Las Tunas, Cuba.- La prueba más contundente de lo que realmente pasa en mi Patria Querida, pudo ser apreciado en los cinco continentes a través de la radio y la televisión, cuando un impresionante mar de pueblo desbordó los confines de la Plaza Mayor del país, en apoyo incondicional a la Revolución y el Socialismo en el aniversario 50 de la victoria de Playa Girón.
Si hace medio siglo, hombres, mujeres, niños y ancianos unieron sus voces, su valor y su patriotismo a toda prueba para enfrentar la agresión directa del rapaz imperio, apenas sin las armas necesarias, bajo la consigna de Patria o Muerte; hoy 16 de abril de 2011, en condiciones más complejas, bajo amenazas terribles, las nuevas generaciones de cubanos reafirmaron la continuidad histórica de nuestro irreversible socialismo.
Quién que no sea un retrógrado, un furibundo enemigo de la verdad y de la justicia, un asesino terrorista al estilo del ahijado de Estados Unidos, Luis Posada Carriles, puede atreverse a desconocer que el pueblo de Cuba desea vivir en esta sociedad justa y equitativa, generosa y solidaria que comparte lo poco que tiene y que su juventud se siente digna de ser continuadora de las ideas de Yara, Baraguá, Baire, el Moncada, el Granma y la Sierra Maestra.
Yo que, con apenas 18 años de edad, tuve el honor y el privilegio de vivir de cerca todo lo sucedido en aquellos gloriosos días de abril, que cumplí misiones tocado con el glorioso uniforme verde y azul de las milicias; sentí el pecho oprimido por la emoción ante la imponente manifestación de un pueblo que sigue en pie junto a Fidel y a Raúl, que 50 años después y en medio del brutal asedio imperial, ni se rinde, ni se vende.
En la Plaza de la Revolución José Martí se fundieron con la dureza del acero, aquellos que hicieron posible, en menos de 72 horas, propinarle a los yanquis su primera gran derrota militar en América y las nuevas generaciones que no se dejan engañar por los cantos de sirenas, que trabajan en el perfeccionamiento de la sociedad heredada de los padres fundadores y convencidas de su responsabilidad en la salvaguarda de las conquistas alcanzadas.
La presencia de un pueblo entero ratificó la vigencia de lo planteado por Fidel aquel inolvidable 16 de abril de 1961, la condena a la injustificada agresión contra Libia, a la farsa que decretó la absolución de Posada Carriles, el más cínico y desvergonzado terrorista que hay en el mundo, y la exigencia de que sean liberados ya los Cinco Héroes cubanos, presos injustamente en cárceles de Estados Unidos.
Fue una mañana extraordinaria en la que, además de la marcha del pueblo, desfiló una muestra de las armas que tenemos para defendernos, de los recursos necesarios si es preciso repeler una agresión al estilo de aquella por Bahía de Cochinos, las que utilizamos en las gloriosas misiones internacionalistas, esas que jamás se emplearán para atacar a nadie, los medios a los que ojalá nunca tengamos que acudir.
Un acto como el que presenciamos este sábado en La Habana, contrasta con el banquete ofrecido en Washington por la señora Ileana Ross, la famosa Loba Feroz, a un grupo de “heroicos combatientes de la Brigada 2506”, la misma que fue destruida por el pueblo cubano en las arenas de Girón.
La información sobre el suceso destaca discursos y compromisos de aquellos “gloriosos veteranos”, sin embargo me llama la atención de que no se hiciera referencia acerca de quiénes de ellos tuvieron a su cargo la elaboración del menú, en su condición de expertos, teniendo en cuenta de que cuando se entregaron, casi todos manifestaron que habían ido en la expedición como ¡cocineros!
Etiquetas: Aniversario 50 carácter socialista de la Revoluciòn, Victoria de Playa Girón, primera derrota del imperialismo en América, desfile militar y marcha popular, Plaza de la Revolución José Martí, La Habana, solidaridad y justicia, juventud cubana, milicias nacionales, patriotismo y decisión, armas para defensa, Cuba está por la paz, libertad para los Cinco, condena a la absolución de Posada Carriles
No hay comentarios:
Publicar un comentario