viernes, febrero 06, 2009

Diálogo con el campeón cubano de ajedrez
Lázaro Bruzón mira con optimismo su futuro
Las Tunas, Cuba.-La victoria del Gran Maestro Lázaro Bruzón Batista, en la edición del Campeonato Nacional de Ajedrez concluída hace apenas una semana en el Centro Provincial de Artes Plásticas, de esta ciudad; constituyó la conversión en realidad de un sueño acariciado por el talentoso joven y un regalo invaluable para la mucha afición del Juego Ciencia en estos predios.
Ciertamente el torneo, por sus características, no colmó las expectativas y la mayoría de los asistentes a las nueve jornadas de la fase final, se quedaron con los deseos de ver a su campeón en más partidas en las que hubiera decisión, de ahí la inconformidad por el gran número de divisiones del punto.
Por eso, al sentarme unos minutos para conversar con Bruzón, especialmente sobre su futuro del que, por cierto, se siente en extremo optimista, quise escuchar su valoración de este evento, en el cual consiguió su cuarta corona nacional.
“Aunque existen opiniones acerca de falta de combatividad en el torneo, opino que no es exactamente así. Hubo juego fuerte en las partidas más importantes, puedo asegurarte que la calidad fue alta, sobre todo por los notables avances de figuras jóvenes que se perfilan como la seguridad de un futuro feliz para el ajedrez en Cuba.
“Si observas el desarrollo de la inmensa mayoría de los más prestigiosos torneos de ajedrez en el mundo, por la paridad de fuerzas, el conocimiento del estilo de juego de los rivales a quienes se miden con mucha frecuencia; las concepciones tácticas para buscar las posiciones de vanguardia y aumentar su ELO; las tablas priman”.
Y, entonces, ¿cómo encaraste este torneo, cual fue tú estrategia de juego?
“En primer lugar estaba muy motivado por este evento, porque quería ser campeón aquí, en mi ciudad, en mi provincia. Ya había sido titular en el 2004, el 2006 y el 2007, además de ganar el oro en la lid correspondiente a la Olimpíada del Deporte Cubano en el 2008, pero mi sueño era conseguirlo en la Patria chica.
“Por esa significación, me preparé en condiciones, no descuidé el entrenamiento al cual dediqué muchas horas. Sabía que era un reto por la calidad de los rivales y nunca me confié, aunque sentía tener la fuerza suficiente para cumplir el objetivo.
“La estrategia fue jugar con precisión, sin apresuramientos, hacerlo con cautela, porque era un torneo corto, de solo nueve rondas, el cual no te da posibilidades de recuperación: una derrota es casi determinante y puede echar por tierra todo el esfuerzo anterior.
“Debo decir que el momento más difícil ocurrió temprano, en la segunda ronda, frente al GM de Ciudad de La Habana, Omar Almeida. Conduje las piezas negras y en el medio juego estuve en riesgo de perder; afortunadamente pude conseguir el equilibrio y dividir el punto”.
Pudiera decirse que en los finales un poco que jugaste de acuerdo al comportamiento de los otros rivales de mayor rango, sin arriesgar mucho:
“Sí, el objetivo era ganar el torneo, no por el ELO que prácticamente se mantuvo igual, sino por la motivación sentimental que te comenté antes. Si no era necesario arriesgar porque los otros compañeros con posibilidades decidieron entablar, entonces hice lo que más convenía. Tengo la satisfacción de que me sentía bien y creo que jugué con la fuerza acostumbrada”.
Se esperaba que Yunieski Quesada, el monarca del 2008, defendiera con más ahínco su título. ¿Cómo lo viste en el torneo y que opinión te merecen los jugadores noveles que llegaron a esta final, algunos fuera de pronósticos?
“Yunieski Quesada es un jugador en pleno ascenso, con resultados muy altos en grandes competiciones. Estuvo muy bien en la Olimpíada de Alemania y en el último torneo Carlos Torres Repetto, de México, pero eso ratifica lo que te decía del nivel cualitativo de este campeonato nacional.
“Todos nos conocemos, hemos jugado mucho entre sí; el nivel es bastante parejo, él sufrió dos derrotas no esperadas ante Fidel Corrales y Yuri González; algo que fue determinante en que no pudiera lograr su objetivo.
“Estuvieron muy bien los jóvenes como Lelys Martínez, subcampeón del pasado año, que ahora terminó tercero, pero logró su segunda norma de Gran Maestro; Fidel Corrales, Yusnel Bacallao, la gran sorpresa, ganador de su primera norma de GM y, aunque cedió terreno en la final, el tunero Humberto Blanco, brillante en la etapa clasificatoria, acumuló méritos para obtener el título de Maestro Internacional”.
Has manifestado optimismo de cara al futuro que, con solo 26 años de edad, se vislumbra muy amplio. ¿Cuáles son los principales compromisos de este año?
“Inicialmente continuaré la preparación para el Capablanca en mayo y posiblemente asista también al torneo Guillermo García, de Santa Clara. Después existe la posibilidad de competir en los torneos panamericanos, individual y por equipos.
“Espero igualmente realizar el tradicional periplo por los torneos del circuito de verano en España, en el cual me fue muy bien el pasado año, y quizás cierre con la asistencia al tradicional certamen mexicano Carlos Torres Repetto en diciembre. Estoy jugado bien y el objetivo es seguir recuperándome hasta volver al ELO de hace unos dos años atrás”.
Esta conversación con Bruzón me permitió saber cuan grande es su optimismo y cómo su talento está probado; estoy seguro de que volverá a situarse en el lugar que le corresponde, sobre todo porque hace unos seis o siete años me dijo que los 2600 estaban muy cerca y poco después los conquistó. Ahora asegura que va en busca de los 2700; ¿se repetirá la historia? Espero que sí.



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