Mariposas imprescindibles
En el homenaje de todos a nuestras heroicas mujeres, es preciso reconocer el vuelo de las mariposas imprescindibles que en canchas y estadios, en las más modestas e intrincadas áreas, hacen del deporte, la recreación y la cultura física, el escenario idóneo para contribuir al engrandecimiento de la Patria.
Este 8 de marzo, en cada rincón de Cuba y de la provincia, por supuesto, aquellas mujeres que subieron a los predios de premiaciones en eventos desde la base hasta los Juegos Olímpicos, recibirán el abrazo sincero de un pueblo agradecido.
En este territorio, donde las mujeres representan una parte significativa entre los atletas de todas las categorías, los técnicos, los profesores, los activistas y cuadros, las marianas de cada día, deben sentir el cariño y el respeto que merecen por su incansable bregar a favor de una vida más sana para los tuneros.
Recordemos hoy las medallas aportadas por atletas de la estirpe de Ana Bella Alexander y Eloísa Ankle, de salto de longitud, Dulce Margarita García, en lanzamiento de la Jabalina; Estela Hernández, especialista de 400 metros planos y los relevos, las softbolistas Yamila Flor, Yolexis Tamayo y Odalys Urrutia; las esgrimistas Anolan de la Cruz y Edelmis Márquez, y la Gran Maestra de ajedrez, Yaniet Marrero; por solo citar algunas.
Hagamos patente el cariño y el reconocimiento a las nuevas generaciones de muchachas que, en todas las categorías, avanzan hacia las posiciones de vanguardia en sus respectivas disciplinas. Y por supuesto, a las profesoras, técnicas, activistas y dirigentes que, con la dulzura de su quehacer, permiten el crecimiento constante de nuestro deporte.
Para las compañeras que con la miel de su existencia, ayudan a materializar el privilegio de que el deporte sea un derecho del pueblo, un beso multiplicado en este hermoso 8 de marzo.
En el homenaje de todos a nuestras heroicas mujeres, es preciso reconocer el vuelo de las mariposas imprescindibles que en canchas y estadios, en las más modestas e intrincadas áreas, hacen del deporte, la recreación y la cultura física, el escenario idóneo para contribuir al engrandecimiento de la Patria.
Este 8 de marzo, en cada rincón de Cuba y de la provincia, por supuesto, aquellas mujeres que subieron a los predios de premiaciones en eventos desde la base hasta los Juegos Olímpicos, recibirán el abrazo sincero de un pueblo agradecido.
En este territorio, donde las mujeres representan una parte significativa entre los atletas de todas las categorías, los técnicos, los profesores, los activistas y cuadros, las marianas de cada día, deben sentir el cariño y el respeto que merecen por su incansable bregar a favor de una vida más sana para los tuneros.
Recordemos hoy las medallas aportadas por atletas de la estirpe de Ana Bella Alexander y Eloísa Ankle, de salto de longitud, Dulce Margarita García, en lanzamiento de la Jabalina; Estela Hernández, especialista de 400 metros planos y los relevos, las softbolistas Yamila Flor, Yolexis Tamayo y Odalys Urrutia; las esgrimistas Anolan de la Cruz y Edelmis Márquez, y la Gran Maestra de ajedrez, Yaniet Marrero; por solo citar algunas.
Hagamos patente el cariño y el reconocimiento a las nuevas generaciones de muchachas que, en todas las categorías, avanzan hacia las posiciones de vanguardia en sus respectivas disciplinas. Y por supuesto, a las profesoras, técnicas, activistas y dirigentes que, con la dulzura de su quehacer, permiten el crecimiento constante de nuestro deporte.
Para las compañeras que con la miel de su existencia, ayudan a materializar el privilegio de que el deporte sea un derecho del pueblo, un beso multiplicado en este hermoso 8 de marzo.
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