Cuando se han efectuado solo cuatro compromisos particulares en la Serie Cubana de Béisbol en su edición 52, los Indios de Guantánamo se han reído de los pronósticos y de protagonistas de una verdadera rebelón, encabezan la tabla de posiciones con balance de nueve victorias y tres reveses, en tanto los tradicionales cuatro grandes, Industriales, Villa Clara, Pinar del Río y Santiago no aparecen en puestos de clasificación para la etapa final.
Con el estrenado calendario de solo 45 partidos en la etapa de clasificación en el que una buena arrancada es vital, los favoritos de siempre presentan serias dificultades en su quehacer colectivo y a ellos se ha unido el campeón actual, Tigres de Ciego de Ávila. Esta vez no habrá tiempo para recuperarse y si no se produce una reacción rápida, la afición podría vivir una debacle inédita en la historia de estos clásicos.
No se trata de criterios alarmistas, sino que en una lid corta cualquier cosa puede pasar, porque después que varios equipos estabilicen una ventaja, por mínima que sea, los de atrás no dependerán solo de su esfuerzo para darle alcance, sino que tendrían que esperar por una racha adversa de los mismos y se les puede acabar el tiempo.
Todavía faltan 33 encuentros, 32 a Industriales y Ciego de Ávila que jugaron en la jornada inaugural, pero debe tenerse en cuenta que Guantánamo, por ejemplo, ya acumula nueve triunfos y si consiguiera la victoria 2-1 en los siguientes dos cotejos, llegaría a 13 en 18, resultado que ya prácticamente lo situaría entre los ocho primeros y solo un derrumbe absoluto lo privaría de estar en la etapa definitoria del Campeonato.
Detrás de los Indios en la tabla de posiciones aparecen Sancti Spíritus, Cienfuegos e Isla de la Juventud (8-4) y luego se ubican, con similar balance de 7-5, Las Tunas, Matanzas y Camagüey. El último puesto clasificatorio de esta primera etapa está ahora en poder del modesto Mayabeque (6-6), conjunto que muestra su intención de dar la batalla para dejar fuera a los “grandes”.
El titular de la serie anterior, Ciego de Ávila, está igualado con el actual subcampeón Industriales (6-7), por delante de Villa Clara, Holguín y Pinar del Río (5-7), Granma (4-8) y Artemisa y Santiago (3-9). Es cierto que aún hay bastante “carretera”, pero la reacción de los favoritos no puede esperar más ante una evidente rebelión de los considerados “menos fuertes”.
Yo soy de los que piensa en un resultado inesperado de un torneo que se muestra muy diferente: Tradicionalmente en Cuba el bateo estuvo por encima del pitcheo y ahora, sin embargo, los serpentineros evidencian un notable crecimiento, especialmente por una gran mejoría en el control, en tanto que la defensa, sin ser brillante, presenta números aceptables.
El bateo de largo alcance está muy por debajo de su comportamiento habitual, al extremo de que los líderes en cuadrangulares, Carlos Benítez, de Granma y Ernesto Molinet, de Mayabeque solo suman tres, además de que la producción general de extrabases es ínfima, con bajos promedios de sluggin.
En el trabajo de los lanzadores sobresalen varios equipos con menos de tres carreras limpias e individualidades que permiten menos de dos por juego completo, las lechadas aumentan y, hasta ahora, solo se reportaron tres marcados por nocao.
Hay algunos pítchers que muestran resultados extraordinarios, porque al zurdo Wílbert Pérez con cuatro éxitos sin reveses, se unen el cerrador de Cienfuegos Duniel Ibarra (en la foto), quien fue el salvador de siete de los ocho encuentros ganados por su novena hasta ahora, el derecho Carlos Juan Viera, de Las Tunas, que presenta balance de tres éxitos sin fracasos y acumula par de salvamentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario