lunes, diciembre 10, 2012

La mayor parte del mundo está junto a Chávez

Las Tunas, Cuba.- Los corazones de millones de seres humanos, especialmente venezolanos, cubanos, latinoamericanos, se oprimieron este sábado, cuando el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, informó al mundo sobre el deterioro de su salud y la necesidad de ser sometido a otra intervención quirúrgica en La Habana.

Todos quedamos expectantes ante la presencia del líder bolivariano a través de las cámaras de televisión de su querida Venezuela. Minutos después se conocía en detalles los resultados del chequeo reciente en la capital cubana y la determinación, junto al equipo médico, de volver al quirófano, en busca de ganar la batalla por la vida, de unirla al triunfo en las urnas el pasado 7 de octubre, cuando junto a su pueblo propinó un golpe mortal a los enemigos de la libertad y la justicia.

En pocos minutos, el extraordinario revolucionario, el seguidor de las ideas del libertador Simón Bolívar, mostró su extraordinaria valentía, su temple de hombre entero, curtido en mil batallas por consolidar la segunda independencia de Nuestra América y ayudar a que la justicia se abra paso para la mayoría de los seres humanos en todo el mundo.

Habló de la relativa mejoría que lo llevó a enfrentar con absoluta confianza, la campaña electoral, en la cual demostró una capacidad física envidiable y una inteligencia política que solo es posible en los hombres que se entregan con alma y corazón a las causas de sus pueblos, a la lucha por evitar que los ladrones de siempre les arrebaten sus derechos y sus riquezas a las naciones calificadas eufemísticamente como subdesarrolladas.

Chávez derrochó confianza en los hombres y mujeres que les han acompañado desde la campaña por la presidencia en 1998, de la capacidad y lealtad de sus colaboradores más cercanos, de las Fuerzas Armadas Venezolanas, en cuyas filas forjó su carácter patriótico, para después asegurar que “tenemos Patria y para mantenerla contamos con la unidad y el apoyo del pueblo”

En su intervención especial, Chávez derrochó optimismo en su futuro, confianza en el equipo médico que lo atiende, pero fue enfático al decir que “Dios sabe lo que hace” para reafirmar su fe cristiana y pidió el apoyo de todos los venezolanos para el vicepresidente Nicolás Maduro, quien asumirá las funciones de mandatario en tanto él se somete a la capacidad de la ciencia, convencido de que puede ganar esta sensible batalla.

El querido Presidente Bolivariano fue autorizado por la Asamblea Nacional para viajar a Cuba y ya está aquí, con sus hermanos que lo quieren y respetan, que están junto a él en este momento decisivo en el que todos pedimos por la recuperación que le permita regresar al puesto de mando en Venezuela para seguir trabajando por la unidad de los pobres de América y del mundo, por una sociedad mejor, más justa y equitativa.

Es tanto el prestigio de Chávez que hoy, en la mayor parte del mundo, en esa que tiene menos por haber sido saqueada durante siglos, millones de personas: católicos, cristianos protestantes, musulmanes, budistas y hasta judíos, desde sus templos o sus propios hogares, oran por el restablecimiento total. Tal es la dimensión humana y política de este hombre extraordinario.

No importa que los cobardes enemigos se froten las manos de gozo ante la delicada situación de salud de Chávez, una vez más su miseria humana se estrellará contra el muro de acero que este líder ha forjado junto a un pueblo venezolano que no permitirá jamás el regreso al pasado de oprobio y miseria a que estuvo sometido por los promotores del neoliberalismo. Y en todo el mundo se alzarán millones de brazos en apoyo a la reafirmación de la justicia y la libertad, de la confirmación de las ideas de Simón Bolívar.



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