla’’, como
decimos los cubanos y ganaron el derecho a discutir la corona los dos
seleccionados que llegaron a esa fase por balance de éxitos y fracasos, porque
no lideraron en sus grupos A y C.
Los artemiseños se rebelaron de sensación en las jornadas de los estadios
de Santiago y llegaron a estar invictos en siete salidas. Ya con el boleto a la
final en el bolsillo, se relajaron y perdieron dos partidos ante Ciego de Ávila
y Mayabeque, pero ganaron el que tenían sellado frente a este último conjunto
para concluir en la punta de la tabla de posiciones.
Otro descartado de los especialistas, Camagüey, desarrolló una feliz etapa
semifinal que lo llevó a ganar ocho de los 10 choques de la semifinal, pero
debió conformarse con el segundo escalón, porque sus dos derrotas fueron
precisamente en los enfrentamientos con los sorprendentes Cazadores.
Decepcionantes fueron las actuaciones de dos de los grandes favoritos,
Santiago y Ciego de Ávila, vencedores con holgura en los grupos clasificatorios
C y D, pero prácticamente impotentes en las acciones desarrolladas en la Ciudad
Héroe. Los anfitriones se desplomaron en los tres aspectos del juego,
especialmente en la defensa y los cachorros de tigres, casi nulos al bate,
bajaron en su defensiva y estuvieron lejos de sus posibilidades al bate.
Matanzas, sin cumplir las expectativas, logró al menos conseguir un lugar
en el podio por su ubicación en el tercer peldaño, en tanto que los huracanes
de Mayabeque, vencedores en el grupo B, para dejar fuera a dos potencias como
La Habana y Villa Clara, en Santiago no lograron vientos ni de remolino, por lo
que en su vertiginosa caída, no pararon hasta el sótano.
Este jueves, a partir de las 7:15 de la noche, el estadio Cándido González,
de Camagüey, acogerá el primer choque de la serie final y también el segundo,
señalado para el viernes, habrá traslado el sábado y durante domingo, lunes y
martes desde la 1:15 de la tarde se efectuarán, de ser necesarios, los tres
choques restantes, en el estadio 26 de Julio, de Artemisa.
El denominado Primer Torneo Nacional Sub-23 es, según mi punto de vista, un
paso importante para mejorar la calidad del béisbol cubano, pero hay varios
problemas que deberán resolverse para que pueda cumplir el objetivo de
consolidarse de cantera, de suministrador de grandes talentos a los equipos que
representen a las provincias en la Serie Nacional. Claro, que esto será tema de
un posterior comentario.
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