Las Tunas, Cuba.- Los tigres de Ciego de Ávila y los tabaqueros de Pinar del Río, discutirán el título en la Serie 50 de béisbol, luego de salir airosos este miércoles en sus respectivos sextos choques de semifinal, ambos en extrainnings, ante los alazanes de Granma y los elefantes de Cienfuegos.
Fueron dos excelentes partidos de béisbol, en los cuales cada uno de los contendientes lo dio todo en el terreno y, aunque salieron vencedores los avileños y pinareños, llegue el reconocimiento y el aplauso de toda la afición a sureños y granmenses, dignos rivales hasta el último out.
En el estadio José Ramón Cepero, fue épica la remontada de los tigres, cuando parecía que sería necesario jugar un séptimo encuentro. Los lanzadores de Granma no pudieron sacar el tercer out del noveno acto sin permitir una igualada increíble.
Granma tomó el mando frente a Yánder Guevara al marcar una carrera en el segundo episodio, pero la defensa de los visitantes no apoyó a Alberto Soto, quien admitió dos para que los tigres lograran la delantera. Los alazanes igualaron en el quinto inning y se adelantaron con una en el séptimo frente al relevista Yadil Rabí, mas los tigres respondieron de inmediato para producir otro abrazo, que se rompió cuando los visitantes pisaron la goma dos veces, lo cual obligó a Róger Machado a echar mano a su estelar Vladimir García (foto izquierda), apenas sin descanso, pues trabajó ocho capítulos el lunes en Bayamo.
Sinceramente, con la posibilidad de ir a un séptimo juego y dos carreras por debajo a falta de una sola oportunidad, me pareció una locura de Machado situar a Vladimir. Pero la pelota es imprevisible, el mentor avileño apostó por decidir la semifinal y, por suerte, le salió bien. Claro, una vez más, Ciro Silvino Licea le falló a su equipo y no pudo preservar ventaja de dos cuando solo necesitaba sacar tres outs; además de que tampoco Alain Tamayo se comportó como en la primera parte de la postemporada y debió ceder el box a Alexei Alarcón.
La tensión era absoluta y llegó el final del onceno episodio. Yoelvis Fiss estaba en la inicial con un out, salió al robo de segunda en conteo de 3-2, Yorelvis Charles se ponchó, pero el tiro del receptor Barrabí a la intermedia fue desviado y el rápido jardinero local dobló por la antesala como una exhalación para anotar la victoria, acción que convirtió al estadio José Ramón Cepero en un verdadero manicomio.
Merecido triunfo de los tigres de Ciego de Ávila que lo dieron todo en pos de su objetivo y un reconocimiento para los alazanes de Granma que, sin embargo, necesitan trabajar muy duro con su defensa que volvió a cometer cinco errores ayer. La ofensiva de los granmenses, su fuerza indiscutida, decayó mucho en la postemporada, especialmente en la fase semifinal, sobre todo porque su tercer bate, Yoennis Céspedes, fue dominado casi de forma absoluta por el pitcheo de Ciego de Ávila, al tiempo que no produjeron a su altura los otros dos Villalobos, Alfredo Despaigne y Yordanis Samón.
En el estadio 5 de Septiembre, mientras tanto, ocurrió otro tenso choque, caracterizado por un duelo de lujo entre el zurdo local Norberto González y el derecho de vueltabajo Yosvani Torres (foto derecha), quienes tiraron los 10 episodios jugados ante una extraordinaria concurrencia. Ambos tiradores se presentaron dominantes y fue Pinar del Río el primero en pisar la goma, cuando en el tercer inning David Castillo le dejó llegar un rompimiento a Norberto González y metió la pelota en la grada por la parte izquierda.
Los elefantes negociaron el empate en el final del quinto acto, abierto por Adriano García con doblete y llegó a tercera por sacrificio. Lázaro Rodríguez elevó al bosque derecho y García hizo pisicorre hacia el plato, el disparo de Mijaín Rivera fue rápido y preciso, como para lograr el out sin problemas, pero el receptor Lorenzo Quintana se precipitó, la bola le dio en la mascota y la perdió.
La carrera de la victoria pinareña cristalizó en el principio del décimo capítulo: Norlin Concepción abrió con cohete al izquierdo y Osmel Solano lo sustituyó como corredor, Mijaín Rivera ejecutó el toque de sacrificio; Pedro Luis Rodríguez, de emergente, elevó a zona foul del jardín derecho y el corredor se metió en tercera, desde donde anotó por error del torpedero Erisbel Arruebarruena, sobre roletazo lento de Reinier León.
Todavía hubo complicaciones en el cierre del décimo acto. Yosvani Torres sacó out sin dificultades a Arruebarruena y Lázaro Rodríguez, pero David Castillo cometió error en tiro sobre machucón de Yoelvis Leyva, quien se metió en la intermedia con el posible empate. Torres no se inmutó, metió el brazo y obligó al peligroso Yaciel Puig a roletear por el campo corto para que lo retiraran cómodamente en la inicial.
Con este resultado, Pinar del Río rompió todos los pronósticos y puso de manifiesto que las victorias no se consiguen con nombres, sino con hombres dispuestos a entregarse en cuerpo y alma a la causa de su camiseta. Las palmas para Alfonso Urquiola, ejemplo de estratega, capaz de extraer el máximo a cada jugador, desde el más reconocido, hasta el novato o la joven figura que pugnan por sacar a su equipo hacia delante.
Esta constituye una final inédita en la historia de las series nacionales de béisbol y debe constituir otro duelo tenso, complicado, con posibilidades bastante parejas. No obstante, como ha sido mi costumbre, me someto a dar mi favorito: Pinar del Río está para campeonato y, en no menos de seis choques, debe alzarse con el título.
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