Con la victoria de Holanda sobre Uruguay 3-2 en la primera semifinal, está asegurado que la Copa de la FIFA quedará en Europa, porque los tulipanes tendrán de rival al ganador de este miércoles entre Alemania y España.
La última esperanza de América era Uruguay, pero un desplome de la defensa a partir del minuto 70 permitió los dos goles decisivos de un Holanda que volvió a funcionar bien, tanto en el ataque como en el trabajo de los zagueros y el dominio en la media cancha.
El primer gol de la naranja mecánica fue realmente antológico, digno de luchar con muchas posibilidades como el mejor del mundial. Fue un tirazo desde la izquierda a 36 metros, ejecutado en el minuto 18 por Van Brockhorst, quien sorprendió por completo al portero charrúa y se metió en el fondo de las redes rozando el larguero.
La combatividad de los guerreros de Washington Tabares, permitió la respuesta del formidable Diego Forlán, que en el minuto 41 disparó desde unos 26 metros para conseguir el empate de forma espectacular, con lo cual volvía a primar la paridad sobre la cancha del estadio de Ciudad del Cabo.
Después del descanso, los charrúas comenzaron a presionar en busca de la ventaja, pero Holanda mantuvo la sobriedad de su juego, su mejor trabajo en el centro del campo y volvió a tejer sus combinaciones frente a la cabaña rival.
La ventaja de la naranja mecánica llegó en el minuto 70 de forma inesperada. Un tiro raso de Snijder pasó por entre los defensas, pegó en la pierna de uno de ellos y penetró en las redes rozando el poste derecho, hacia donde se lanzó tardiamente el guardameta celeste.
No habían pasado tres minutos, corría el número 73 y un error garrafal de la zaga uruguaya, dejó completamente libre a Robben, quien cabeceó a placer hacia el ángulo izquierdo de la portería, sin que nada pudiera evitar la diana que aseguró a los tulipanes su presencia en la gran final, tal como ocurrió en Alemania Federal-1974 ante los anfitriones y frente al Argentina de 1978, aunque en ambos casos cayeron derrotados.
A pesar de que Tabares decidió sustituir a su estrella Diego Forlán, al parecer con algún problema físico, los charrúas siguieron presionando en toda la cancha y en tiempo de alargue, Maxi Pereira anotó el segundo gol y el pitazo final del árbitro se produjo cuando todos los uruguayos estaban frente a la puerta holandesa, en una muestra de entrega digna de encomio.
Este miércoles se repetirá el enfrentamiento que ocurrió en la final de la Copa de Europa-2008, cuando España superó a Alemania 1-0; pero en esta semifinal de Sudáfrica-2010, los teutones han mostrado más fútbol que la Furia Roja y, por eso, salen de favoritos para llegar a la disputa del preciado trofeo ante Holanda.
El equipo español no ha convencido ni a sus parciales, ni a los expertos, pero se sabe que los grandes se crecen ante otro grande y, para ser sincero, mi pronóstico es bastante reservado. Alemania no tendrá a Müller, su bujía inspiradora, por acumulación de tarjetas, mientras que la tropa de Vicente del Bosque cuenta con todos sus estelares.
Para muchos, yo entre ellos, el director técnico español debía dejar en la banca al Niño Torres, quien ha estado perdido en la cancha y situar en su lugar a Fernando Llorente, que lo ha hecho muy bien cuando se le dio la oportunidad. No obstante, el fútbol tiene sus cosas y quizás, si insiste con el Niño, este se gasta alguna de sus travesuras, porque calidad le sobra.
Debe ser un partido trepidante, en el cual la defensa germana tiene que tratar de hacer con Villa, algo similar a lo que con Messí, aunque el mejor jugador de fútbol del momento, estuvo muy por detrás, mientras que El Guaje, trabaja bien cerca del área de ataque y tiene el apoyo de dos grandes jugadores como Andrés Iniesta y Xavi Hernández.
¿Quién será el rival de Holanda? Menuda pregunta. Son dos escuadras de gran capacidad, con ligera ventaja teórica para España, pòr eso no me parece posible una goleada y no puede dudarse que el partido necesite tiempo extra. De algo si estoy seguro: será un regalo para quienes aprecian el buen fútbol.
La última esperanza de América era Uruguay, pero un desplome de la defensa a partir del minuto 70 permitió los dos goles decisivos de un Holanda que volvió a funcionar bien, tanto en el ataque como en el trabajo de los zagueros y el dominio en la media cancha.
El primer gol de la naranja mecánica fue realmente antológico, digno de luchar con muchas posibilidades como el mejor del mundial. Fue un tirazo desde la izquierda a 36 metros, ejecutado en el minuto 18 por Van Brockhorst, quien sorprendió por completo al portero charrúa y se metió en el fondo de las redes rozando el larguero.
La combatividad de los guerreros de Washington Tabares, permitió la respuesta del formidable Diego Forlán, que en el minuto 41 disparó desde unos 26 metros para conseguir el empate de forma espectacular, con lo cual volvía a primar la paridad sobre la cancha del estadio de Ciudad del Cabo.
Después del descanso, los charrúas comenzaron a presionar en busca de la ventaja, pero Holanda mantuvo la sobriedad de su juego, su mejor trabajo en el centro del campo y volvió a tejer sus combinaciones frente a la cabaña rival.
La ventaja de la naranja mecánica llegó en el minuto 70 de forma inesperada. Un tiro raso de Snijder pasó por entre los defensas, pegó en la pierna de uno de ellos y penetró en las redes rozando el poste derecho, hacia donde se lanzó tardiamente el guardameta celeste.
No habían pasado tres minutos, corría el número 73 y un error garrafal de la zaga uruguaya, dejó completamente libre a Robben, quien cabeceó a placer hacia el ángulo izquierdo de la portería, sin que nada pudiera evitar la diana que aseguró a los tulipanes su presencia en la gran final, tal como ocurrió en Alemania Federal-1974 ante los anfitriones y frente al Argentina de 1978, aunque en ambos casos cayeron derrotados.
A pesar de que Tabares decidió sustituir a su estrella Diego Forlán, al parecer con algún problema físico, los charrúas siguieron presionando en toda la cancha y en tiempo de alargue, Maxi Pereira anotó el segundo gol y el pitazo final del árbitro se produjo cuando todos los uruguayos estaban frente a la puerta holandesa, en una muestra de entrega digna de encomio.
Este miércoles se repetirá el enfrentamiento que ocurrió en la final de la Copa de Europa-2008, cuando España superó a Alemania 1-0; pero en esta semifinal de Sudáfrica-2010, los teutones han mostrado más fútbol que la Furia Roja y, por eso, salen de favoritos para llegar a la disputa del preciado trofeo ante Holanda.
El equipo español no ha convencido ni a sus parciales, ni a los expertos, pero se sabe que los grandes se crecen ante otro grande y, para ser sincero, mi pronóstico es bastante reservado. Alemania no tendrá a Müller, su bujía inspiradora, por acumulación de tarjetas, mientras que la tropa de Vicente del Bosque cuenta con todos sus estelares.
Para muchos, yo entre ellos, el director técnico español debía dejar en la banca al Niño Torres, quien ha estado perdido en la cancha y situar en su lugar a Fernando Llorente, que lo ha hecho muy bien cuando se le dio la oportunidad. No obstante, el fútbol tiene sus cosas y quizás, si insiste con el Niño, este se gasta alguna de sus travesuras, porque calidad le sobra.
Debe ser un partido trepidante, en el cual la defensa germana tiene que tratar de hacer con Villa, algo similar a lo que con Messí, aunque el mejor jugador de fútbol del momento, estuvo muy por detrás, mientras que El Guaje, trabaja bien cerca del área de ataque y tiene el apoyo de dos grandes jugadores como Andrés Iniesta y Xavi Hernández.
¿Quién será el rival de Holanda? Menuda pregunta. Son dos escuadras de gran capacidad, con ligera ventaja teórica para España, pòr eso no me parece posible una goleada y no puede dudarse que el partido necesite tiempo extra. De algo si estoy seguro: será un regalo para quienes aprecian el buen fútbol.
Etiquetas: deporte, fútbol, Copa Mundial, evento, Sudáfrica, Uruguay, Holanda, España, Alemania
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