II Clásico Mundial de Béisbol
Sobre los hombros de Yosvani Peraza Cuba va a San Diego
*Desconsuelo en Dominicana: Holanda mandó a casa al trabuco quisqueyano, para protagonizar la mayor de las sorpresas. Clasificó Venezuela tras vencer 10 X 1 al combativo conjunto italiano
Las Tunas, Cuba (11 de marzo).- Jonrón decisivo de dos carreras de Yosvani Peraza en el octavo capítulo y relevo de lujo del jovencito Ismel Jiménez, dio ayer a la selección cubana victoria de 5 X 4 frente al peligroso Australia, resultado que la catapultó a la sede de San Diego en la segunda ronda del II Clásico Mundial de Béisbol.
Los subcampeones de la primera edición de este exigente certamen, celebrada en el 2006, debieron vencer la resistencia de un equipo australiano que presenta un creciente desarrrollo de su béisbol y había vapuleado a un México poderoso, apoyado por miles de seguidores en su estadio Foro Sol.
En la arrancada pudo disfrutarse de un duelo de excelentes zurdos: el antillano Aroldis Chapman, quien llegó a tirar 101 millas, y el australiano Travis Blackley, de gran control, variedad de rompimientos y una bola rápida que pasó de las 90.
La tropa de Higinio Vélez fue la primera en anotar, cuando a la altura del tercer capítulo, Frederich Cepeda remolcó a Luis Miguel Navas desde tercera base; pero los de la isla continente ripostaron para igualar las acciones en el cuarto.
Yoennis Céspedes puso delante a los cubanos en el sexto, tras recibir con cuadrangular a la pradera derecha, al relevista zurdo Damián Moss; pero la respuesta de los canguros fue en extremo vigorosa.
En el final de la propia sexta entrada, el zurdo Norberto González, quien entró en la quinta por Chapman, se complicó y tuvo que dar paso a Pedro Luis Lazo, un gran lanzador, que esta vez no pudo hacerse justicia, porque fue el responsable directo de un racimo de tres carreras, con el cual Australia negoció ventaja de dos. Ismel Jiménez, tuvo que ser llamado para evitar males mayores.
Un doblete de Michel Enríquez con Héctor Olivera en la inicial acercó a Cuba en el séptimo acto frente al zurdo Moss; pero las grandes emociones llegaron en el octavo frente al relevista derecho Richard Thompson, una de las piezas claves en el cuerpo de tiradores australiano.
Cerrador por excelencia, Thompson fue situado en la lomita para preservar la ventaja mínima. Yulieski Gourriel sonó cohete al centro, pero el experimentado serpentinero retiró a Alfredo Despaigne y Yoennis Céspedes.
El reto mayor para el “canguro” era la presencia en la caja de bateo del jonronero Joan Carlos Pedroso, quien había entrado a la defensa por Alexánder Mayeta. Ocurrió entonces un cambio no esperado, Higinio Vélez decidió llamar al corpulento Yosvani Peraza, quien después de fallar un swinazo, enganchó una slíder y disparó una línea bárbara por el jardín izquierdo para incrustar la Rawling en la gradería. ¡Cuba entera saltó de alegría!
Del resto se encargó Ismel Jiménez, un novato en la selección nacional, que derrochó serenidad y coraje para sacar los seis outs frente a los excelentes artilleros australianos, obligados a ganarle hoy a un equipo mexicano que irá no solo por el boleto clasificatorio que falta, sino por la revancha.
Pero el show del día y, en mi opinión, de todo el Clásico, se lo robó el sorprendente conjunto de Holanda que, después de batallar 11 entradas, mandó a casa al trabuco de República Dominicana, tras vencerlo cerradamente 2 X 1.
Los quisqueyanos, dominados por los tulipanes 3 X 2 en su primer enfrentamiento del grupo D, tampoco pudieron conectar en este partido de vida o muerte; pese a lo cual abrieron el marcador en el principio del onceno inning por una imprecisión del jardinero derecho.
Por la poca ofensiva que caracteriza a los tulipanes, sostenidos por la efectividad de sus tiradores; todo parecía decidido, mas pelearon como leones y con par de anotaciones dejaron al campo al superfavorito de todos. La constelación de estrellas de Grande Ligas agrupada por esa leyenda del béisbol dominicano que es Felipe Alou, irradió menos luz que un modesto candil.
La gran noticia debe acaparar titulares hoy en la prensa de República Dominicana. ¿Cuál será la justificación esta vez? No me la imagino, porque la gran verdad es que Papi Ortiz y compañía dejaron mucho que desear, sacados de la pelea en ronda inicial y por un equipo en el cual no aparece ninguna figura prominente de la “Gran Carpa”. Triste, ¿verdad?
En el otro partido de la jornada, Venezuela aseguró el segundo pasaporte del grupo C, al disponer fácilmente de Italia 10 X 1 y hoy irá a la revancha frente a Estados Unidos en busca de cuál va como líder a la siguiente ronda en la sede de Miami.
Sobre los hombros de Yosvani Peraza Cuba va a San Diego
*Desconsuelo en Dominicana: Holanda mandó a casa al trabuco quisqueyano, para protagonizar la mayor de las sorpresas. Clasificó Venezuela tras vencer 10 X 1 al combativo conjunto italiano
Las Tunas, Cuba (11 de marzo).- Jonrón decisivo de dos carreras de Yosvani Peraza en el octavo capítulo y relevo de lujo del jovencito Ismel Jiménez, dio ayer a la selección cubana victoria de 5 X 4 frente al peligroso Australia, resultado que la catapultó a la sede de San Diego en la segunda ronda del II Clásico Mundial de Béisbol.
Los subcampeones de la primera edición de este exigente certamen, celebrada en el 2006, debieron vencer la resistencia de un equipo australiano que presenta un creciente desarrrollo de su béisbol y había vapuleado a un México poderoso, apoyado por miles de seguidores en su estadio Foro Sol.
En la arrancada pudo disfrutarse de un duelo de excelentes zurdos: el antillano Aroldis Chapman, quien llegó a tirar 101 millas, y el australiano Travis Blackley, de gran control, variedad de rompimientos y una bola rápida que pasó de las 90.
La tropa de Higinio Vélez fue la primera en anotar, cuando a la altura del tercer capítulo, Frederich Cepeda remolcó a Luis Miguel Navas desde tercera base; pero los de la isla continente ripostaron para igualar las acciones en el cuarto.
Yoennis Céspedes puso delante a los cubanos en el sexto, tras recibir con cuadrangular a la pradera derecha, al relevista zurdo Damián Moss; pero la respuesta de los canguros fue en extremo vigorosa.
En el final de la propia sexta entrada, el zurdo Norberto González, quien entró en la quinta por Chapman, se complicó y tuvo que dar paso a Pedro Luis Lazo, un gran lanzador, que esta vez no pudo hacerse justicia, porque fue el responsable directo de un racimo de tres carreras, con el cual Australia negoció ventaja de dos. Ismel Jiménez, tuvo que ser llamado para evitar males mayores.
Un doblete de Michel Enríquez con Héctor Olivera en la inicial acercó a Cuba en el séptimo acto frente al zurdo Moss; pero las grandes emociones llegaron en el octavo frente al relevista derecho Richard Thompson, una de las piezas claves en el cuerpo de tiradores australiano.
Cerrador por excelencia, Thompson fue situado en la lomita para preservar la ventaja mínima. Yulieski Gourriel sonó cohete al centro, pero el experimentado serpentinero retiró a Alfredo Despaigne y Yoennis Céspedes.
El reto mayor para el “canguro” era la presencia en la caja de bateo del jonronero Joan Carlos Pedroso, quien había entrado a la defensa por Alexánder Mayeta. Ocurrió entonces un cambio no esperado, Higinio Vélez decidió llamar al corpulento Yosvani Peraza, quien después de fallar un swinazo, enganchó una slíder y disparó una línea bárbara por el jardín izquierdo para incrustar la Rawling en la gradería. ¡Cuba entera saltó de alegría!
Del resto se encargó Ismel Jiménez, un novato en la selección nacional, que derrochó serenidad y coraje para sacar los seis outs frente a los excelentes artilleros australianos, obligados a ganarle hoy a un equipo mexicano que irá no solo por el boleto clasificatorio que falta, sino por la revancha.
Pero el show del día y, en mi opinión, de todo el Clásico, se lo robó el sorprendente conjunto de Holanda que, después de batallar 11 entradas, mandó a casa al trabuco de República Dominicana, tras vencerlo cerradamente 2 X 1.
Los quisqueyanos, dominados por los tulipanes 3 X 2 en su primer enfrentamiento del grupo D, tampoco pudieron conectar en este partido de vida o muerte; pese a lo cual abrieron el marcador en el principio del onceno inning por una imprecisión del jardinero derecho.
Por la poca ofensiva que caracteriza a los tulipanes, sostenidos por la efectividad de sus tiradores; todo parecía decidido, mas pelearon como leones y con par de anotaciones dejaron al campo al superfavorito de todos. La constelación de estrellas de Grande Ligas agrupada por esa leyenda del béisbol dominicano que es Felipe Alou, irradió menos luz que un modesto candil.
La gran noticia debe acaparar titulares hoy en la prensa de República Dominicana. ¿Cuál será la justificación esta vez? No me la imagino, porque la gran verdad es que Papi Ortiz y compañía dejaron mucho que desear, sacados de la pelea en ronda inicial y por un equipo en el cual no aparece ninguna figura prominente de la “Gran Carpa”. Triste, ¿verdad?
En el otro partido de la jornada, Venezuela aseguró el segundo pasaporte del grupo C, al disponer fácilmente de Italia 10 X 1 y hoy irá a la revancha frente a Estados Unidos en busca de cuál va como líder a la siguiente ronda en la sede de Miami.
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