Por Disnardo zaldivar Giro y Rosa María Rodríguez González
El deporte en Cuba, puede considerarse como un proceso histórico sin precedentes en el mundo; que ha tenido su máxima expresión a partir del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 con una tendencia a la transformación permanente y su lógico perfeccionamiento para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual y su proyección hacia el futuro.
El carácter socializador del deporte cubano tiene sus antecedentes más significativos con la creación del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) en 1961, lo que representó una proeza reconocida por las organizaciones más prestigiosas en el planeta, pues se rompió con los tabúes existentes hasta ese momento al buscar la solución de un problema con la participación social.
Lo anterior ha creado las bases para que la interrelación áreas deportivas –familia y comunidad haya constituido una de las direcciones principales del (INDER) planteadas en las tesis y resoluciones del congreso del partido (1975), el cual prevé acciones que tienen como fin lograr la integración entre estos tres componentes, además de priorizar la formación de valores.
El proceso de formación y educación de valores en los atletas, está condicionado por el desarrollo y la experiencia histórico social e individual de cada uno de ellos y en él influyen otros factores como el medio familiar, la ideología imperante a nivel de la sociedad, la situación económico social, la preparación educacional que reciben en la institución formadora y el entorno social donde interactúa, básicamente el grupo del barrio y la comunidad.
En la actualidad entre los valores menos formados en la esfera del deporte se encuentra la responsabilidad, lo que trae consigo que constituya una prioridad en nuestro sistema deportivo.
Dentro de la ética del deporte la responsabilidad desempeña un papel importante por ser factor decisivo en la toma de decisiones del atleta, su comportamiento ante las diferentes actividades deportivas y recreativas, así como su papel en la sociedad lo rige de manera gradual, por lo que es una necesidad de formar hombres en el que realmente se concreten los valores deseados y en particular la responsabilidad, y los que favorecen la integridad de nuestra sociedad.
El sistema deportivo cubano, fiel a los principios éticos del deporte, tiene la ardua tarea y la responsabilidad de formar atletas integrales, que sean capaces de mantener en alto la dignidad, los principios y el nombre de la patria, pues el Programa director para el reforzamiento de los valores en el sistema del deporte cubano declara:
§ El deporte como un campo de la formación de valores que contribuye a la identidad nacional y a su difusión en el mundo, es un medio fundamental del desarrollo físico y de las esferas intelectual, volitiva y afectiva de la personalidad, de la formación de valores y de la conducta ciudadana.
§ El modelo deportivo que defendemos, humanista, amateur, contrario al espíritu mercantil y a la práctica comercial y nociva del deporte profesional.
§ Las instituciones educativas del sistema deportivo cubano tienen la misión de formar en los atletas y en la población en general los valores esenciales de nuestra sociedad socialista, martiana y fidelista, perceptibles en la conducta deportiva, estudiantil, familiar, laboral y ciudadana.
El deporte en Cuba, puede considerarse como un proceso histórico sin precedentes en el mundo; que ha tenido su máxima expresión a partir del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 con una tendencia a la transformación permanente y su lógico perfeccionamiento para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual y su proyección hacia el futuro.
El carácter socializador del deporte cubano tiene sus antecedentes más significativos con la creación del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) en 1961, lo que representó una proeza reconocida por las organizaciones más prestigiosas en el planeta, pues se rompió con los tabúes existentes hasta ese momento al buscar la solución de un problema con la participación social.
Lo anterior ha creado las bases para que la interrelación áreas deportivas –familia y comunidad haya constituido una de las direcciones principales del (INDER) planteadas en las tesis y resoluciones del congreso del partido (1975), el cual prevé acciones que tienen como fin lograr la integración entre estos tres componentes, además de priorizar la formación de valores.
El proceso de formación y educación de valores en los atletas, está condicionado por el desarrollo y la experiencia histórico social e individual de cada uno de ellos y en él influyen otros factores como el medio familiar, la ideología imperante a nivel de la sociedad, la situación económico social, la preparación educacional que reciben en la institución formadora y el entorno social donde interactúa, básicamente el grupo del barrio y la comunidad.
En la actualidad entre los valores menos formados en la esfera del deporte se encuentra la responsabilidad, lo que trae consigo que constituya una prioridad en nuestro sistema deportivo.
Dentro de la ética del deporte la responsabilidad desempeña un papel importante por ser factor decisivo en la toma de decisiones del atleta, su comportamiento ante las diferentes actividades deportivas y recreativas, así como su papel en la sociedad lo rige de manera gradual, por lo que es una necesidad de formar hombres en el que realmente se concreten los valores deseados y en particular la responsabilidad, y los que favorecen la integridad de nuestra sociedad.
El sistema deportivo cubano, fiel a los principios éticos del deporte, tiene la ardua tarea y la responsabilidad de formar atletas integrales, que sean capaces de mantener en alto la dignidad, los principios y el nombre de la patria, pues el Programa director para el reforzamiento de los valores en el sistema del deporte cubano declara:
§ El deporte como un campo de la formación de valores que contribuye a la identidad nacional y a su difusión en el mundo, es un medio fundamental del desarrollo físico y de las esferas intelectual, volitiva y afectiva de la personalidad, de la formación de valores y de la conducta ciudadana.
§ El modelo deportivo que defendemos, humanista, amateur, contrario al espíritu mercantil y a la práctica comercial y nociva del deporte profesional.
§ Las instituciones educativas del sistema deportivo cubano tienen la misión de formar en los atletas y en la población en general los valores esenciales de nuestra sociedad socialista, martiana y fidelista, perceptibles en la conducta deportiva, estudiantil, familiar, laboral y ciudadana.
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