Los muchachos de Víctor Mesa muestran paridad en los tres aspectos
fundamentales del juego, con destaque para la productividad ofensiva y un
pitcheo bien utilizado que tiene de guías indiscutibles al abridor zurdo Yoani
Yera y al cerrador diestro Carlos Juan Viera (en la foto), un refuerzo tunero
de lujo, que ya suma 13 puntos por juegos salvados, gracias a un absoluto
dominio sobre los bateadores rivales.
Los reptiles matanceros solo fueron detenidos en el segundo de los
enfrentamientos en su estancia holguinera, por el sensacional jovencito Norge
Luis Ruiz, camagüeyano devenido cachorro, quien superó en extraordinario duelo
2 X 1 al refuerzo tunero Yoelkis Cruz, un dignísimo rival. Las carreras locales
por jonrones de Dánel Castro y Lerys Aguilera y la única de Matanzas por
bambinazo de Lázaro Herrera.
En el resto de los compromisos terminados todos 2-1, los cazadores de Artemisa
superaron a los leopardos dulces de Villa Clara, los piratas de la Isla de la
Juventud a la aplanadora averiada de Santiago y los recuperados leones de
Industriales a los tabaqueros de Pinar del Río.
Los Cocodrilos están a tres rayas por delante de los Leopardos y los
Tabaqueros (37-26), a cinco de los Leones y los Cachorros (35-28) a seis de los
Cazadores y los Piratas (34-29) y a 11 de la Aplanadora (29-34), este último
euipo prácticamente fuera de la pelea, obligado a ganar todos los partidos y
esperar por un desplome, casi imposible de los cuatro que tiene por encima.
Este domingo comienzan cuatro nuevos duelos, pero toda la afición tendrá la
vista puesta en lo que ocurra en el estadio Capitán San Luis, de Pinar del Río,
sede de los Tabaqueros, quienes tratarán de marear a los Cocodrilos con el humo
de la aromática hoja, tarea bien complicada porque solo para darle alcance
deberán vencerlos por barrida.
En mi opinión, basada en la forma exhibida por todos los equipos en esta
segunda etapa, los cocodrilos de Matanzas deben mantener su privilegiada
posición y continuar su marcha inexorable hacia la discusión del título por
segundo año consecutivo, con todas las posibilidades de ceñirse la corona en
poder de los leopardos de Villa Clara, que deben apurarse para defenderla.
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