sábado, octubre 20, 2007

XII Juegos Mundiales de Olimpíadas Especiales
Una experiencia inolvidable
Las Tunas.-Uno de los eventos deportivos de más carga de sentimiento humano en el mundo es el de las Olimpíadas Especiales, en cuyas citas participan personas con diferentes grados de discapacidad mental, quienes compiten bajo el significativo lema de “Quiero ganar, pero si no puedo quiero ser valiente en el intento”.
Hace apenas una semana, en la populosa ciudad de Shanghai, en China, culminaron los XII Juegos Mundiales de Olimpíadas Especiales, en los cuales Cuba, con solo 23 atletas, alcanzó 33 medallas, en dura porfía con fraternos rivales de 164 países de los cinco continentes.
En la delegación de la Mayor de las Antillas, sobresalió una chica de solo 14 años, la gimnasta y abanderada, Yenni de la Caridad Rodríguez Salgado, estudiante de la escuela especial Luis Augusto Turcios Lima, de la ciudad de Las Tunas.
La adolescente, que compitió en las pruebas de gimnasia rítmica deportiva, categoría F-1, lo hizo de maravillas `para erigirse como la máxima acumuladora (la más completa de la lid) y encabezar el aporte a la embajada tricolor con dos medallas de oro y tres de plata.
Tuve el honor de visitar el humilde hogar de la esbelta muchacha en la zona de San José, de la capital tunera y conocí, de primera mano, las vivencias de quien, en el comienzo mismo de su existencia, ya alcanzó la Gloria Olímpica.
¿Cómo fue la competencia, cómo te sentiste tan lejos de tu país y qué momentos resultaron más emocionantes para ti?
“La competencia fue muy linda y yo la disfruté mucho porque me gustan todos los juegos, aunque el que más prefiero es el de la pelota. Las rivales más fuertes eran las chinas, pero les pude ganar porque me acordé mucho de los consejos de mis profesoras en la escuela, ya que tuvimos poca preparación en La Habana antes de partir para China.
“Fue una experiencia muy linda, compartimos con muchas niños y niñas; la atención, de primera en el hotel donde estábamos. Shanghai es una ciudad enorme, preciosa y la sala de competencias muy grande y hermosa, siempre llena de personas que nos aplaudían. Todo ese ambiente nos daba ánimos, porque extrañábamos mucho a Cuba”.
La alegría y la satisfacción eran visibles en el rostro de esta niña, con quien establecí una conversación muy amena, en presencia de sus padres, Roel Rodríguez Cartón y Angelina Salgado Rondón, orgullosos y felices de su retoño, convertido en Estrella Universal.
Las respuestas de Yenni me sorprendieron más de una vez. Por ejemplo, le pregunté ¿qué sentiste al recibir las medallas, pero especialmente cuando alcanzaste las dos de oro?
“Una emoción muy grande, profunda, porque es un sentimiento muy lindo el que se siente cuando tocan el himno nacional y uno ve la bandera más alta que las otras. Allí sentí que ser cubano es lo máximo; por eso dediqué mis triunfos a Fidel y a todos los niños de mi país”.
Y cuando le pedí que me narrara alguna anécdota, sus ojos brillaron intensamente, esbozó una linda sonrisa y me dijo:
“Hay muchas situaciones lindas que no olvidaré jamás, pero hubo una muy fea y fue cuando una señora de la delegación de otro país que hablaba en Español, me propuso que le cambiara mis medallas por una mochila con algunos regalos dentro. Le respondí que no las cambiaba por nada del mundo, porque yo las había ganado, pero les pertenecían a mi pueblo. ¡Oiga, qué mal me cayó aquello!”
Es la primera experiencia internacional de Yenni, quien habla con mucho cariño de sus maestros y compañeritos de la escuela y, sobre todo de sus profesoras de Educación Física Dania Reyes Yero y Yuliet Torres Lorenzo, quienes tuvieron la amabilidad de acompañarme en la visita a la campeona.
Dania fue quien inició a Yenni en la práctica de la gimnasia rítmica deportiva y asegura que, desde los ocho años se observaron posibilidades de desarrollo en ella, hasta que en los V Juegos Nacionales de Olimpíadas Especiales, celebrados en La Habana en noviembre del 2006, tuvo una sobresaliente actuación, al ganar dos medallas de oro y una de bronce; resultado que le sirvió para integrar la delegación cubana a la cita mundial de Shanghai.
La actuación de los chicos cubanos de la Enseñanza Especial en general y de la tunerita Yenni Rodríguez en particular ratifica la justeza de la política educacional de nuestro país en este sensible grupo de personas con alguna discapacidad.
Mientras en otros países, esas personas viven abandonadas a su suerte y especialmente en Estados Unidos, algunas son hasta condenadas a muerte; en Cuba se les educa, se les protege y se les permite desarrollar sus capacidades físicas en la práctica del deporte y la recreación. ¿De qué respeto a los derechos humanos hablan los enemigos de esta Isla de la Libertad, cuando son ellos quienes los violan día a día y de manera alevosa?


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