Preselección de béisbol de Las Tunas
Completa disposición para enfrentar el reto
Los 38 peloteros que integran la preselección beisbolera de esta oriental provincia cubana con vistas a la venidera Serie Nacional, entrenan desde el 18 de septiembre en el estadio Julio Antonio Mella y en todos se aprecia la disposición de enfrentar el reto que constituye mantenerse en el grupo de la vanguardia, al cual llegaron para quedarse en la pasada contienda.
Ermidelio Urrutia, el triunfador timonel de la escuadra local, está al frente de esta etapa definitoria en lo que pueda hacer el equipo en la competencia, quien está acompañado por un grupo de prestigiosos entrenadores, en los que existe un excelente espíritu de trabajo y cooperación.
Rolando Ponce de León, una reconocida autoridad en cuanto a sus conocimientos y dominio de los elementos teórico-prácticos del entrenamiento, es el responsable de la preparación física, apoyado por los entrenadores Jorge Hierrezuelo y Abeisy Pantoja, además de los técnicos de pitcheo Isidro González, Elio González y el pinareño Orlando Haces, quien tiene mucha experiencia en esta área, por lo que su colaboración es muy valiosa.
El martes hice una visita al estadio Julio Antonio Mella y tuve la posibilidad de comprobar el entusiasmo y el interés de todo el grupo, con el objetivo de alcanzar la forma óptima y responder a las expectativas del pueblo tunero.
Ermidelio, contento por el estado de ánimo de atletas y entrenadores, no está satisfecho. ¿Por qué?
“Me siento feliz porque los muchachos responden de maravillas a las exigencias del entrenamiento; pero es preciso señalar que tuvimos considerables atrasos en el inicio de la preparación. Los lanzadores debieron comenzar el día 4 de septiembre y el resto de los jugadores el 11, algo que no pudo ser por dificultades con el alojamiento.
“Esta situación provocó que el grupo completo comenzara el entrenamiento el día 18. Hemos planificado nueve microciclos de una semana cada uno; de los cuales seis son de preparación física general y tres se dedicarán a la parte especial o específica, con menos carga y énfasis en los presupuestos técnico-tácticos de cada área.”
El criterio general es que en estos primeros días se ha realizado un buen trabajo en todas las áreas y en el pitcheo, por ejemplo, el técnico Isidro González, afirma que los planes se ajustaron y se recuperó parte del tiempo perdido.
Los muchachos están bien de salud, no hay lesionados en estos momentos y todos entrenan fuerte diariamente. A pesar de las constantes lluvias, se aprovecha el tiempo en sesiones de levantamiento de pesas de forma dosificada y se utilizan las jaulas de bateo situadas detrás de la pizarra del “Mella”, donde los bateadores conectan los envíos de la máquina de lanzar.
En relación con los posibles topes previstos en esta etapa, Ermidelio apuntó:
“Como tenemos ese déficit inicial de entrenamiento, buscaremos topar en la etapa de preparación especial y aquí en nuestro terreno, con el objetivo de realizar las tareas previstas después de la celebración de los juegos; algo que se dificultaría si viajamos a otra provincia.
“Del 10 al 20 de noviembre está previsto que participemos en una Copa que organizará Santiago de Cuba, con la presencia de equipos de todo el oriente, hasta Villa Clara. Este es una buena oportunidad para dar los toques finales a la preparación.”
En esta oportunidad, pude comprobar que se cuenta con los implementos necesarios para llevar adelante la preparación, además de los medios auxiliares, fundamentalmente las mamparas para el bateo de la bola bombeada, las jaulas y la máquina de lanzar.
Acerca del importante engranaje para garantizar la calidad en la cadena entrenamiento-alimentación-descanso, el consenso general es que puede calificarse de regular. Al respecto dice Urrutia::
“La parte de la preparación está bien, se trabaja de acuerdo con lo planificado; sobre la alimentación consideramos que es regular, porque es preciso mejorar la calidad de su elaboración; al tiempo que necesitamos una mayor presencia de vegetales y frutas en la dieta de los atletas.
“En cuanto al descanso, las condiciones han mejorado y los muchachos tienen la posibilidad de recuperarse del esfuerzo realizado durante el día; aunque se hacen esfuerzos para que los dormitorios sean más acogedores.”
Salvo el retraso inicial, la preparación marcha bien y se percibe el deseo de atletas y entrenadores de alcanzar un resultado similar o superior al de la pasada contienda, en la cual se hizo historia y marcó un hito en los más de 100 años de la pelota tunera.
Ahora bien, habrá que prestar toda la atención que necesita este grupo de peloteros y entrenadores, porque si difícil es llegar, mucho más complejo es mantenerse. Ellos tienen toda la disposición, el deber de los demás, desde las máximas instancias hasta el más simple aficionado, es el apoyo absoluto a su gestión. Solo así, volveremos a vivir los días felices de pasada Serie Nacional.
Completa disposición para enfrentar el reto
Los 38 peloteros que integran la preselección beisbolera de esta oriental provincia cubana con vistas a la venidera Serie Nacional, entrenan desde el 18 de septiembre en el estadio Julio Antonio Mella y en todos se aprecia la disposición de enfrentar el reto que constituye mantenerse en el grupo de la vanguardia, al cual llegaron para quedarse en la pasada contienda.
Ermidelio Urrutia, el triunfador timonel de la escuadra local, está al frente de esta etapa definitoria en lo que pueda hacer el equipo en la competencia, quien está acompañado por un grupo de prestigiosos entrenadores, en los que existe un excelente espíritu de trabajo y cooperación.
Rolando Ponce de León, una reconocida autoridad en cuanto a sus conocimientos y dominio de los elementos teórico-prácticos del entrenamiento, es el responsable de la preparación física, apoyado por los entrenadores Jorge Hierrezuelo y Abeisy Pantoja, además de los técnicos de pitcheo Isidro González, Elio González y el pinareño Orlando Haces, quien tiene mucha experiencia en esta área, por lo que su colaboración es muy valiosa.
El martes hice una visita al estadio Julio Antonio Mella y tuve la posibilidad de comprobar el entusiasmo y el interés de todo el grupo, con el objetivo de alcanzar la forma óptima y responder a las expectativas del pueblo tunero.
Ermidelio, contento por el estado de ánimo de atletas y entrenadores, no está satisfecho. ¿Por qué?
“Me siento feliz porque los muchachos responden de maravillas a las exigencias del entrenamiento; pero es preciso señalar que tuvimos considerables atrasos en el inicio de la preparación. Los lanzadores debieron comenzar el día 4 de septiembre y el resto de los jugadores el 11, algo que no pudo ser por dificultades con el alojamiento.
“Esta situación provocó que el grupo completo comenzara el entrenamiento el día 18. Hemos planificado nueve microciclos de una semana cada uno; de los cuales seis son de preparación física general y tres se dedicarán a la parte especial o específica, con menos carga y énfasis en los presupuestos técnico-tácticos de cada área.”
El criterio general es que en estos primeros días se ha realizado un buen trabajo en todas las áreas y en el pitcheo, por ejemplo, el técnico Isidro González, afirma que los planes se ajustaron y se recuperó parte del tiempo perdido.
Los muchachos están bien de salud, no hay lesionados en estos momentos y todos entrenan fuerte diariamente. A pesar de las constantes lluvias, se aprovecha el tiempo en sesiones de levantamiento de pesas de forma dosificada y se utilizan las jaulas de bateo situadas detrás de la pizarra del “Mella”, donde los bateadores conectan los envíos de la máquina de lanzar.
En relación con los posibles topes previstos en esta etapa, Ermidelio apuntó:
“Como tenemos ese déficit inicial de entrenamiento, buscaremos topar en la etapa de preparación especial y aquí en nuestro terreno, con el objetivo de realizar las tareas previstas después de la celebración de los juegos; algo que se dificultaría si viajamos a otra provincia.
“Del 10 al 20 de noviembre está previsto que participemos en una Copa que organizará Santiago de Cuba, con la presencia de equipos de todo el oriente, hasta Villa Clara. Este es una buena oportunidad para dar los toques finales a la preparación.”
En esta oportunidad, pude comprobar que se cuenta con los implementos necesarios para llevar adelante la preparación, además de los medios auxiliares, fundamentalmente las mamparas para el bateo de la bola bombeada, las jaulas y la máquina de lanzar.
Acerca del importante engranaje para garantizar la calidad en la cadena entrenamiento-alimentación-descanso, el consenso general es que puede calificarse de regular. Al respecto dice Urrutia::
“La parte de la preparación está bien, se trabaja de acuerdo con lo planificado; sobre la alimentación consideramos que es regular, porque es preciso mejorar la calidad de su elaboración; al tiempo que necesitamos una mayor presencia de vegetales y frutas en la dieta de los atletas.
“En cuanto al descanso, las condiciones han mejorado y los muchachos tienen la posibilidad de recuperarse del esfuerzo realizado durante el día; aunque se hacen esfuerzos para que los dormitorios sean más acogedores.”
Salvo el retraso inicial, la preparación marcha bien y se percibe el deseo de atletas y entrenadores de alcanzar un resultado similar o superior al de la pasada contienda, en la cual se hizo historia y marcó un hito en los más de 100 años de la pelota tunera.
Ahora bien, habrá que prestar toda la atención que necesita este grupo de peloteros y entrenadores, porque si difícil es llegar, mucho más complejo es mantenerse. Ellos tienen toda la disposición, el deber de los demás, desde las máximas instancias hasta el más simple aficionado, es el apoyo absoluto a su gestión. Solo así, volveremos a vivir los días felices de pasada Serie Nacional.
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