Las Tunas, Cuba.- Aunque solo se
han cumplido cuatro compromisos en la etapa clasificatoria de la temporada 53
de la pelota cubana, la porfía se torna bien cerrada con un pelotón de ocho equipos, separados
apenas a una raya, encabezados por los sorprendentes cachorros de Holguín y los
eternos favoritos leones capitalinos de Industriales, con balances de 8-4 y
7-3, respectivamente.
En el fin de semana anterior,
tanto los holguineros como los habaneros lograron victorias similares de 2-1,
el primero ante Camagüey de visitante y el segundo frente a Matanzas, de
anfitrión, pero lo más sobresaliente fue la barrida de Villa Clara, que no
creyó en unos granmenses que los esperaron en casa, como para ratificar sus
intenciones de retener la corona conquistada en la anterior campaña.
Otros que al parecer
estabilizaron su andar fueron los tigres de Ciego de Ávila y los huracanes de
Mayabeque, vencedores 2-1 en sus visitas respectivas a la Isla de la Juventud y Santiago de
Cuba, en tanto que los indios de Guantánamo se recuperaron del descalabro ante
Villa Clara en su duelo anterior y ganaron dos de los tres choques celebrados
en Artemisa, mientras que los leñadores tuneros consiguieron su primera
subserie favorable al hacer leña, en su propia valla, a los gallos de Sancti Spíritus, 2-1, con lo
estimulante de que uno de sus principales escopeteros, Ubisney Bermúdez, en la foto, logró
el centenar de triunfos en su carrera.
Todavía el pitcheo está por encima
de los bateadores y escasean los extrabases, especialmente los jonrones, algo
preocupante si se tiene en cuenta que se juega con la misma pelota de la serie
pasada y la mayoría de los sluggers aparecen
en sus respectivos equipos con las conocidas ausencias por diferentes
razones. No obstante, pienso que si hay una mejoría entre los lanzadores es
mínima y, pese a lo manida de la frase, me parece que a la altura del encuentro
20, aproximadamente, ``las aguas tomarán su nivel``.
Hay otro elemento, vital en el
béisbol moderno, que está dejando mucho que desear, la defensa. Son demasiados
los errores físicos que se cometen en cada encuentro y, desde mi punto de
vista, lo peor, las fallas mentales en la tarea de cubrir a los lanzadores:
tiros innecesarios, sin tiempo, o la base equivocada, la no entrega de la
pelota al cortador por parte de los jardineros y la falta de concentración de
los pítchers en la vigilancia de los corredores en circulación. ¿Cuántas
carreras que fueron realmente sucias, debieron anotarse como limpias en lo que
va de campaña?
Y, ojo, que en relación con lo
expuesto anteriormente me preocupa la cantidad de anotaciones regaladas por
lanzadores y receptores, gracias a los boletos, pelotazos, wild pich y pasboles
que son, a todas luces, excesivos. ¿Por qué los tiradores cubanos en general
realizan tantos pitcheos innecesarios, qué los lleva a poner a un rival en dos
strikes sin bolas y no encontrar, entonces, el que debe definir el turno al
bate?
No quisiera que me consideraran
hipercrítico, pero no voy a entender nunca que un lanzador cualquiera, zurdo o
derecho con talento, que muestre descontrol en sus envíos desde las categorías
más pequeñas, escale hasta la máxima
sin resolverlo. ¿Qué hicieron los entrenadores en ese tiempo, cuánto interés ha
puesto el propio jugador para conseguir un alza en su rendimiento? En la
historia del béisbol se conocen muchos casos de quienes tuvieron esa dificultad
inicial y después alcanzaron el estrellato.
Puede ser que este problema de
los lanzadores cubanos se manifieste en algún otro circuito beisbolero del
mundo, pero éste hay que resolverlo porque el Caimán Antillano es cuna de
hombres que son paradigmas del arte de pitchear. Y las nuevas generaciones solo
tienen que recordar las palabras de uno de los más grandes, el Premier Conrado
Marrero, quien aseguraba que el control es esencial, pero que no se trataba de
tirarla al centro, sino que era preciso crear
la duda del bateador con strikes que parecen bolas y bolas que parezcan
strikes. ¡Así de aparentemente sencillo¡
Y después de estas reflexiones
les ofrezco como está la tabla de posiciones, luego de las cuatro primeras
subseries programada: Holguín, 8-4 e Industriales 7-3, media raya por encima de
Matanzas y Villa Clara, 7-4, una de ventaja en relación con Mayabeque, Ciego de
Ávila, Pinar del Río y Santiago, 7-5, dos sobre Guantánamo y Artemisa, 6-6, a tres de Granma e Isla de la Juventud, 5-7 y de Las
Tunas, 4-6, a
cuatro de Sancti Spíritus y Camagüey, 4-8 y a seis del sotanero Cienfuegos,
2-10.
Este martes se reanudan las
actividades y los líderes, Holguín de anfitrión e Industriales, en calidad de
huésped, se enfrentarán de favoritos a la Isla de la Juventud, en el estadio Calixto García y a Sancti
Spíritus en el José Antonio Huelga, mientras que en la más atractiva y pareja
de las contiendas, Pinar del Río recibe a Ciego de Ávila en el parque Capitán
San Luis de la capital vueltabajera.
La cartelera se completa con la
visita de Guantánamo a Matanzas, en el estadio Victoria de Girón, Las Tunas a
Mayabeque, en el Nelson Fernández, Camagüey a Cienfuegos, en el 5 de
Septiembre, Artemisa a Villa Clara, en el Augusto César Sandino y Granma a
Santiago, en el Guillermón Moncada.
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