Texto y foto: Pastor Batista Valdés
Entre miles de espectadores, quizás nadie imagine que al empuñar el bate, a la mente de Alexánder Guerrero viene siempre la silueta de Enrique Alexánder: su hijo de 6 años... acaso el "feliz culpable" de que papá le haya oscurecido el promedio individual a más de un lanzador y el juego a no pocos equipos.
Por eso cuando "la bola se va", el niño se lanza sobre el teléfono para decirle: "Felicidades papito, mete otro más". Y entonces Guerrero siente que el estadio le cabe entre las manos.Así es también por dentro, en medio de su explosividad congénita, el defensor del campo corto tunero.
"Quiero mucho a mi familia -afirma-, a mis amigos, a ese público que llena las gradas. Y, desde luego, quiero cada vez más a la pelota."Entregado a esta desde los 10 años (ahora tiene 24), Alexánder acumula resultados que lo insertan entre las figuras que la afición sigue y admira.-¿Qué sientes al tener récord para un torpedero cubano en una serie con 19 jonrones, 24 dobles, 87 impulsadas y slugging de 641?"Me alegra, pero no busco un récord, como tampoco me paro a dar el jonrón. Me interesa lograr un buen contacto con la bola; tengo un swing rápido y eso facilita el batazo."-¿Estuvo ahí la razón de tu sorprendente éxito durante la competencia de jonroneros estrellas, en Cienfuegos?"Pienso que sí. Lo importante es lograr la concentración necesaria."-Pero a veces el público ejerce determinada influencia..."Eso es verdad, sin embargo no puedes dejar que te desconcentre, porque al final el mismo aficionado que te chifla si cometes un error o si te ponchas, es el que te aplaude al dar un buen batazo."-¿Qué pasa dentro de Alexánder si no defiende bien, se va en blanco frente al tercer strike o si se siente afectado por el árbitro?"Antes me molestaba bastante; con los años he aprendido a dominarme, porque quien no puede perder es el equipo."-¿Después del juego, qué te gusta que ocurra entre peloteros?"Lo que me sucedió con Industriales aquí mismo: vinieron a verme preocupados por mi lesión en la mano y a decirme que me cuide. Eso me anima, porque en el terreno somos rivales, pero todo el tiempo amigos: en el hotel, en el restaurante, en todas partes."-¿Satisfecho de tu actuación?"Hasta ahora sí, aunque pienso que puedo rendir todavía más. Mi posición es difícil, pero la amo y me siento bien en ella. Hay hombres de calidad como Borroto; Arruebarruena viene bien. Eso me estimula a ser mejor cada día para ver si integro otra vez el equipo Cuba, como me sucedió en las categorías 11-12 y juvenil. Es una aspiración lógica de todo deportista."-¿Qué puede esperar Cuba de tus puños y de tu guante?"Siempre trataré de darle lo mejor a mi pueblo. Sin esos aficionados que te provocan o te aplauden, el juego sería muy aburrido. Y la pelota es de alegría..., para disfrutarla sobre el terreno, desde las gradas, con el oído en la radio o frente al televisor."
(Tomado de la edición digital del periódico 26, Las Tunas, Cuba)
Entre miles de espectadores, quizás nadie imagine que al empuñar el bate, a la mente de Alexánder Guerrero viene siempre la silueta de Enrique Alexánder: su hijo de 6 años... acaso el "feliz culpable" de que papá le haya oscurecido el promedio individual a más de un lanzador y el juego a no pocos equipos.
Por eso cuando "la bola se va", el niño se lanza sobre el teléfono para decirle: "Felicidades papito, mete otro más". Y entonces Guerrero siente que el estadio le cabe entre las manos.Así es también por dentro, en medio de su explosividad congénita, el defensor del campo corto tunero.
"Quiero mucho a mi familia -afirma-, a mis amigos, a ese público que llena las gradas. Y, desde luego, quiero cada vez más a la pelota."Entregado a esta desde los 10 años (ahora tiene 24), Alexánder acumula resultados que lo insertan entre las figuras que la afición sigue y admira.-¿Qué sientes al tener récord para un torpedero cubano en una serie con 19 jonrones, 24 dobles, 87 impulsadas y slugging de 641?"Me alegra, pero no busco un récord, como tampoco me paro a dar el jonrón. Me interesa lograr un buen contacto con la bola; tengo un swing rápido y eso facilita el batazo."-¿Estuvo ahí la razón de tu sorprendente éxito durante la competencia de jonroneros estrellas, en Cienfuegos?"Pienso que sí. Lo importante es lograr la concentración necesaria."-Pero a veces el público ejerce determinada influencia..."Eso es verdad, sin embargo no puedes dejar que te desconcentre, porque al final el mismo aficionado que te chifla si cometes un error o si te ponchas, es el que te aplaude al dar un buen batazo."-¿Qué pasa dentro de Alexánder si no defiende bien, se va en blanco frente al tercer strike o si se siente afectado por el árbitro?"Antes me molestaba bastante; con los años he aprendido a dominarme, porque quien no puede perder es el equipo."-¿Después del juego, qué te gusta que ocurra entre peloteros?"Lo que me sucedió con Industriales aquí mismo: vinieron a verme preocupados por mi lesión en la mano y a decirme que me cuide. Eso me anima, porque en el terreno somos rivales, pero todo el tiempo amigos: en el hotel, en el restaurante, en todas partes."-¿Satisfecho de tu actuación?"Hasta ahora sí, aunque pienso que puedo rendir todavía más. Mi posición es difícil, pero la amo y me siento bien en ella. Hay hombres de calidad como Borroto; Arruebarruena viene bien. Eso me estimula a ser mejor cada día para ver si integro otra vez el equipo Cuba, como me sucedió en las categorías 11-12 y juvenil. Es una aspiración lógica de todo deportista."-¿Qué puede esperar Cuba de tus puños y de tu guante?"Siempre trataré de darle lo mejor a mi pueblo. Sin esos aficionados que te provocan o te aplauden, el juego sería muy aburrido. Y la pelota es de alegría..., para disfrutarla sobre el terreno, desde las gradas, con el oído en la radio o frente al televisor."
(Tomado de la edición digital del periódico 26, Las Tunas, Cuba)
Etiquetas: Alexánder Guerrero, Las Tunas, Cuba, béisbol, familia, amistad, respeto, entrega, pelota
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