Yohandrys Hernández
Campeón por partida doble
El mejor pesista de América, Yohandrys Hernández Cobas, no solo es campeón en su deporte, lo es también en la vida personal y familiar. Constituye un ejemplo para sus compañeros de equipo y, de igual modo lo consideran como tal, los cubanos de su generación.
Nacido en San Antonio del Sur, Guantánamo, hace 27 años, se trasladó con la familia a Las Tunas cuando tenía 12 y aquí dio los primeros pasos en las pesas, de la mano del entrenador, Luis Rivero. Comenzó a participar en los eventos de las categorías inferiores en representación de Majibacoa; razón por lo cual no fuimos pocos los que pensamos que era oriundo de ese municipio.
En los Juegos Escolares y los torneos juveniles solo pudo alcanzar medallas de plata y bronce, en las categorías de 46, 50 y 69 kilogramos; llegó al equipo nacional para que compitiera en 94, aunque en los Panamericanos de Santo Domingo-2003, se tiró en los 85 y consiguió una medalla de bronce.
Acaba de regresar de Tailandia, donde logró la mejor actuación de su carrera deportiva y, en su casa, junto a su esposa, Brizaida Ramos, integrante de la selección cubana de hockey sobre césped, rememora lo ocurrido en la cita planetaria:
“Fue un evento muy difícil, sobre todo porque tuvimos poco tiempo de recuperación después de los Panamericanos. La intención era tirarle a mis mejores marcas, pero tanto en el arranque, como en el envión, fallé los segundos intentos y esto me impidió buscar un mayor peso en la última oportunidad.
“Estoy contento con mi medalla de oro en el envión (220 kilos) y la plata del total (393). Ahora, después de un breve descanso regresaré al entrenamiento para buscar la forma óptima con la vista puesta en la Olimpíada de Beijing. Sé que la tarea es fuerte, pero voy por una presea de cualquier color.”
Este sencillo muchacho es un ejemplo también en el hogar. Ama entrañablemente a su mamá, Ana Iris Cobas, quien lo apoya, lo aconseja y sigue sus actuaciones con tanta atención que cuando él comienza a levantar le parece que “la vieja me ayuda con el peso”.
También habla con mucho cariño y respeto de sus hermanas, Yamila, la mayor, que vive en Guantánamo y Yaneisy, la más chica, residente en la capital tunera.
Unido a Brizaida Ramos desde hace cuatro años, tiene un hijo de dos, Jason Joan, quien es la alegría de la familia, residente en la calle 6 número 2, en el reparto La Victoria; en esta ciudad. Ambos aseguran que se complementan muy bien, que se apoyan mutuamente en todas las tareas de la casa de su suegra, Nidya Pérez Guerra, que les brinda una ayuda inestimable.
Querido y respetado por familiares, vecinos, compañeros en el deporte, amigos y aficionados, Yohandrys Hernández es un campeón de la vida; un hombre que merece todo el reconocimiento y la atención de esta sociedad que lo ha formado y a la cual enaltece cada vez que levanta casi el triple de su peso corporal.
Campeón por partida doble
El mejor pesista de América, Yohandrys Hernández Cobas, no solo es campeón en su deporte, lo es también en la vida personal y familiar. Constituye un ejemplo para sus compañeros de equipo y, de igual modo lo consideran como tal, los cubanos de su generación.
Nacido en San Antonio del Sur, Guantánamo, hace 27 años, se trasladó con la familia a Las Tunas cuando tenía 12 y aquí dio los primeros pasos en las pesas, de la mano del entrenador, Luis Rivero. Comenzó a participar en los eventos de las categorías inferiores en representación de Majibacoa; razón por lo cual no fuimos pocos los que pensamos que era oriundo de ese municipio.
En los Juegos Escolares y los torneos juveniles solo pudo alcanzar medallas de plata y bronce, en las categorías de 46, 50 y 69 kilogramos; llegó al equipo nacional para que compitiera en 94, aunque en los Panamericanos de Santo Domingo-2003, se tiró en los 85 y consiguió una medalla de bronce.
Acaba de regresar de Tailandia, donde logró la mejor actuación de su carrera deportiva y, en su casa, junto a su esposa, Brizaida Ramos, integrante de la selección cubana de hockey sobre césped, rememora lo ocurrido en la cita planetaria:
“Fue un evento muy difícil, sobre todo porque tuvimos poco tiempo de recuperación después de los Panamericanos. La intención era tirarle a mis mejores marcas, pero tanto en el arranque, como en el envión, fallé los segundos intentos y esto me impidió buscar un mayor peso en la última oportunidad.
“Estoy contento con mi medalla de oro en el envión (220 kilos) y la plata del total (393). Ahora, después de un breve descanso regresaré al entrenamiento para buscar la forma óptima con la vista puesta en la Olimpíada de Beijing. Sé que la tarea es fuerte, pero voy por una presea de cualquier color.”
Este sencillo muchacho es un ejemplo también en el hogar. Ama entrañablemente a su mamá, Ana Iris Cobas, quien lo apoya, lo aconseja y sigue sus actuaciones con tanta atención que cuando él comienza a levantar le parece que “la vieja me ayuda con el peso”.
También habla con mucho cariño y respeto de sus hermanas, Yamila, la mayor, que vive en Guantánamo y Yaneisy, la más chica, residente en la capital tunera.
Unido a Brizaida Ramos desde hace cuatro años, tiene un hijo de dos, Jason Joan, quien es la alegría de la familia, residente en la calle 6 número 2, en el reparto La Victoria; en esta ciudad. Ambos aseguran que se complementan muy bien, que se apoyan mutuamente en todas las tareas de la casa de su suegra, Nidya Pérez Guerra, que les brinda una ayuda inestimable.
Querido y respetado por familiares, vecinos, compañeros en el deporte, amigos y aficionados, Yohandrys Hernández es un campeón de la vida; un hombre que merece todo el reconocimiento y la atención de esta sociedad que lo ha formado y a la cual enaltece cada vez que levanta casi el triple de su peso corporal.
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