Aniversario 50
El primer combate de La Guanábana
Las Tunas, Cuba.-El llamado cruce de La Guanábana, situado a unos 17 kilómetros de esta ciudad, por la carretera central rumbo a Camagüey, fue uno de los lugares donde fuerzas del Cuarto Frente Oriental se hicieron sentir en la ofensiva final contra la tiranía en las postrimerías de 1958.
Entre las misiones de los diferentes grupos estaba impedir el tránsito por la carretera central y es así que el 18 de septiembre, los hombres al mando de Marcos “El negro” Carmenate, interceptan un ómnibus de la ruta Santiago-Habana procedente de Las Tunas.
Para obligar al vehículo a detener la marcha, los rebeldes utilizaron hojas de plátano secas y pedazos de estopa, mojados con gasolina y aceite, los cuales regaron en la carretera y luego les prendieron candela.
Detenido el ómnibus, se ordenó a los pasajeros que lo desalojaran y además se ocupó todo el equipaje. Parte de los rebeldes abordó el vehículo y conminó a los choferes a que lo condujeran por el camino de la izquierda hasta una distancia aproximada de mil metros.
En esos momentos se escucharon disparos y voces que daban vivas al 26. Carmenate pensó que eran algunos de sus hombres celebrando el éxito de la acción y dio la orden de no tirar. Casi de inmediato el ómnibus y sus alrededores se convirtieron en un infierno; las tropas de la tiranía los habían engañado y una lluvia de balas se les vino encima.
Los guerrilleros abandonaron el ómnibus a duras penas y se retiraron en diferentes direcciones. Felino Hernández fue herido de gravedad y falleció al otro día en Guaramanao y el valeroso Ángel Ávila, alcanzado por los disparos, se suicidó antes de caer en manos del enemigo.
Lo sucedido se conoció en detalles posteriormente. Una cobarde delación alertó al ejército de la tiranía y 80 efectivos fueron emboscados en las cercanías; no obstante, la rápida respuesta se trocó en considerables bajas en las filas de los militares.
Fuente:
-Periódico 26, Las Tunas, Cuba
El primer combate de La Guanábana
Las Tunas, Cuba.-El llamado cruce de La Guanábana, situado a unos 17 kilómetros de esta ciudad, por la carretera central rumbo a Camagüey, fue uno de los lugares donde fuerzas del Cuarto Frente Oriental se hicieron sentir en la ofensiva final contra la tiranía en las postrimerías de 1958.
Entre las misiones de los diferentes grupos estaba impedir el tránsito por la carretera central y es así que el 18 de septiembre, los hombres al mando de Marcos “El negro” Carmenate, interceptan un ómnibus de la ruta Santiago-Habana procedente de Las Tunas.
Para obligar al vehículo a detener la marcha, los rebeldes utilizaron hojas de plátano secas y pedazos de estopa, mojados con gasolina y aceite, los cuales regaron en la carretera y luego les prendieron candela.
Detenido el ómnibus, se ordenó a los pasajeros que lo desalojaran y además se ocupó todo el equipaje. Parte de los rebeldes abordó el vehículo y conminó a los choferes a que lo condujeran por el camino de la izquierda hasta una distancia aproximada de mil metros.
En esos momentos se escucharon disparos y voces que daban vivas al 26. Carmenate pensó que eran algunos de sus hombres celebrando el éxito de la acción y dio la orden de no tirar. Casi de inmediato el ómnibus y sus alrededores se convirtieron en un infierno; las tropas de la tiranía los habían engañado y una lluvia de balas se les vino encima.
Los guerrilleros abandonaron el ómnibus a duras penas y se retiraron en diferentes direcciones. Felino Hernández fue herido de gravedad y falleció al otro día en Guaramanao y el valeroso Ángel Ávila, alcanzado por los disparos, se suicidó antes de caer en manos del enemigo.
Lo sucedido se conoció en detalles posteriormente. Una cobarde delación alertó al ejército de la tiranía y 80 efectivos fueron emboscados en las cercanías; no obstante, la rápida respuesta se trocó en considerables bajas en las filas de los militares.
Fuente:
-Periódico 26, Las Tunas, Cuba
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