La noticia no me sorprendió porque estaba convencido de que se había cometido una injusticia: El zurdo tunero Darién Núñez, foto de la derecha, fue llamado a última hora para entrar en la nómina de Cuba al III Clásico Mundial de Béisbol en sustitución del tirador de la propia mano, Leandro Martínez, de la provincia de Granma.
Pero considero esta decisión como un acto de justicia a medias. Sí, porque se mantuvo en el listado oficial al derecho de Guantánamo, Alexánder Rodríguez, en detrimento del también diestro, Carlos Juan Viera, foto de la izquierda e igualmente de esta provincia, un hombre que exhibe un envidiable aval y participante en 16 de las 22 victorias de los Leñadores en la etapa de clasificación de la campaña 52 de la pelota nacional.
¿Por qué se sustituye ahora a Leandro Martínez un atleta de 34 años de edad después que ‘’hizo el grado’’ de manera totalmente sorpresiva tras una campaña desastrosa, por encima de un talento de 19 como Darién Núñez y con un resultado absolutamente superior? Pienso que el colectivo técnico quiso enmendar su error.
Ante la duda, la dirección del equipo, al parecer tomó la decisión de probar la real forma de Martínez y este no pasó la prueba cuando fue llamado de relevo para enfrentar a un zurdo de Taipei, porque el mismo le disparó jonrón. Esto fue suficiente para que se llamara al jovencito del municipio de Amancio, al sur de Las Tunas.
Para que la rectificación fuera del todo justa, sin embargo, debió pasar lo mismo con Alexánder Rodríguez, quien en el mismo partido ante China Taipei en el cual se le dio la tarea de preservar una ventaja por diferencia mínima y no pasó la prueba, porque debido a su descontrol propicio que su equipo quedara al campo. Creo que era el momento de llamar a Viera, un joven de 22 años de edad, para sustituir al tirador de Baracoa, con más de 30 y antecedentes de problemas con su brazo de lanzar.
Esta situación puede provocar daños sicológicos al atentar contra la autoestima de Leandro Martínez, quien tras ser incluido en la nómina oficial, seguramente se sintió estimulado por la confianza depositada en él. Creo que el anuncio de su regreso a Cuba solo una semana después de haber partido hacia tierras asiáticas, debió constituir un golpe demoledor para sus aspiraciones de estar presente en el más importante evento beisbolero del Planeta.
Si el rendimiento en la Serie Nacional se toma como un parámetro importante para que un atleta sea llamado a la preselección, entonces debe aplicarse la fórmula a todos, salvo las excepciones que bien se conocen de jugadores probados, con una trayectoria brillante tanto en las campañas domésticas como en eventos internacionales y que pueden alcanzar su forma óptima en la preparación. Cualquier otra acción lleva a situaciones engorrosas, como las que acabamos de analizar.
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