Las Tunas.- En la tarde de este miércoles, Higinio Vélez Carrión, Director Nacional de Béisbol, anunció en el estadio Latinoamericano, de La Habana, la nómina de 28 peloteros que representarán a Cuba en el III Clásico Mundial, cuyo calendario de grupos arrancará el venidero 2 de marzo.
La lista está integrada por los receptores Eriel Sánchez, Yosvani Peraza y Frank Camilo Morejón y los jugadores de cuadro, José Dariel Abreu, Luis Felipe Rivera, José Miguel Fernández, Andy Ibáñez, Erisbel Arruebarruena, Yulieski Gourriel y Raúl González.
Los jardines estará defendidos por Frederich Cepeda, Alfredo Despaigne, Guillermo Heredia, Alexei Bell y Yasmani Tomás, y los lanzadores son, Freddy Asiel Álvarez, Ismel Jiménez, Vladimir García, Yánder Guevara, Wílber Pérez, Raycel Iglesias, Norberto González, Leandro Martínez, Danny Betancourt, Odrisamer Despaigne, Alexánder Rodríguez y Diosdany Castillo.
Víctor Mesa, el mentor de los cubanos y el jefe técnico, Jorge Fuentes, explicaron lo difícil que resultó conformar este equipo y destacaron que el receptor villaclareño, Yulexis La Rosa y el lanzador tunero Darién Núñez acusaron síntomas de cansancio, y que el jardinero de Ciego de Ávila, Rusney Castillo, no pudo salir de su molesto slump ofensivo, razón que explica sus ausencias en la nómina.
Yo sería incapaz de negar que este es un gran equipo, pero tengo el criterio de que hay lagunas, especialmente en la receptoría donde es bien conocido que solo presenta garantía total en la defensa con Frank Camilo Morejón. Eriel Sánchez es un gran bateador, pero no es de los más destacados defensivamente, mientras que Yosvani Peraza prácticamente no juega en la posición, porque se desempeña en el rol de designado. Ojalá que el colectivo de dirección no tenga que lamentar la ausencia de Ariel Pestano.
Por otra parte, hay contradicciones a la hora de seleccionar a los atletas. Digo esto porque se insiste en que no se puede tener miedo en darle oportunidades a los jóvenes, sin embargo en el caso de los lanzadores, sobre todo, se decantaron figuras prometedoras y con resultados, para ceder la plaza a hombres que experimentados y con más de 30 años de edad, vieron pasar sus mejores momentos, como Leandro Martínez, mal en la etapa clasificatoria, Danny Betancourt y Alexánder Rodríguez, con brazos reparados, y Wílbert Pérez, emergido como Ave Fénix, cuando ya estaba pensando en el retiro.
Soy del criterio, y no porque sean precisamente de mi provincia, que merecieron la oportunidad de estar ente este gran evento, el derecho Carlos Juan Viera y el zurdo Darién Núñez. El primero fue Novato del Año en la serie 51 y en la actual ganó cuatro, perdió tres y salvó ¡12 juegos!, además de que trabajó con acierto en el proceso de entrenamiento, incluido un choque victorioso frente a los novatos de los Piratas de Campeche, en México, pese a sus escasos 22 años y el segundo, con sus 19 primaveras y siempre entre los mejores de Cuba en las categorías escolar, cadetes y juveniles, y buenas presentaciones en la preselección.
Justa resultó, desde mi punto de vista, la inclusión de Raúl González, el muchacho de Ciego de Ávila, atleta que ha venido creciendo en las últimas tres o cuatro temporadas y que es capaz de defender como el mejor la antesala, el campo corto y la intermedia, además de ser bateador consistente. Creo que es el utiliti por excelencia en el cuadro de la selección tricolor.
Tengo una preocupación en cuanto al cambia-cambia en los integrantes de la preselección. No es posible, por ejemplo, que un hombre que fue retirado del grupo por bajar su rendimiento, que no fue capaz de apoyar el esfuerzo de su equipo Granma en la pelea por la clasificación, que tuviera una buena actuación en el antepenúltimo partido del calendario y que eso solo le valiera no solo el regreso, sino la inclusión en el Cuba. Ese es el caso de Leandro Martínez.
También es preocupante que haya una sobrevaloración del resultado de un atleta en una temporada, porque son muchos los ejemplos de peloteros que fueron extraordinarios en una campaña y jamás pudieron acercarse a esas actuaciones, por lo que lo más acertado, en mi opinión, es valorar la trayectoria de tres, cuatro o cinco años, con buen rendimiento integral acumulado.
El pueblo de Cuba, pelotero por excelencia, espera mucho de este equipo, lo va a apoyar con el entusiasmo de siempre y eso implica un alto compromiso. Víctor Mesa y su colectivo de dirección tienen la responsabilidad de guiar a sus muchachos a cumplir las expectativas, de lo contrario, la decepción embargará a una afición que no perdona los errores. Ojalá que no se hayan equivocado en la conformación de esta novena.
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