domingo, mayo 27, 2012

Reaccionan Leones en pelea por el título de béisbol

Las Tunas, Cuba.- Después de un receso obligado por causa de las intensas lluvias, este sábado se reanudó el duelo por el título de Cuba en la Serie 51 de béisbol, y los leones de Industriales reaccionaron para propinar su primer zarpazo a los Tigres, que no pudieron evitarlo pese a que su cueva fue defendida por el mejor pítcher de la manada, Vladimir García.

Otra vez tuvimos el privilegio de presenciar el enfrentamiento entre dos de los mejores serpentineros cubanos de la actualidad, solo que en esta ocasión la sonrisa fue de Odrisamer Despaigne(en la foto) quien, después de un mal comienzo, se recuperó y tiró nueve capítulos, para que sus compañeros se impusieran en 10 con marcador de 4 X 3.

Los Tigres de Róger Machado se lanzaron al ataque desde el primer envío de Despaigne y pisaron la goma en par de ocasiones en el propio capítulo de apertura, por sencillos de Raúl González y Mario Vega, remolcados por largo doble de Rusney Castillo a lo último de la pradera izquierda.

Parecía que Despaigne explotaba, pero el muchacho de la capital apeló a toda su capacidad para frenar el ímpetu de los “rayados”, hasta que sus compañeros lograron descontar una carrera en el quinto acto frente a un Vladimir García agigantado en la lomita de lanzar. Otro momento incierto del pítcher azul permitió a los locales ampliar con una anotación en el final del sexto.

Pasaron el séptimo y el octavo episodios y la situación se mantenía idéntica, con dominio de uno y otro serpentinero, pero ya se percibía una merma en la velocidad de los envíos del astro local, quien apelaba a sus magníficos rompimientos. A solo tres outs de poner en punto de mate a sus bien parados rivales, el cansancio le pasó la cuenta al bien llamado “Cañón de la Trocha”.

Los Leones atacaron en masa sin respetar que estaban en la cueva de sus rivales, el estadio José Ramón Cepero. Juan Carlos Torriente, Rudy Reyes y Alexander Mayeta, sonaron cohetes, por lo que el primero entró con la segunda carrera, la cual determinó la explosión de Vladimir, quien cedió el box al también estelar derecho Yánder Guevara, el segundo hombre en el cuerpo de pitcheo local.

Guevara dominó a Serguei Pérez en elevado corto al izquierdo, pero Yoandri Urgellés encendió cohete a ese propio territorio, para que, con las bases llenas, Carlos Tabares impulsara el empate por flay de sacrificio al centro. Los chicos de casa colocaron corredor en segunda con un out, pero no pudieron decidir ante un Despaigne corajudo y capaz de marcar más de 90 millas con su recta a pesar del intenso esfuerzo en un partido tan cerrado.

El décimo episodio comenzó tranquilo para Yánder Guevara, quien retiró sin problemas a Rayko Olivares e Irait Chirino, pero otra vez Torriente se erigió en verdugo, al pegar sencillo al centro que encendió la mecha, porque Rudy Reyes lo imitó y Alexander Mayeta respondió con cohete al derecho. Un gran tiro a la goma de Rusney Castillo llegó con tiempo a la mascota de Lisdey Díaz, pero éste perdió la pelota cuando tocó a Torriente y por ese error tomó ventaja mínima el equipo Azul.

El héroe del séptimo juego de la semifinal frente a Matanzas, Antonio Romero, repitió la hazaña. Rápido, con excelente control en las esquinas y todo coraje, el muchacho de Alquízar, en la provincia de Artemisa, ponchó a Yorbis Borroto e Isaac Martínez, para luego dominar a Lisdey Díaz en palomón a tercera base, con lo cual enmudecieron más de 12 mil personas que abarrotaron el parque beisbolero de Ciego de Ávila.

Todavía los Tigres están delante y no se puede olvidar que siguen en su cueva, pero el hecho de perder con sus dos mejores lanzadores, obliga al mentor Róger Machado a “hilar fino”, especialmente en el cuarto juego de este domingo, porque sin lugar a dudas, el León está herido, pero no muerto y si logra un éxito más que provoque el regreso a la pradera del estadio Latinoamericano, pudiera repetirse la remontada frente a Villa Clara en la final de la Serie 49.

Siempre es fácil hacer conjeturas después de que las cosas pasan, pero independientemente de toda la confianza que merece Vladimir García, la evidente merma de velocidad a la altura del octavo capítulo, me parece que debió ser suficiente para que Róger Machado le diera a Yánder Guevara la tarea de sacar los últimos tres outs. Lo ocurrido en este choque demuestra la capacidad de Industriales y ojalá que el colectivo técnico de los avileños no tenga que arrepentirse de este resultado.



No hay comentarios: