18 de abril de 1961 Los combates seguían su curso en toda la zona del desembarco y de acuerdo con las informaciones que nos llegaban a través de la radio, las tropas cubanas ganaban terreno, en tanto las fuerzas mercenarias se replegaban hacia la costa, específicamente hacia Girón y Playa Larga. Durante el día las actividades productivas en el tejar Simpatía mantuvieron su normalidad, mientras los milicianos que montaban guardia cumplían los recorridos y el maestro voluntario, un joven espirituano llamado Roberto Bedoya, ofrecía sus clases. A pesar de tener información constante, había una honda preocupación y todos estábamos tensos, con el nerviosismo lógico de la proximidad de una batalla cruenta, cuyo teatro de operaciones podría trasladarse hasta nuestra posición. Alrededor de las 11:30 de la noche la tensión se elevó súbitamente porque en el relativo silencio existente, sonaron dos disparos y luego una ráfaga de fusil M-52 en el extremo sur del tejar, cerca del área de los hornos, lo que provocó zafarrancho de combate en todo el destacamento. Pasados unos pocos minutos se conoció lo sucedido: el maestro Bedoya, un muchacho de apenas 17 años, percibió un movimiento extraño en la espesura situada en los alrededores de un pequeño embalse suministrador de agua a la fábrica, y como estaba tenso, nervioso, hizo fuego hacia el lugar donde, por supuesto, no había nada. De inmediato se adoptaron las medidas: Bedoya fue relevado de su patrulla, se mantuvo de retén en el cuartelito de la milicia y el resto de la noche transcurrió en relativa calma, con todos atento a los partes de guerra a través de la radio, los cuales indicaban que se acerca el fin de los mercenarios. (Continuará)
Etiquetas: Girón, aniversario 50, Ciénaga de Zapata, Las Villas, Cuba, tejar simpatía, milicianos, avance de tropas cubanas, repliegue de los invasores
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