Por: Disnardo Zaldivar Giro y José Ángel Mesa Pérez.
Llevar a cabo actividades comunitarias es hoy todo un reto si tenemos en cuenta que la comunidad es entendida como el eslabón primario de todo proceso participativo, de cohesión interpersonal y de sentimientos compartidos, constituye un ámbito complejo y vital en todo proceso de desarrollo social.
Cuando hablamos de glorias deportivas, vista como ese conjunto de valores espirituales creados por las ramas de los Deportes, la Educación y Recreación Física, debemos considerar la magnitud social de este fenómeno y su repercusión en una comunidad, en la realización de actividades de carácter político, social, deportivo, recreativo y cultural.
Las glorias deportivas han mostrado en los últimos tiempos un concepto peculiar de la práctica del deporte adaptada a los estilos de convivencia en la comunidad, además responden a la unidad de ideas, criterios y pensamientos en correspondencia con la ideología que sustenta el proyecto social cubano y la política del estado, particularmente en mataría deportiva, por lo que asume el reto de sumar voluntades en una labor educativa y persuasiva constante. Es decir son el reflejo de los principios del deporte revolucionario.
Cada día se confirma con mayor claridad que el trabajo de las glorias deportivas constituye un importante vínculo entre las comunidades y el movimiento deportivo, influyendo en unos y en otros con la acertada crítica y el elogio oportuno, a través de la participación comunitaria. Hemos visto con satisfacción la labor desarrollada por las glorias, también incidiendo en la conducta personal de atletas y demás integrantes de la sociedad, lo que podría calificarse como un trabajo preventivo popular, que sobrepasa la frontera de lo formal.
Se debe destacar que las glorias al poner en práctica el concepto de deporte participativo lo hacen como recreación y como forma de experiencia social y expresión cultural: “como medio excepcional para promover la cohesión, la unidad cultural y la integración social, “como medio confiable para el mejoramiento de la comprensión y cooperación mutua, la información de importantes valores y desarrollo integral, multilateral y armónico de la personalidad.
Las glorias deportivas en Cuba son obreros, científicos, campesinos, intelectuales, combatientes y jubilados. Son nuestros afiliados a sindicatos, organizaciones de masas, organismos, instituciones del estado. Los tenemos muy jóvenes y también en la edad adulta. Ellos representan la célula básica en el despliegue y concentración del entusiasmo y la fuerza creadora de la población comunitaria en apoyo a la realización de eventos de cualquier naturaleza.
Las glorias deportivas son el eslabón fundamental del trabajo comunitario están muy ligados a los activistas, historiadores, peñas deportivas y las distintas organizaciones políticas y de masas, ellas llevan adelante un programa que involucran a todos los vecinos en el cumplimiento de la guardia cederista, las donaciones de sangre, recogida de materias primas, trabajos voluntarios y cuantas tareas necesita el esfuerzo comunitario.
Etiquetas: Atención a Atletas, deporte, Las Tunas, Cuba, el deporte comunitario, movimiento peñas deportivas
Llevar a cabo actividades comunitarias es hoy todo un reto si tenemos en cuenta que la comunidad es entendida como el eslabón primario de todo proceso participativo, de cohesión interpersonal y de sentimientos compartidos, constituye un ámbito complejo y vital en todo proceso de desarrollo social.
Cuando hablamos de glorias deportivas, vista como ese conjunto de valores espirituales creados por las ramas de los Deportes, la Educación y Recreación Física, debemos considerar la magnitud social de este fenómeno y su repercusión en una comunidad, en la realización de actividades de carácter político, social, deportivo, recreativo y cultural.
Las glorias deportivas han mostrado en los últimos tiempos un concepto peculiar de la práctica del deporte adaptada a los estilos de convivencia en la comunidad, además responden a la unidad de ideas, criterios y pensamientos en correspondencia con la ideología que sustenta el proyecto social cubano y la política del estado, particularmente en mataría deportiva, por lo que asume el reto de sumar voluntades en una labor educativa y persuasiva constante. Es decir son el reflejo de los principios del deporte revolucionario.
Cada día se confirma con mayor claridad que el trabajo de las glorias deportivas constituye un importante vínculo entre las comunidades y el movimiento deportivo, influyendo en unos y en otros con la acertada crítica y el elogio oportuno, a través de la participación comunitaria. Hemos visto con satisfacción la labor desarrollada por las glorias, también incidiendo en la conducta personal de atletas y demás integrantes de la sociedad, lo que podría calificarse como un trabajo preventivo popular, que sobrepasa la frontera de lo formal.
Se debe destacar que las glorias al poner en práctica el concepto de deporte participativo lo hacen como recreación y como forma de experiencia social y expresión cultural: “como medio excepcional para promover la cohesión, la unidad cultural y la integración social, “como medio confiable para el mejoramiento de la comprensión y cooperación mutua, la información de importantes valores y desarrollo integral, multilateral y armónico de la personalidad.
Las glorias deportivas en Cuba son obreros, científicos, campesinos, intelectuales, combatientes y jubilados. Son nuestros afiliados a sindicatos, organizaciones de masas, organismos, instituciones del estado. Los tenemos muy jóvenes y también en la edad adulta. Ellos representan la célula básica en el despliegue y concentración del entusiasmo y la fuerza creadora de la población comunitaria en apoyo a la realización de eventos de cualquier naturaleza.
Las glorias deportivas son el eslabón fundamental del trabajo comunitario están muy ligados a los activistas, historiadores, peñas deportivas y las distintas organizaciones políticas y de masas, ellas llevan adelante un programa que involucran a todos los vecinos en el cumplimiento de la guardia cederista, las donaciones de sangre, recogida de materias primas, trabajos voluntarios y cuantas tareas necesita el esfuerzo comunitario.
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