Mis recuerdos de Girón (IV)

17 de abril de 1961 El amanecer del 17 de abril en el tejar Simpatía fue para mi inolvidable. Todos los milicianos nos mantuvimos de guardia la noche entera y, aunque no teníamos la información exacta, sabíamos que desde la madrugada había batalla en el extremo occidental de la costa sur de Las Villas, porque nos llegaba el tronar de las armas. Este sitio, cercano al central Guillermo Moncada (Constancia A), se ubica a unos 60 kilómetros o menos, de Playa Girón, pero ciénaga por medio, ya que para trasladarse hasta allá, era preciso dar la vuelta por la localidad de Real Campiña, el ingenio Antonio Sánchez (Covadonga) y de ahí utilizar la carretera que atraviesa la península de Zapata, un recorrido de alrededor de 130 kilómetros. Esa es la razón por la cual la cercanía geográfica nos permitía escuchar el fragor del combate, especialmente los disparos de artillería. Por supuesto que nuestro destacamento estaba en posición uno, listo para entrar en acción si fuera necesario, con la tensión propia de militares envueltos en una guerra real, que provocó la intención de algunos compañeros de ir a unirse a los batallones que avanzaban hacia el frente. No obstante, todos entendieron que no se podía abandonar la posición asignada y cada quien debía estar en el lugar correspondiente para impedir el avance de los invasores si lograban romper el cerco de las fuerzas combinadas del Ejército Rebelde, la Policía y los batallones de milicias. La noche de este 17, con todas las luces apagadas y pegados a la radio para conocer los partes de guerra, se escuchaban las lejanas detonaciones y podían observarse el desplazamiento luminoso de los disparos, semejantes a fuegos artificiales. Nadie durmió y, por supuesto, la espera y la incertidumbre hizo aparentar más largo el tiempo transcurrido hasta el amanecer. (Continuará)

Etiquetas: Cerca de Girón, percepción del fragor del combate, firmes en sus puestos los milicianos y el pueblo, primer día de la invasión por Bahía de Cochinos, en tensión todo el país