lunes, mayo 19, 2008

La caída de Martí en Dos Ríos
Duro golpe a la Revolución
La Guerra Necesaria, a la que había entregado los mejores años de su existencia, recién comenzaba y, sin embargo, José Martí Pérez, apenas pudo vivirla con la intensidad que deseaba, al caer abatido por las balas españolas en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, hace ya 113 años.
Aquel infausto día, la Revolución sufría un golpe mortal. Perdía a su organizador, al hombre que había logrado unir a los viejos robles de la primera guerra, la de los Diez Años, con los pinos nuevos, con los impetuosos jóvenes ansiosos de ayudar a la libertad de la Patria. El estrenado general del Ejército Libertador, caía en su primer combate, de forma inesperada, en un acto de encendido patriotismo.
Martí, junto a Gómez, había desembarcado el 11 de abril por Playitas de Cajobabo, luego de una difícil travesía desde República Dominicana. La alegría de pisar tierra cubana fue tan inmensa que, en carta dirigida a su amiga Carmen Millares, apuntó: “Solo la luz es comparable a mi felicidad”.
Su llegada a la Patria querida convertía en realidad su deseo de materializar en los campos de batalla, todo el ardor de sus discursos y escritos en la preparación de la guerra, porque según decía, “La razón, si quiere ganar, tiene que entrar en la caballería y morir, para que la respeten los que saben morir”.
Después vino, el 6 de mayo, la entrevista con Maceo en La Mejorana que, al decir de Gómez, fue áspera, pero todo quedó olvidado poco después; algo que se pone de manifiesto en la carta enviada por Martí al Titán de Bronce el 12 de mayo.
En el párrafo final de aquella histórica misiva, Martí escribió: “”Escríbanos en detalles todos sus hechos. Súbase a los estribos y haga arder los hombres a su voz. Se va el correo y con él un abrazo y gracias por los sucesos que le adivino en estos días. De su amigo José Martí”.
Es evidente que las relaciones de Martí con la alta oficialidad y sus subordinados, fueron excelentes y que la unidad que siempre proclamó, la hizo realidad hasta los últimos momentos de su vida.
Los objetivos de su apasionada lucha, quedaron plasmados en la carta inconclusa a su amigo mexicano Manuel Mercado: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extienda por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América; cuanto hice hasta hoy y haré ha sido para eso. En silencio ha tenido que ser porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas…”
Por eso su prematura muerte significó tanto para el futuro de la Patria. Lamentablemente, a la posición contra el naciente imperialismo yanqui, se erigió el servilismo a la poderosa nación del norte, de quien sucediera a Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano.
Don Tomás Estrada Palma, ciudadano norteamericano, fue la antítesis de José Martí y responsable máximo de la frustración de un pueblo que combatió durante 30 años por una independencia que conquisto a filo de machete, y que le fue escamoteada por la intervención de Estados Unidos en la guerra contra España.
Pero su pueblo no desistió nunca en su empeño de conquistar la Patria que soñó Martí, “con todos y para el bien de todos”, la que se hizo realidad el primer día de 1959 y que hoy enfrenta al mismo enemigo, con la decisión de mantener, a toda costa, la libertad y la independencia por la que dieron sus vidas los Padres Fundadores.
Bibliografía
-Artículos publicados en órganos de prensa cubanos: Venceremos, Radio Cadena Agramonte y El Habanero.

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