La noche de este sábado 12 de junio de 2010 quedará grabada por siempre en mi mente y en mi corazón. Después de 27 años de vida artística y de 22 como profesional, el trovador cubano Norge Luis Batista Albuerne, mi primogénito, recibió un homenaje oficial por su exitosa trayectoria musical.
Fue idea de un joven trovador, Roberto Arada y tras la aprobación de las direcciones provinciales de Cultura y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), se organizó el espectáculo acogido por el Teatro Tunas, un escenario realmente idóneo, en el cual se han presentado prestigiosos artistas locales, cubanos y de otros países.
La velada transcurrió llena de emociones, le cantaron a Norge muchos de sus amigos y especialmente uno que llegó desde Santiago de Cuba, José Aquiles, un trovador extraordinario, compositor de lujo, con premios en el Concurso Nacional de Música Cubana Adolfo Guzmán.
Visiblemente emocionado, Aquiles narró cómo conoció a Norge, la odisea de producir en su pequeño estudio de Santiago el segundo CD de su amigo en medio de muchísimas dificultades. Fue la voz de este querido amigo santiaguero un elemento distintivo en este concierto homenaje.
Tuve la satisfacción de estar en el Teatro junto a mi querido hermano Francisco (Paquito), quien pese a perder su pierna derecha hace menos de un año, vino en su silla de ruedas porque no quería perderse este homenaje a su sobrino querido.
Allí en primera fila derramamos lágrimas de satisfacción cuando subió al escenario mi primera nieta, la primogénita de mi hijo Norge, la pequeña Lucía Laura que, con sus apenas nueve años, ya muestra su vocación para cantar, primero al interpretar el antológico tema infantil del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Marinero quiero ser y luego, en el cierre, cuando llamada por su papi, nos regaló El ratoncito y el farol, de la reconocida compositora cubana Teresita Fernández.
Al final, luego de recibir reconocimientos de los diferentes organismos, Norge subió al escenario para interpretar el colofón por excelencia, su Búscame adentro, la composición más conocida de su abundante creación y que diera nombre al primer CD de su carrera, editado por AYVA Música, de Barcelona, España.
De corazón, agradezco mucho esta muestra de cariño y respeto que ofrecieron a mi hijo sus tantos amigos y, por supuesto, a ese público que lo sigue desde que era un niño de solo 12 ó 13 años y ya animaba las peñas en las instituciones culturales, que otra vez llenó por completo la espaciosa sala del Teatro Tunas.
No obstante, el espectáculo no cumplió mis expectativas: esperaba lo justo, la interpretación por sus amigos de canciones de Norge, del homenajeado; algo que solo hicieron el vocal Mellisma, con Adolescencia, los grupos, Rioja que hizo Nada me salva si te olvido, uno de los últimos temas creados, y Contrapunto, al ofrecer una magnífica versión de Ay si pudiera.
Por lo demás, no hubo ni siquiera un adorno floral sencillo y volvieron a presentarse serios problemas con el audio que, por momentos, silenciaron voces e instrumentos.
De todas formas el homenaje fue lindo, cargado de emociones, realizado con mucho amor por quienes quieren de verdad a mi primogénito. Eso se agradece con el alma y es, en definitiva, lo más importante.
Fue idea de un joven trovador, Roberto Arada y tras la aprobación de las direcciones provinciales de Cultura y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), se organizó el espectáculo acogido por el Teatro Tunas, un escenario realmente idóneo, en el cual se han presentado prestigiosos artistas locales, cubanos y de otros países.
La velada transcurrió llena de emociones, le cantaron a Norge muchos de sus amigos y especialmente uno que llegó desde Santiago de Cuba, José Aquiles, un trovador extraordinario, compositor de lujo, con premios en el Concurso Nacional de Música Cubana Adolfo Guzmán.
Visiblemente emocionado, Aquiles narró cómo conoció a Norge, la odisea de producir en su pequeño estudio de Santiago el segundo CD de su amigo en medio de muchísimas dificultades. Fue la voz de este querido amigo santiaguero un elemento distintivo en este concierto homenaje.
Tuve la satisfacción de estar en el Teatro junto a mi querido hermano Francisco (Paquito), quien pese a perder su pierna derecha hace menos de un año, vino en su silla de ruedas porque no quería perderse este homenaje a su sobrino querido.
Allí en primera fila derramamos lágrimas de satisfacción cuando subió al escenario mi primera nieta, la primogénita de mi hijo Norge, la pequeña Lucía Laura que, con sus apenas nueve años, ya muestra su vocación para cantar, primero al interpretar el antológico tema infantil del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Marinero quiero ser y luego, en el cierre, cuando llamada por su papi, nos regaló El ratoncito y el farol, de la reconocida compositora cubana Teresita Fernández.
Al final, luego de recibir reconocimientos de los diferentes organismos, Norge subió al escenario para interpretar el colofón por excelencia, su Búscame adentro, la composición más conocida de su abundante creación y que diera nombre al primer CD de su carrera, editado por AYVA Música, de Barcelona, España.
De corazón, agradezco mucho esta muestra de cariño y respeto que ofrecieron a mi hijo sus tantos amigos y, por supuesto, a ese público que lo sigue desde que era un niño de solo 12 ó 13 años y ya animaba las peñas en las instituciones culturales, que otra vez llenó por completo la espaciosa sala del Teatro Tunas.
No obstante, el espectáculo no cumplió mis expectativas: esperaba lo justo, la interpretación por sus amigos de canciones de Norge, del homenajeado; algo que solo hicieron el vocal Mellisma, con Adolescencia, los grupos, Rioja que hizo Nada me salva si te olvido, uno de los últimos temas creados, y Contrapunto, al ofrecer una magnífica versión de Ay si pudiera.
Por lo demás, no hubo ni siquiera un adorno floral sencillo y volvieron a presentarse serios problemas con el audio que, por momentos, silenciaron voces e instrumentos.
De todas formas el homenaje fue lindo, cargado de emociones, realizado con mucho amor por quienes quieren de verdad a mi primogénito. Eso se agradece con el alma y es, en definitiva, lo más importante.
Etiquetas: Las Tunas, Cuba, música, nueva trova, familia, hermano, hijo, nieta
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