Las Tunas, Cuba.- El equipo del municipio cabecera ratificó su condición de monarca de la pelota en esta oriental provincia, al superar este martes a Jobabo 12 X 8, en el último y definitorio partido de la serie final en la edición número 35, celebrado en el estadio Ángel López Jiménez, de aquí.
Los tuneros, quienes forman sin dudas el conjunto más completo de este territorio, habían ganado el primer compromiso de esta gran final 3 X 0, de visitante en el estadio jobabense Batalla de Palo Seco, remozado convenientemente por el esfuerzo de las autoridades de aquel municipio, con el apoyo entusiasta de todo el pueblo, encabezado por el movimiento de Peñas Deportivas.
Pese a ser la victoria que definió la retención del título de la novena local, no resultó un choque atractivo, especialmente por la pésima defensa general y sobre todo de los visitantes, además de muchas imprecisiones tácticas y la falta de efectividad de la mayoría de los lanzadores actuantes por uno y otro bando.
El partido arrancó lastrado por el torpedero anfitrión Leonardo Laffita que, con un error en fildeo sobre un lance fácil ya con dos outs y las bases llenas, abrió las puertas del jon a dos corredores de Jobabo. Desde ese mismo instante se pudo apreciar que el abridor local Yasel Nava no estaba en las mejores condiciones.
Yudiel Rodríguez, el estelar zurdo visitante si comenzó de manera efectiva, combinando muy bien su bola rápida de alrededor de 87 millas con su magnífico rompimiento, apoyándose además en cierta ansiedad de los bateadores rivales, quienes intentaban conectar sobre envíos que caían en zona mala.
El mentor local, Jorge Hierrezuelo, se percató de la situación y orientó a sus pupilos que dejaran trabajar al zurdo, lo cual le dio resultado. Después de un tercio tranquilo, El zurdo Yudiel regaló dos bases por bolas, admitió un par de cohetes cuando quiso buscar la zona buena y sus compañeros cometieron tres errores, suficientes para un racimo de cinco carreras en el cuarto capítulo.
Nava se arregló un tanto y pudo escapar frente a la artillería jobabense por lo que trabajó hasta el quinto para dejar la pizarra con ventaja de 5 X 2 que le proporcionó, al final, el crédito de la victoria. En el sexto inning se hizo cargo de la lomita de los campeones, el también derecho Luis Manuel Naranjo.
De pronto se rompió la tranquilidad para la afición presente, porque Naranjo no se pudo sostener, le conectaron con facilidad y le anotaron un par de veces para cerrar el marcador 5 X 4, por lo que Hierrezuelo debió acudir a su mejor cerrador, Erick Sánchez, quien evitó que se produjera el empate.
La tropa de casa amplió en el séptimo acto con una carrera más y selló el triunfo por un gran racimo de seis en el final del octavo gracias a su ofensiva productiva y el absoluto desplome defensivo de los muchachos de José Luis Moreno. Con ventaja de 12 X 4, Erick Sánchez solo necesitaba tres outs para anotarse punto por juego salvado y ratificar la corona de su equipo, algo así como “pan comido”.
Pero la pelota es muy grande y un pítcher que estaba dominando como quería, perdió la goma y después fue bateado con una facilidad pasmosa. Jobabo se quedó corto porque pisó el jon solo cuatro veces en ese capítulo del adiós, pero la cosa se puso fea y en definitiva, Hierrezuelo debió convocar a Luis Mario Jiménez, que sacó los dos últimos outs y se acreditó el salvamento.
En definitiva, el equipo del municipio de Las Tunas volvió a ratificar que es integralmente muy superior al resto de los conjuntos de la provincia, pero se puso de manifiesto el avance logrado por los técnicos de la base en Jobabo, Colombia y Manatí, fundamentalmente, por lo que los de la capital del territorio no pueden dormirse en los laureles.
Este campeonato número 35 mostró avances organizativos, mas el departamento de béisbol, la dirección de deportes y el resto de los organismos y entidades vinculados a la buena marcha de esta actividad, deberán trabajar duro para alcanzar la calidad integral de un evento que constituye el principal espectáculo para el disfrute del pueblo de Las Tunas.
Además, desde el punto de vista puramente competitivo es inadmisible que en un torneo de la primera categoría, crecieran desmesuradamente las deficiencias técnico-tácticas y, peor aún, que hubiera equipos que cometieran 10 errores físicos en un encuentro y que el promedio de pifias por cada choque estuviera cerca de los cuatro. ¡Eso no puede ser!
Los tuneros, quienes forman sin dudas el conjunto más completo de este territorio, habían ganado el primer compromiso de esta gran final 3 X 0, de visitante en el estadio jobabense Batalla de Palo Seco, remozado convenientemente por el esfuerzo de las autoridades de aquel municipio, con el apoyo entusiasta de todo el pueblo, encabezado por el movimiento de Peñas Deportivas.
Pese a ser la victoria que definió la retención del título de la novena local, no resultó un choque atractivo, especialmente por la pésima defensa general y sobre todo de los visitantes, además de muchas imprecisiones tácticas y la falta de efectividad de la mayoría de los lanzadores actuantes por uno y otro bando.
El partido arrancó lastrado por el torpedero anfitrión Leonardo Laffita que, con un error en fildeo sobre un lance fácil ya con dos outs y las bases llenas, abrió las puertas del jon a dos corredores de Jobabo. Desde ese mismo instante se pudo apreciar que el abridor local Yasel Nava no estaba en las mejores condiciones.
Yudiel Rodríguez, el estelar zurdo visitante si comenzó de manera efectiva, combinando muy bien su bola rápida de alrededor de 87 millas con su magnífico rompimiento, apoyándose además en cierta ansiedad de los bateadores rivales, quienes intentaban conectar sobre envíos que caían en zona mala.
El mentor local, Jorge Hierrezuelo, se percató de la situación y orientó a sus pupilos que dejaran trabajar al zurdo, lo cual le dio resultado. Después de un tercio tranquilo, El zurdo Yudiel regaló dos bases por bolas, admitió un par de cohetes cuando quiso buscar la zona buena y sus compañeros cometieron tres errores, suficientes para un racimo de cinco carreras en el cuarto capítulo.
Nava se arregló un tanto y pudo escapar frente a la artillería jobabense por lo que trabajó hasta el quinto para dejar la pizarra con ventaja de 5 X 2 que le proporcionó, al final, el crédito de la victoria. En el sexto inning se hizo cargo de la lomita de los campeones, el también derecho Luis Manuel Naranjo.
De pronto se rompió la tranquilidad para la afición presente, porque Naranjo no se pudo sostener, le conectaron con facilidad y le anotaron un par de veces para cerrar el marcador 5 X 4, por lo que Hierrezuelo debió acudir a su mejor cerrador, Erick Sánchez, quien evitó que se produjera el empate.
La tropa de casa amplió en el séptimo acto con una carrera más y selló el triunfo por un gran racimo de seis en el final del octavo gracias a su ofensiva productiva y el absoluto desplome defensivo de los muchachos de José Luis Moreno. Con ventaja de 12 X 4, Erick Sánchez solo necesitaba tres outs para anotarse punto por juego salvado y ratificar la corona de su equipo, algo así como “pan comido”.
Pero la pelota es muy grande y un pítcher que estaba dominando como quería, perdió la goma y después fue bateado con una facilidad pasmosa. Jobabo se quedó corto porque pisó el jon solo cuatro veces en ese capítulo del adiós, pero la cosa se puso fea y en definitiva, Hierrezuelo debió convocar a Luis Mario Jiménez, que sacó los dos últimos outs y se acreditó el salvamento.
En definitiva, el equipo del municipio de Las Tunas volvió a ratificar que es integralmente muy superior al resto de los conjuntos de la provincia, pero se puso de manifiesto el avance logrado por los técnicos de la base en Jobabo, Colombia y Manatí, fundamentalmente, por lo que los de la capital del territorio no pueden dormirse en los laureles.
Este campeonato número 35 mostró avances organizativos, mas el departamento de béisbol, la dirección de deportes y el resto de los organismos y entidades vinculados a la buena marcha de esta actividad, deberán trabajar duro para alcanzar la calidad integral de un evento que constituye el principal espectáculo para el disfrute del pueblo de Las Tunas.
Además, desde el punto de vista puramente competitivo es inadmisible que en un torneo de la primera categoría, crecieran desmesuradamente las deficiencias técnico-tácticas y, peor aún, que hubiera equipos que cometieran 10 errores físicos en un encuentro y que el promedio de pifias por cada choque estuviera cerca de los cuatro. ¡Eso no puede ser!
Etiquetas: Final provincial, béisbol, pelota, deporte, evento, ratificó la corona municpio de Las Tunas, estadio Ángel López, Jobabo, demasiados problemas en la defensa, errores técnico-tácticos
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