Las Tunas, Cuba.- Apoyados en un impresionante pitcheo, hermética defensa y un bateo oportuno en grado sumo, los cazadores de Artemisa clavaron tres flechas mortales a los toros de Camagüey y se ciñeron la corona del primer torneo nacional de béisbol, categoría hasta 23 años, terminado este domingo en el estadio 26 de Julio de la también llamada Villa Roja.
Después de realizar una labor encomiable en la etapa semifinal, los jóvenes
peloteros de Camagüey, recibieron 27 escones consecutivos a manos de los
excelentes lanzadores artemiseños, quienes solo admitieron 14 aislados
indiscutibles, menos de cinco como promedio por partido, al tiempo que les
propinaron la friolera de 40 ponches.
La serie final se inició el jueves anterior en el estadio Cándido González,
de Camagüey y los locales situaron en el box al estelar derecho Norge Luis
Ruíz, acabado de incorporar al róster, pero éste no se presentó en su mejor
forma, fue mal defendido y los Cazadores clavaron la primera flecha 3 X 0, porque
la dupla integrada por el abridor zurdo Misael Villa y el cerrador derecho, Yunieski
García, maniataron a sus rivales de manera casi absoluta.
El viernes los toros trataron de embestir con uno de sus buenos tiradores,
Arbelio Quiroz, pero los Cazadores volvieron a la carga para llevarse el
segundo triunfo con igual marcador de 3 X 0 y blanqueada para el abridor zurdo
Geonel Gutiérrez (14 ponches) y salvamento del derecho Rubén Hernández, que
tuvieron el apoyo de un cuadrangular del inicialista Yanio Pérez.
El sábado fue día de traslado hasta Artemisa y los toros obligados a ganar
tres juegos en casa ajena. Claro, que la mayoría de aficionados y
especialistas, entre ellos yo, tenía el convencimiento de que obtener el cetro
era para los Cazadores cuestión de tiempo, en su regreso a casa luego de más de
40 días de ausencia, desde que marcharon a Matanzas para enfrentar el grupo
clasificatorio A, en el que terminaron segundos.
Camagüey lanzó al ruedo a su mejor pítcher en las etapas clasificatoria y
semifinal, el zurdo Dariel Góngora, mas la suerte estaba echada y el muchacho
debió dejar la lomita apenas en el segundo capítulo. Los relevistas visitantes
nada pudieron hacer para impedir que los Cazadores pisaran la goma en seis
oportunidades, mientras que el veloz derecho Navid Cosme, abridor y el
relevista Yunieski García, también diestro, pintaran de blanco a los Toros por
tercera ocasión consecutiva.
Como se dice en buen cubano lo cortés no quita lo valiente y aunque debe
reconocerse el esfuerzo de los muchachos de Camagüey, lo real es que fueron
impotentes ante Artemisa: cayeron en los dos partidos de la semifinal y en la
serie por el banderín no pudieron marcar una sola carrera en 27 episodios.
Fue un gran triunfo para la versión hasta 23 años de los cazadores de
Artemisa, cuyos mayores ya habían dado la clarinada en la Serie 53 cuando
clasificaron para la postemporada en contra de todos los pronósticos. El
profundo trabajo que se ha hecho en esa joven provincia por los técnicos de
béisbol es muy encomiable y, sin dudas, tiene todas las condiciones para
repetir su presencia en la fase élite de la ya cercana edición número 54.
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