Plataforma Internacional contra el Terrorismo Mediático apoya la lucha del pueblo boliviano
Avanza en estos momentos en Bolivia una estrategia, articulada por sectores oligárquicos e imperiales, destinada a atentar contra los esfuerzos de liberación del pueblo boliviano.
Ya en ocasión del Primer Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, celebrado el pasado mes de marzo, periodistas latinoamericanos e investigadores de la comunicación denunciamos que en este momento histórico único para Bolivia y el continente, los poderes mundiales atacan los procesos de cambio haciendo uso de toda su artillería financiera, política y mediática.
La ultraderecha latinoamericana y el núcleo más duro de la administración de George W Bush, aliados con sectores cipayos bolivianos, han puesto en marcha un plan contra Bolivia, pero más allá, contra todos los países suramericanos que buscan construir su destino, a partir de su autodeterminación política y social.
Apoyamos la lucha del pueblo boliviano contra esa ofensiva que, a través del "Estatuto Autonómico" que pretenden aprobar este 4 de mayo, intenta dividir el territorio de Bolivia con el propósito de defender los intereses de las oligarquías de Santa Cruz y de otros departamentos. Esta ofensiva, de nuevo, utiliza a los medios de comunicación como punta de lanza.
A través de grandes medios de comunicación, especialmente aquellos que se encuentran bajo el control de los latifundistas –como la red de televisión Unitel-, se ejerce una brutal presión para favorecer el separatismo apoyado por el imperio, como se hizo en Kosovo y se intenta hacer en Tibet.
Estas prácticas de terrorismo mediático impuestas contra el pueblo boliviano, han venido funcionando incluso antes del inicio del gobierno del indígena Evo Morales y han continuado a través del silencio cómplice sobre los avances y logros de la actual gestión, entre los cuales destacamos la nacionalización de los hidrocarburos, la Renta Dignidad, que es un salario de 32 dólares que cada mes se entrega a todos los mayores de 60 años; la cercana erradicación del analfabetismo, gracias al Plan Nacional de Alfabetización; la decisión de redistribuir la tierra a los campesinos y la Asamblea Constituyente.
Sin embargo, ahora la política de desinformación y propaganda se ha vuelto aún más condenable, cuando observamos la difusión de mensajes racistas, discriminatorios, cuyos resultados pueden resultar catastróficos. Con preocupación hemos escuchado hablar incluso de "limpieza étnica", en el paroxismo de un lenguaje insultante y de promoción de la violencia contra las instituciones bolivianas.
Por tanto, expresamos nuestra más enérgica condena contra la violencia, tanto simbólica como real, que intenta acabar con la lucha del pueblo boliviano y nos declaramos nosotros también en lucha, para continuar denunciando y combatiendo el terrorismo mediático en nuestro continente y en cualquier parte del mundo donde los pueblos se pongan de pie.
Hacemos igualmente un llamado a todos los periodistas, sindicatos de periodistas, medios públicos, alternativos, comunitarios y universitarios de todos los países a denunciar esta acción ilegal de la oligarquía boliviana en alianza con los poderes imperiales.
1. Carlos Alberto Almeida (Brasil)
2. Carlos Fazio (México)
3. Ernesto Vera (Cuba)
4. Felipe Yapur (Argentina)
5. Freddy Fernández (Venezuela)
6. Grover Cardozo (Bolivia)
7. Heriberto Rodríguez (México)
8. Hernán Uribe (Chile)
9. Jean-Guy Allard (Canadá)
10. José Dos Santos (Cuba)
11. José Steinsleger (México)
12. Martín Almada (Paraguay)
13. Nelson del Castillo (Puerto Rico)
14. Raymundo Reynoso (México- EEUU)
15. Roger Ricardo Luis (Cuba)
16. Tubal Páez (Cuba)
17. Vicente Romano (España)
18. Yuri Pimentel (Venezuela)
Avanza en estos momentos en Bolivia una estrategia, articulada por sectores oligárquicos e imperiales, destinada a atentar contra los esfuerzos de liberación del pueblo boliviano.
Ya en ocasión del Primer Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, celebrado el pasado mes de marzo, periodistas latinoamericanos e investigadores de la comunicación denunciamos que en este momento histórico único para Bolivia y el continente, los poderes mundiales atacan los procesos de cambio haciendo uso de toda su artillería financiera, política y mediática.
La ultraderecha latinoamericana y el núcleo más duro de la administración de George W Bush, aliados con sectores cipayos bolivianos, han puesto en marcha un plan contra Bolivia, pero más allá, contra todos los países suramericanos que buscan construir su destino, a partir de su autodeterminación política y social.
Apoyamos la lucha del pueblo boliviano contra esa ofensiva que, a través del "Estatuto Autonómico" que pretenden aprobar este 4 de mayo, intenta dividir el territorio de Bolivia con el propósito de defender los intereses de las oligarquías de Santa Cruz y de otros departamentos. Esta ofensiva, de nuevo, utiliza a los medios de comunicación como punta de lanza.
A través de grandes medios de comunicación, especialmente aquellos que se encuentran bajo el control de los latifundistas –como la red de televisión Unitel-, se ejerce una brutal presión para favorecer el separatismo apoyado por el imperio, como se hizo en Kosovo y se intenta hacer en Tibet.
Estas prácticas de terrorismo mediático impuestas contra el pueblo boliviano, han venido funcionando incluso antes del inicio del gobierno del indígena Evo Morales y han continuado a través del silencio cómplice sobre los avances y logros de la actual gestión, entre los cuales destacamos la nacionalización de los hidrocarburos, la Renta Dignidad, que es un salario de 32 dólares que cada mes se entrega a todos los mayores de 60 años; la cercana erradicación del analfabetismo, gracias al Plan Nacional de Alfabetización; la decisión de redistribuir la tierra a los campesinos y la Asamblea Constituyente.
Sin embargo, ahora la política de desinformación y propaganda se ha vuelto aún más condenable, cuando observamos la difusión de mensajes racistas, discriminatorios, cuyos resultados pueden resultar catastróficos. Con preocupación hemos escuchado hablar incluso de "limpieza étnica", en el paroxismo de un lenguaje insultante y de promoción de la violencia contra las instituciones bolivianas.
Por tanto, expresamos nuestra más enérgica condena contra la violencia, tanto simbólica como real, que intenta acabar con la lucha del pueblo boliviano y nos declaramos nosotros también en lucha, para continuar denunciando y combatiendo el terrorismo mediático en nuestro continente y en cualquier parte del mundo donde los pueblos se pongan de pie.
Hacemos igualmente un llamado a todos los periodistas, sindicatos de periodistas, medios públicos, alternativos, comunitarios y universitarios de todos los países a denunciar esta acción ilegal de la oligarquía boliviana en alianza con los poderes imperiales.
1. Carlos Alberto Almeida (Brasil)
2. Carlos Fazio (México)
3. Ernesto Vera (Cuba)
4. Felipe Yapur (Argentina)
5. Freddy Fernández (Venezuela)
6. Grover Cardozo (Bolivia)
7. Heriberto Rodríguez (México)
8. Hernán Uribe (Chile)
9. Jean-Guy Allard (Canadá)
10. José Dos Santos (Cuba)
11. José Steinsleger (México)
12. Martín Almada (Paraguay)
13. Nelson del Castillo (Puerto Rico)
14. Raymundo Reynoso (México- EEUU)
15. Roger Ricardo Luis (Cuba)
16. Tubal Páez (Cuba)
17. Vicente Romano (España)
18. Yuri Pimentel (Venezuela)
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