miércoles, febrero 11, 2009

Mientras se juega el II Clásico
Las Tunas puede recuperarse
El resultado de Las Tunas en los primeros 57 juegos de esta campaña beisbolera es la comidilla de la afición y de los especialistas, todos sorprendidos, en mayor o menor medida, con la ubicación del equipo de la provincia en el sótano de la zona oriental.
A mi no me cabe la menor duda acerca de que, por su capacidad potencial, la tropa de Ermidelio debía estar en la pelea por un boleto clasificatorio para la postemporada; pero en mi caso no estoy sorprendido con lo ocurrido hasta la parada del domingo 8 de febrero.
Acostumbro a seguir, paso a paso, la preparación de las preselecciones de casa desde hace muchos años y, en esta oportunidad, las condiciones meteorológicas actuaron de manera muy negativa, sobre todo en lo concerniente a la defensa, tanto del cuadro como de los jardines.
Para nadie es un secreto que las posibles buenas actuaciones en torneos de cualquier deporte, dependen del entrenamiento previo. Si esta preparación es insuficiente, no se puede aspirar a mucho. En mi opinión, este es el caso.
Las Tunas tiene una nómina de respeto, reconocida por técnicos y aficionados de todo el país, nadie dudaba que volvería a darle colorido a nuestra Serie Nacional; pero la teoría es una cosa y la práctica es otra.
En 57 juegos de la pasada contienda, el equipo de aquí tenía balance de 32 triunfos y 25 fracasos por 23-34, ahora; el bateo refleja 303 por 290, la defensa 977 frente a 970 y el pitcheo 5,05 en el promedio de carreras limpias por el 5,46 actual. Es evidente que así no se puede.
Hablar de clasificación es bien difícil a estas alturas. No es imposible el boleto, pero pecaría de exceso de optimismo si asegurara que la afición pudiera disfrutar la fiesta de los play off. Pero, ojo, que cosas más sorpresivas se han visto en el deporte.
La selección de aquí tiene calidad para recuperarse y los grandes no se miden por la caída en un momento determinado, sino por la capacidad que tengan para levantarse y salir adelante.
Los chicos de casa tienen más de un mes para realizar una buena preparación, cuentan con tiempo suficiente en el objetivo de recuperarse física y mentalmente. Confío en que entrarán con todo a la recta final y buscarán no menos de 40 triunfos en el objetivo de borrar, al menos, esa imagen de hoy que, por mucho, no es la suya.
OSMANI MERECÍA UNA OPORTUNIDAD
En cuanto al II Clásico Mundial de Béisbol, creo que Cuba tiene una gran preselección, debe presentar un equipo con todos los atributos y estoy convencido de su capacidad para repetir su brillante actuación de la primera edición.
Pero, si se hizo justicia al incluir a Joan Carlos Pedroso en el grupo aspirante; considero que no debió negársele la oportunidad de buscar un puesto a esa gloria de la pelota nacional que es Osmani Urrutia, con capacidad e historia probadas.
El Señor de los 400 está en un mal momento, con promedio de solo 284, bien lejos de lo que acostumbra; pero tiene siete jonrones y más de 30 impulsadas. La historia y, sobre todo, su magnífica actuación en el I Clásico debieron tenerse en cuenta para darle una oportunidad.
El guajiro de Macagua-8 merecía más. Su lenguaje es el de los batazos de todas las dimensiones en diamantes propios y extraños; nadie lo debía ignorar porque es una historia escrita juego a juego, desde una sencillez y un patriotismo a toda prueba; no necesitó que le atribuyeran virtudes, porque le sobran. Por eso no creo en lo que algunos llaman “mala suerte”.

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