viernes, abril 02, 2010

En Las Tunas 42 años atrás
Singular ensayo de la prensa en tiempo de guerra
La prensa revolucionaria en Las Tunas, nacida con El Trabajador el 17 de mayo de 1963, sufrió los embates propios de los problemas materiales, especialmente por la falta de insumos tan imprescindibles como el papel, lo cual motivó que no se editara periódico alguno durante los años 1965 y 1966.
En esos primeros años de la Revolución, caracterizados por la confrontación ideológica del pueblo con los representantes de la zaga de los vendepatrias que todavía permanecían en el país; la necesidad de un órgano de prensa capaz de reflejar la realidad del nuevo rumbo en nuestra sociedad, hizo que la dirección del Partido centrara sus esfuerzos en el objetivo de fundar el continuador de El Trabajador como órgano oficial de la entonces región Tunas-Puerto Padre.
Es así como el 18 de mayo de 1967, nace Mochas y Caña, nombre escogido por el Partido con el fin de estimular el trabajo de los hombres que hacían la zafra azucarera, fundamental actividad económica de aquellos tiempos en el país y específicamente en este territorio, verdadera potencia nacional, por contar con cuatro grandes colosos: Antonio Guiteras, Jesús Menéndez, Argelia Libre y Perú.
El nuevo exponente del periodismo tunero en la Revolución, tuvo de director a Rosano Zamora Padín (Gallo) y se editaba tres veces a la semana (martes, jueves y sábado), en la imprenta La Regional, de la ciudad de Puerto Padre, con formato tipo tabloide, cuatro páginas de igual número de columnas de 14 picas cada una, con dos colores (rojo y negro) solo en la portada y la última hoja.
Con más de un año de experiencia, el colectivo asumió el reto que significó el singular ensayo de cómo sería su funcionamiento en caso de una guerra, el cual se puso en práctica durante la Operación Victoria de Girón, desarrollada por la Defensa Civil del primero al 30 de abril de 1968.
Para cumplir su cometido, los talleres, el personal tipográfico y de redacción se trasladaron para un lugar denominado Manatí-1, en las cercanías del central Argelia Libre, sede del Estado Mayor de la Defensa Civil, donde se editó el periódico de forma guerrillera, bajo el nombre de Mochas y Fusiles e igual frecuencia de tres veces a la semana.
En correspondencia con el lenguaje militar, los periodistas e informadores voluntarios eran corresponsales de guerra y las noticias se transformaban en partes desde los diferentes frentes de combate (municipios y granjas), en los cuales se libraba la gran batalla en busca de una mayor producción azucarera.
Fue una experiencia inolvidable, de la cual fui protagonista como redactor del periódico y reportero de la emisora Radio Victoria, además de participar junto al resto del colectivo en “combates” una vez a la semana, mocha en mano para aportar desde los cañaverales al esfuerzo del pueblo tunero en pos de una zafra exitosa.
Desde aquella histórica para los trabajadores de la prensa tunera, siempre los periodistas de este oriental territorio, hemos estado presentes en las formaciones especiales organizadas para el cumplimiento de las tareas correspondientes a los ejercicios estratégicos organizados sistemáticamente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Defensa Civil con el objetivo de garantizar la exitosa Guerra de todo el Pueblo, si el enemigo se atreve a lanzar una agresión directa.

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