Las Tunas, Cuba.- Los tigres de Ciego de Ávila atacaron primero en la gran final de la Serie 51 de la pelota cubana y propinaron un fuerte zarpazo a los leones de Industriales, los cuales no pudieron hacer valer su estancia en la cueva del Latinoamericano, cuando el estelar Vladimir García superó en gran duelo a otro lanzador de categoría, Odrisamer Despaigne.
La jornada dominical que puso en marcha la porfía por el título nacional de béisbol, respondió a las expectativas apreciadas en un Latino abarrotado de entusiasta público que, pese a la lluvia presente desde el primer lanzamiento, soportó de manera estoica, un aguacero que obligó a detener el choque por algo más de dos horas.
Vladimir y Odrisamer se batieron a cero limpio durante seis capítulos, en los cuales prácticamente no hubo amago alguno. Ambos tiradores se presentaron con mucha velocidad, con envíos sostenidos por encima de las 90 millas que, en el caso del Cañón Avileño, llegaron hasta las 95, combinados con un slíder que alcanzó por momentos 81 y una curva de apenas 78, válidos para sacar completamente de paso a la artillería azul.
En el comienzo del séptimo acto, Yoelvis Fiss abrió con jit por el campo corto y acto seguido Yorbis Borroto lo llevó a segunda por toque de sacrificio. Fue entonces que la llovizna se convirtió en chaparrón que obligó a la suspensión momentánea de las acciones, las cuales no pudieron reanudarse hasta pasadas dos horas, gracias al eficiente trabajo de la brigada de mantenimiento del estadio.
Al parecer el descanso obligatorio por el beso de la primavera, no le vino bien a Despaigne, quien luego de regalar boleto intencional a Isaac Martínez, admitió cohete de Lisdey Díaz que trajo la primera anotación de los Tigres. Con corredores en la inicial y la intermedia, el receptor Lisbán Correa cometió dos pasboles consecutivos, que propiciaron otra y la tercera fue impulsada por doblete de Raúl González a la pradera derecha.
Los Leones respondieron en la parte baja del séptimo inning y después que Mayeta abrió con sencillo al centro, se fue hasta segunda por rolata al camarero, a tercera por wild pich y pisó la goma por otro roletazo al cuadro. Despaigne retiró sin problemas a los avileños en el octavo y Adrián Sosa, de relevo, colgó el escón del noveno.
Todo parecía liquidado en el posible último chance industrialista, pero después del out de Rudy Reyes en rolata a tercera, Vladimir le dio pelotazo a Mayeta, Serguei Pérez lo llevó a segunda por conexión al cuadro y anotó por sencillo al centro de Yasmani Tomás. En esa situación, el estadio se quiso venir abajo cuando Carlos Tabares disparó un gran batazo por el bosque izquierdo que se fue de foul pegado a la varilla; los avileños respiraron profundo y segundos después llegó el desconsuelo para los parciales azules porque su veterano capitán cedió el último out en línea a la pradera derecha.
Fue un excelente juego de béisbol, digno de dos grandes protagonistas, pero el resultado puede ser fatal para los Leones azules, porque al perder a su mejor pítcher, corren el peligro de viajar hasta la caverna de los Tigres con desventaja de dos, habida cuenta de que en el duelo de este lunes entre el zurdo local Ian Rendón y el derecho visitante Osmar Carrero, el favoritismo es para este último, aunque como se sabe las posibilidades reales siguen con clara paridad.
Estoy seguro de que en esta jornada podremos apreciar otro magnífico encuentro, el cual nos debe mantener igualmente en vilo hasta el último out. De todas maneras sostengo el criterio de que, salvo sorpresas como la del tremendo trabajo de Antonio Romero frente a los cocodrilos de Matanzas, el pitcheo de Industriales, después que sale de Despaigne, es una verdadera lotería, especialmente por la presencia de varios debutantes.
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