Serie Nacional de Béisbol
Despaigne y Michel Enríquez, recordistas
Las Tunas, Cuba.- El joven jardinero de Granma, Alfredo Despaigne y el ya experimentado antesalista de la Isla de la Juventud, Michel Enríquez, legaron sendos récords a la historia de las series nacionales de béisbol, en la jornada de cierre de la edición número 48.
Despaigne, quien se había detenido en su producción jonronera luego de que hace 10 días había igualado la marca de 31 cuadrangulares implantada en la contienda pasada por el santiaguero Alexei Bell; se despidió por todo lo alto con su bambinazo 32 en el estadio Augusto César Sandino, de Santa Clara.
La tremenda presión de estar a las puertas de una primacía de tanta importancia para el béisbol cubano y para él, provocó una ansiedad tal que estuvo a punto de no cumplir su sueño. Por suerte, en su cuarta comparecencia de este domingo metió la Mizuno en la grada del jardín izquierdo para convertirse en noticia de primera plana.
El joven jardinero que ya integró la selección nacional a eventos tan importantes como los Juegos Olímpicos de Beijing y el II Clásico Mundial, también se adueñó de los vitales liderazgos ofensivos de carreras impulsadas (97) y promedio de sluggin (756)
Pero, la hazaña de Despaigne no fue la única noticia en la despedida a la etapa clasificatoria de la actual temporada, porque el estelarísimo antesalista de la Isla de la Juventud, Michel Enríquez también ocupó un lugar de privilegio en las páginas deportivas de la prensa cubana.
Michel, presente en el equipo nacional en las grandes competiciones mundiales de la última década, terminó a todo tren (3-3 frente a La Habana ayer) para adueñarse del primado de bateo con astronómico promedio de 401.
El pinero debió pelear muy duro esta corona, asediado por otro de los grandes jugadores del patio, el también antesalista Yulieski Gourriel, que produjo de 4-3 para quedarse en 399, solos dos puntos por detrás. De esta manera, la puja entre estos dos excepcionales peloteros por la titularidad de la esquina caliente en el Cuba, se trasladó al torneo doméstico.
Ah, pero Michel no estuvo conforme con ser líder de average y legó un nuevo récord a la rica historia de las series nacionales cubanas, cuando disparó su doblete número 37, con el cual hizo trizas la cota de 35 establecida por él mismo en la contienda número 38.
Y la despedida del equipo de esta provincia a la edición 48 de las series nacionales fue positiva: victoria de 2-1 en el compromiso final ante el poderoso Santiago de Cuba, el cual estuvo disminuido por la presencia de varios jugadores de cambio, especialmente en los partidos de sábado y domingo.
La presencia de un buen número de suplentes en el equipo de Antonio Pacheco, no empaña el triunfo de los locales, en cuyas filas también se insertaron noveles figuras de la Liga Desarrollo.
Lástima que una afición tan entusiasta como la de aquí, justamente decepcionada, permitiera el triste espectáculo de unas tribunas vacías, porque el joven Dael Mejías lanzó uno de los mejores partidos de su vida y los bisoños atletas de casa desafiaron a uno de los más grandes talentos del pitcheo cubano actual, el derecho Reinier Roybal.
Además, un jugador todo carisma y entrega en el terreno, el patrullero central Andrés Quiala anotó su carrera número 79 para establecer un primado en ese departamento dentro del equipo de Las Tunas, al romper el de 77 en poder de Amaury Suárez.
Despaigne y Michel Enríquez, recordistas
Las Tunas, Cuba.- El joven jardinero de Granma, Alfredo Despaigne y el ya experimentado antesalista de la Isla de la Juventud, Michel Enríquez, legaron sendos récords a la historia de las series nacionales de béisbol, en la jornada de cierre de la edición número 48.
Despaigne, quien se había detenido en su producción jonronera luego de que hace 10 días había igualado la marca de 31 cuadrangulares implantada en la contienda pasada por el santiaguero Alexei Bell; se despidió por todo lo alto con su bambinazo 32 en el estadio Augusto César Sandino, de Santa Clara.
La tremenda presión de estar a las puertas de una primacía de tanta importancia para el béisbol cubano y para él, provocó una ansiedad tal que estuvo a punto de no cumplir su sueño. Por suerte, en su cuarta comparecencia de este domingo metió la Mizuno en la grada del jardín izquierdo para convertirse en noticia de primera plana.
El joven jardinero que ya integró la selección nacional a eventos tan importantes como los Juegos Olímpicos de Beijing y el II Clásico Mundial, también se adueñó de los vitales liderazgos ofensivos de carreras impulsadas (97) y promedio de sluggin (756)
Pero, la hazaña de Despaigne no fue la única noticia en la despedida a la etapa clasificatoria de la actual temporada, porque el estelarísimo antesalista de la Isla de la Juventud, Michel Enríquez también ocupó un lugar de privilegio en las páginas deportivas de la prensa cubana.
Michel, presente en el equipo nacional en las grandes competiciones mundiales de la última década, terminó a todo tren (3-3 frente a La Habana ayer) para adueñarse del primado de bateo con astronómico promedio de 401.
El pinero debió pelear muy duro esta corona, asediado por otro de los grandes jugadores del patio, el también antesalista Yulieski Gourriel, que produjo de 4-3 para quedarse en 399, solos dos puntos por detrás. De esta manera, la puja entre estos dos excepcionales peloteros por la titularidad de la esquina caliente en el Cuba, se trasladó al torneo doméstico.
Ah, pero Michel no estuvo conforme con ser líder de average y legó un nuevo récord a la rica historia de las series nacionales cubanas, cuando disparó su doblete número 37, con el cual hizo trizas la cota de 35 establecida por él mismo en la contienda número 38.
Y la despedida del equipo de esta provincia a la edición 48 de las series nacionales fue positiva: victoria de 2-1 en el compromiso final ante el poderoso Santiago de Cuba, el cual estuvo disminuido por la presencia de varios jugadores de cambio, especialmente en los partidos de sábado y domingo.
La presencia de un buen número de suplentes en el equipo de Antonio Pacheco, no empaña el triunfo de los locales, en cuyas filas también se insertaron noveles figuras de la Liga Desarrollo.
Lástima que una afición tan entusiasta como la de aquí, justamente decepcionada, permitiera el triste espectáculo de unas tribunas vacías, porque el joven Dael Mejías lanzó uno de los mejores partidos de su vida y los bisoños atletas de casa desafiaron a uno de los más grandes talentos del pitcheo cubano actual, el derecho Reinier Roybal.
Además, un jugador todo carisma y entrega en el terreno, el patrullero central Andrés Quiala anotó su carrera número 79 para establecer un primado en ese departamento dentro del equipo de Las Tunas, al romper el de 77 en poder de Amaury Suárez.
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