Foto: Ernesto Peña Leyva
La noticia llenó de consternación a la comunidad periodística tunera y especialmente a la familia de la radio: Florencio Lugones Andrés, de 73 años de edad y fundador de la UPEC, falleció este sábado 17 de septiembre en la ciudad de Camagüey como consecuencia de una larga enfermedad, cuando ya se había acogido a la jubilación en la emisora provincial Radio Cadena Agramonte. (En la foto es el tercero de la fila de izquierda a derecha)
Lugones, natural de la ciudad de Holguín, vino a Las Tunas al triunfo de la Revolución y a partir de 1960 formó parte del grupo de jóvenes que fundaron la Asociación de Jóvenes Rebeldes, convertida en UJC el 4 de abril de 1962, en cuya dirección de Victoria de Las Tunas y de la región a la cual se incorporó Puerto Padre, formó parte en la atención a las tareas de propaganda.
En 1963 estuvo en el grupo fundador del semanario El Trabajador, pionero de la prensa revolucionaria en este territorio y de la primera delegación de la Unión de Periodistas de Cuba, formada por corresponsales voluntarios obreros. Fue el iniciador de la redacción informativa en la entonces Radio Circuito (hoy Radio Victoria), donde sostenía, gracias a un esfuerzo extraordinario, el noticiero bautizado con el nombre de Vanguardia.
Lo conocí en 1965, cuando me convertí en corresponsal de la radio desde el tejar Cristino Barreda, de la empresa de Cerámica Roja y él me ayudó a conocer los secretos de la redacción para ese medio, por lo que entablamos una gran amistad, la cual se profundizó, cuando a propuesta suya, la dirección del Partido en la región, me seleccionó para ocupar la nueva plaza de redactor en la emisora local.
Trabajar junto a Florencio Lugones fue para mí una verdadera escuela. Era un profesional extremadamente capaz, dinámico, incansable en la búsqueda de las primicias informativas, pero además, afable y comprensivo, aunque sin dejar de ser exigente a la hora de chequear el cumplimiento de cualquier tarea que confiara a un colega.
Colaboró de manera especial con los semanarios locales El Trabajador, Mochas y Caña, El Forjador y Veintiséis, con los diarios Sierra Maestra y Recta Final (Zafra del 70) de Oriente, los nacionales Hoy, Revolución, Granma y Juventud Rebelde, las emisoras Radio Progreso, Radio Liberación y Radio Revolución, de Santiago de Cuba.
Lugones estuvo entre los delegados de la región Tunas-Puerto Padre que participaron en el II Congreso de la UPEC (La Habana-1966) y en los años iniciales de la década del 70, decidió trasladarse para la vecina provincia de Camagüey, en cuya capital pasó a formar parte del departamento informativo de Radio Cadena Agramonte.
A partir de 1983 regresó a Las Tunas y trabajó en la emisora provincial Radio Victoria. En 1985 recibió la distinción Félix Elmusa, de la UPEC y, a mediados de la década del 90, volvió a trasladarse para la planta matriz de la radiodifusión en Camagüey, hasta su jubilación a principios de este siglo.
Con la desaparición física de Lugones, el periodismo cubano y en especial de Las Tunas y Camagüey, pierden un verdadero baluarte, un ejemplo de lo que debe ser un periodista en nuestra sociedad, un maestro de la redacción informativa radial y paradigma de profesional comprometido con su tiempo y permanencia firme junto a la Revolución y a su pueblo.
La noticia llenó de consternación a la comunidad periodística tunera y especialmente a la familia de la radio: Florencio Lugones Andrés, de 73 años de edad y fundador de la UPEC, falleció este sábado 17 de septiembre en la ciudad de Camagüey como consecuencia de una larga enfermedad, cuando ya se había acogido a la jubilación en la emisora provincial Radio Cadena Agramonte. (En la foto es el tercero de la fila de izquierda a derecha)
Lugones, natural de la ciudad de Holguín, vino a Las Tunas al triunfo de la Revolución y a partir de 1960 formó parte del grupo de jóvenes que fundaron la Asociación de Jóvenes Rebeldes, convertida en UJC el 4 de abril de 1962, en cuya dirección de Victoria de Las Tunas y de la región a la cual se incorporó Puerto Padre, formó parte en la atención a las tareas de propaganda.
En 1963 estuvo en el grupo fundador del semanario El Trabajador, pionero de la prensa revolucionaria en este territorio y de la primera delegación de la Unión de Periodistas de Cuba, formada por corresponsales voluntarios obreros. Fue el iniciador de la redacción informativa en la entonces Radio Circuito (hoy Radio Victoria), donde sostenía, gracias a un esfuerzo extraordinario, el noticiero bautizado con el nombre de Vanguardia.
Lo conocí en 1965, cuando me convertí en corresponsal de la radio desde el tejar Cristino Barreda, de la empresa de Cerámica Roja y él me ayudó a conocer los secretos de la redacción para ese medio, por lo que entablamos una gran amistad, la cual se profundizó, cuando a propuesta suya, la dirección del Partido en la región, me seleccionó para ocupar la nueva plaza de redactor en la emisora local.
Trabajar junto a Florencio Lugones fue para mí una verdadera escuela. Era un profesional extremadamente capaz, dinámico, incansable en la búsqueda de las primicias informativas, pero además, afable y comprensivo, aunque sin dejar de ser exigente a la hora de chequear el cumplimiento de cualquier tarea que confiara a un colega.
Colaboró de manera especial con los semanarios locales El Trabajador, Mochas y Caña, El Forjador y Veintiséis, con los diarios Sierra Maestra y Recta Final (Zafra del 70) de Oriente, los nacionales Hoy, Revolución, Granma y Juventud Rebelde, las emisoras Radio Progreso, Radio Liberación y Radio Revolución, de Santiago de Cuba.
Lugones estuvo entre los delegados de la región Tunas-Puerto Padre que participaron en el II Congreso de la UPEC (La Habana-1966) y en los años iniciales de la década del 70, decidió trasladarse para la vecina provincia de Camagüey, en cuya capital pasó a formar parte del departamento informativo de Radio Cadena Agramonte.
A partir de 1983 regresó a Las Tunas y trabajó en la emisora provincial Radio Victoria. En 1985 recibió la distinción Félix Elmusa, de la UPEC y, a mediados de la década del 90, volvió a trasladarse para la planta matriz de la radiodifusión en Camagüey, hasta su jubilación a principios de este siglo.
Con la desaparición física de Lugones, el periodismo cubano y en especial de Las Tunas y Camagüey, pierden un verdadero baluarte, un ejemplo de lo que debe ser un periodista en nuestra sociedad, un maestro de la redacción informativa radial y paradigma de profesional comprometido con su tiempo y permanencia firme junto a la Revolución y a su pueblo.