miércoles, diciembre 17, 2014

La mejor noticia del fin de año



Una alegría extraordinaria embargó al pueblo de Cuba y explotó literalmente en horas del mediodía de este miércoles 17 de diciembre de 2015, cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, anunció al mundo la liberación de los tres compatriotas que permanecían injustamente en cárceles norteamericanas, así como importantes pasos para normalizar  las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
Fue una explosión de júbilo que se extendió desde el Cabo de San Antonio, hasta la Punta de Maisí. Todo un país veía coronado el anhelo propio y de millones de seres humanos en los más apartados rincones del Planeta, de ver regresar a sus héroes antiterroristas, a los hermanos cuyo único supuesto delito era preservar la vida de personas inocentes. Conocimos la mejor noticia del fin de año.
En lo personal, recordé de manera entrañable, la firme palabra del querido Fidel, pronunciada en el año 2001  durante un multitudinario acto de protesta por las excesivas e injustas condenas a que fueron sometidos cinco cubanos que tenían la misión de impedir acciones terroristas contra nuestro pueblo desde territorio estadounidense: ¡Volverán¡
Imagino lo feliz que estará nuestro invicto Comandante en Jefe, supongo que si todavía no lo ha hecho, estará a punto de estrecharse en tiernos abrazos de padre cariñoso, con cada uno de los Cinco, de esos héroes de la Patria, ejemplo de respeto por los ideales patrios, de amor profundo por la obra de los Padres Fundadores, de aquellos que desde el 10 de octubre de 1868, nos legaron una nación que fue, es y será por siempre, Con todos y para el bien de todos.
No todo está resuelto, por supuesto, porque a la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los dos países, deberá agregarse y, confiemos en que sea en futuro inmediato o cercano, la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero  que los sucesivos gobiernos de Estados Unidos han mantenido sobre Cuba desde 1960, con el objetivo de rendir por hambre o enfermedades a millones de personas solo porque escogieron vivir en una sociedad distinta, más justa y equitativa.
Todo el pueblo se une a la expresión de nuestro Presidente Raúl Castro de que el gesto de Barak Obama merece el respeto y el reconocimiento no solo de Cuba, sino del mundo, porque contribuye a aflojar las tensiones en todas las latitudes, cuyos habitantes precisan de nuevas relaciones, de búsqueda de entendimiento, de  beneficio mutuo, en un clima de paz.
Los cubanos que permanecemos en la Patria y aquellos que marcharon a otras naciones en busca de distintos horizontes, todos por igual, aplaudimos estos pasos de entendimiento, de relaciones absolutamente normales, con intercambio cotidiano, visitas recíprocas, vínculos de toda índole, para tranquilidad de las familias sin que medien las limitaciones por diferencias políticas o de otra índole.
Es maravilloso que los cubanos, donde quiera que estén, puedan sentirse cercanos, sin nada que limite sus relaciones. Es lo más civilizado y justo que haya podido ocurrir y una decisión de esta naturaleza, pese a las críticas que recibirá de la poderosa ultraderecha de Estados Unidos, le otorga a Barak Obama, un lugar de privilegio en la historia de esa poderosa nación.
Y lo más importante: Esta extraordinaria noticia, reafirma el criterio de los más renombrados líderes progresistas de los últimos dos siglos, acerca de que un mundo mejor es posible, que todas las naciones pueden mantener relaciones, intercambiar civilizadamente para beneficio propio a pesar de sus diferencias. Solo necesitamos que los gobernantes pongan en práctica el racional concepto encerrado en las sabias palabras del Benemérito de Las Américas, el mexicano Benito Juárez, cuando afirmó: ’’ El respeto al derecho ajeno es la paz’’

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