Osmani Urrutia dijo adiós al béisbol activo
Emocionado tributo de su pueblo
Las Tunas, Cuba.- Cuando un grande se retira hay que quitarse el sombrero, hacer una reverencia y ovacionarlo hasta que ardan las manos. Por eso, en la noche del jueves, los miles de aficionados que abarrotaron las gradas del estadio Julio Antonio Mella, despidieron como se merece al Señor de los 400, Osmani Urrutia Ramírez.
El mejor bateador cubano de la última década, el guajirito de Macagua-8 en el municipio tunero de Jobabo, no pudo evitar que gruesas lágrimas corrieran por su rostro, ante el emocionado tributo de su pueblo que lo admira y lo respeta por sus hazañas en los diamantes propios y extraños.
La ceremonia del recordista nacional de bateo, del hombre que defendió con honor los colores patrios en los más importantes eventos beisboleros del mundo, fue sencilla, pero con una carga emocional extraordinaria; disfrutada por los aficionados de todo el país a través de Tele Rebelde y por millones de personas en varios países mediante la señal de Cuba Visión Internacional.
Innumerables reconocimientos les entregaron los representantes de los distintos organismos, pero los más significativos llegaron a sus manos a través de Teresa Amarelles Boué, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en Las Tunas y de Victor Rodríguez Carballosa, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, quien fue portador de la réplica del machete de combate del Mayor General Vicente García González.
Momento de gran solemnidad constituyó la lectura de la crónica de despedida a quien periodistas de allende los mares califican de Out imposible de la pelota cubana; en la cual se hizo un recuento de su extraordinaria trayectoria de atleta y de patriota, al rechazar las ofertas millonarias de los mercaderes del béisbol que intentaron convencerlo para que traicionara a su pueblo.
Estuvieron junto a Osmani en este momento sublime de su existencia, su querida madre, su esposa y su pequeño hijo, Glorias del Deporte como Javier Sotomayor, recordista mundial en salto de altura; Tomás Herrera, bronce olímpico en baloncesto y otros atletas ya retirados de Las Tunas y el resto del país, quienes brillaron en diferentes disciplinas.
La escolta de Osmani a su llegada al centro del diamante del principal estadio beisbolero de esta provincia, estuvo integrada por su compañero del equipo Cuba, Pedro Luis Lazo, de Pinar del Río y su primer entrenador, Aldo Tarife Zayas.
Previo al acto, en horas de la tarde, El Señor de los 400, flanqueado por esos mismos compañeros y otro de sus primeros técnicos, Leonardo Oliver; recorrió a bordo de un yipi descapotado, las principales arterias de esta ciudad, donde fue vitoreado por miles de personas que dieron muestras palpables de cariño.
Estoy seguro de que Osmani Urrutia Ramírez no olvidará jamás la noche de este jueves 19 de noviembre, en la cual recibió un homenaje merecido, pero que desbordó todas las expectativas y puso de manifiesto cuánto queremos los cubanos a quienes nos representan con honor y dignidad.
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