Las Tunas, Cuba.-En una fecha ya lejana, allá por el año 1968, un periodista empírico de la bella ciudad atlántica de Puerto Padre, aprovechó la oportunidad que le ofrecieron de capacitarse para trabajar de reportero, cámara en mano, y se convirtió en uno de los pioneros de la televisión oriental, con la fundación del canal Tele Rebelde en Santiago de Cuba.
Mi colega y amigo José Ramón Lobón Palau, uno de los fundadores, en 1963, de la Unión de Periodistas de Cuba en la actual provincia de Las Tunas, fue de aquellos atrevidos que iniciaron la prensa revolucionaria en la zona y dieron vida al semanario El Trabajador y a los noticieros de las emisoras CMKY, Radio Puerto Padre y CMKT, Radio Circuito en la hoy capital del Balcón del Oriente Cubano.
El diálogo transcurre en la sencilla vivienda de la ciudad de Puerto Padre, donde reside este veterano camarógrafo, acogido a la jubilación y que cumplirá 77 años el venidero 19 de marzo, quien se alegró muchísimo de desapolillar archivos y recordar tantos grandes momentos mediante la revisión de fotos y ejemplares de periódicos “maltratados” por el tiempo.
Como todo hijo de familia humilde en la Cuba neocolonial, José Lobón debía luchar por contribuir a la magra economía del hogar y ya a los 13 años trabajó en el comercio en limpieza y de dependiente por seis pesos mensuales, mas su sueño era llegar a la radio, razón por la cual estableció amistad con el personal de la emisora CMKY, fundada en la Villa Azul en 1940.
Entonces, ¿cómo te vinculas al periodismo?
“Como te decía yo era el clásico ratón de emisora y mediante los amigos de la planta de Puerto Padre aprendí los rudimentos de la técnica de entonces para la labor de operador de audio, sin embargo, el dueño, un libanés llamado Pedro Zacca, nunca me dio trabajo porque la plantilla debía ser mínima a favor de mejores dividendos.
“Con el triunfo de la Revolución me mantuve colaborando con la emisora y cuando se produce la intervención de los medios de difusión en 1960, paso a laborar de operador de audio, tarea que desempeñé por espacio de dos o tres meses, porque me sorprendieron al nombrarme director de la planta, bautizada como Radio Libertad.
“La responsabilidad adquirida respondía a mi condición de fundador de las Milicias, de los CDR y la participación en todas las actividades encaminadas a fortalecer la nueva sociedad que debía construir el pueblo cubano. Una de las tareas que me propuse fue estabilizar la salida de un noticiero denominado Trinchera Revolucionaria, el cual carecía de realizador.
“Me hice cargo de simultanear la dirección con la confección del noticiero, el cual se hacía por el conocido método de ‘cortar y pegar’ las informaciones publicadas en los periódicos, pero con la creación del movimiento de corresponsales voluntarios obreros, tuve que reelaborar las notas que estos compañeros enviaban con las actividades de sus centros laborales y de las organizaciones políticas y de masas. Así comienza mi quehacer periodístico”
En aquellas circunstancias fue alumno en seminarios de técnica elemental del periodismo y luego él mismo transmitía esos conocimientos a otros corresponsales de la zona de Puerto Padre, Vázquez, Delicias, Chaparra y San Manuel, contribuyendo a la superación de los informadores voluntarios que, años después, se convirtieron en periodistas y muchos están todavía en activo.
Es por eso que en el proceso de reorganización de los periodistas cubanos, José Lobón trabaja, junto a Rosano Zamora Padín (Gallo) en la preparación de lo que sería después, en la primera mitad del año 1963, la delegación regional de la Unión de Periodistas de Cuba.
“Sí, recuerdo que en junio de 1963, estuve en Holguín junto a Gallo, Pedro Peña Reyes y Juan Estrada en la reunión donde se constituyó el grupo de dirección de los periodistas en Oriente Norte, presidido por Mérido Gutiérrez. Poco después se creó la delegación de esta región y yo fui designado delegado en Puerto Padre, aval que me permitió asistir al II Congreso de la UPEC en 1966.
“En todos esos años colaboré sistemáticamente con el semanario local, primero con el nombre de El Trabajador, luego Mochas y Cañas (Mochas y Fusiles en campaña cuando la Operación Victoria de Girón en 1968) y después El Forjador y
Veintiséis, hasta el diario 26, además del cotidiano oriental Sierra Maestra”
¿Y cómo llegas a la Televisión?
“En 1968 fui seleccionado junto a Iraís González para participar en un curso emergente de camarógrafos de televisión en Santiago de Cuba, donde se gestaba la creación del canal oriental Tele Rebelde, que nació en 1969. Me convertí en fundador de esa histórica planta como reportero de la región Puerto Padre, inicialmente, luego para el Territorio Tunas y a partir de febrero de 1976 en la nueva provincia.
“Son muchas las experiencias vividas en la cobertura de infinidad de acontecimientos y de actos, especialmente en los que reporté de camarógrafo y periodista las visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro. Trabajar cerca de él, escuchar sus intercambios con los dirigentes, los obreros, los campesinos, el pueblo, fue muy reconfortante, me sentí orgulloso y honrado, por oportunidades como aquellas, vivas siempre en mi mente y en mi corazón”
Hay un momento de gran significación en tu vida laboral y fue el estímulo de realizar trabajos especiales en Hungría. ¿Qué recuerdas de aquel viaje?
“Bueno, lo primero es que me sorprendieron, porque yo no lo esperaba. El colega y amigo Antonio Moltó me llamó por teléfono un día de 1976 y me informó que había sido seleccionado camarógrafo de un equipo que participaría en uno de los viajes de intercambio de las televisiones de Cuba y Hungría. ¡Imagínate, me puse muy contento!
“Durante 27 días recorrí aquel bello país, por entonces integrante del Campo Socialista de Europa, junto al periodista Gelasio Vidal, de Villa Clara. Hicimos una buena cantidad de trabajos especiales sobre la tierra de los magyares, de sus encantos naturales, la economía, las majestuosas construcciones medievales, su famoso río Danubio, su hermosa capital, Budapest y de un pueblo que, a todas luces, vivía feliz”
El trabajo que realizabas aquí en Las Tunas estaba limitado por el uso de aquellos antiguos equipos de cuerda, realidad que te obligaba muchas veces a echarle mano a la cámara fotográfica; además de la odisea de enviar las películas a revelar en Santiago de Cuba y Holguín. ¿En qué momento mejoraron las condiciones?
“Sí, aquellas cámaras tenían muchas limitaciones, las cuerdas se partían y llegó el momento que solo daba para tomar dos o tres planos cortos; pero después tuvimos el video-tape y en 1983 se creó la Corresponsalía de la TV en Las Tunas, por lo que mejoraron mucho las condiciones, pese a que debía editarse en Tele Cristal. No obstante, en 1994 cuando cumplí los 60 años de edad, decidí jubilarme, por lo que no tuve la satisfacción de fundar en activo el canal Tunas Visión, surgido en 1999”
Militante del Partido Comunista de Cuba desde 1978, José Lobón Palau se mantiene de colaborador en la medida de sus posibilidades y activo en su delegación de la UPEC en Radio Libertad, de Puerto Padre. Es un verdadero ejemplo de entrega a la noble profesión del periodismo y fuente de inspiración para las nuevas generaciones de profesionales, tanto de la radio y la televisión, como de la prensa escrita.
Etiquetas:Pionero de la TV oriental, fundador de la Unión de Periodistas de Cuba, camarógrafo, radio, colega, amigo, Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, movimiento de corresponsales voluntarios, visita a Hungría
Mi colega y amigo José Ramón Lobón Palau, uno de los fundadores, en 1963, de la Unión de Periodistas de Cuba en la actual provincia de Las Tunas, fue de aquellos atrevidos que iniciaron la prensa revolucionaria en la zona y dieron vida al semanario El Trabajador y a los noticieros de las emisoras CMKY, Radio Puerto Padre y CMKT, Radio Circuito en la hoy capital del Balcón del Oriente Cubano.
El diálogo transcurre en la sencilla vivienda de la ciudad de Puerto Padre, donde reside este veterano camarógrafo, acogido a la jubilación y que cumplirá 77 años el venidero 19 de marzo, quien se alegró muchísimo de desapolillar archivos y recordar tantos grandes momentos mediante la revisión de fotos y ejemplares de periódicos “maltratados” por el tiempo.
Como todo hijo de familia humilde en la Cuba neocolonial, José Lobón debía luchar por contribuir a la magra economía del hogar y ya a los 13 años trabajó en el comercio en limpieza y de dependiente por seis pesos mensuales, mas su sueño era llegar a la radio, razón por la cual estableció amistad con el personal de la emisora CMKY, fundada en la Villa Azul en 1940.
Entonces, ¿cómo te vinculas al periodismo?
“Como te decía yo era el clásico ratón de emisora y mediante los amigos de la planta de Puerto Padre aprendí los rudimentos de la técnica de entonces para la labor de operador de audio, sin embargo, el dueño, un libanés llamado Pedro Zacca, nunca me dio trabajo porque la plantilla debía ser mínima a favor de mejores dividendos.
“Con el triunfo de la Revolución me mantuve colaborando con la emisora y cuando se produce la intervención de los medios de difusión en 1960, paso a laborar de operador de audio, tarea que desempeñé por espacio de dos o tres meses, porque me sorprendieron al nombrarme director de la planta, bautizada como Radio Libertad.
“La responsabilidad adquirida respondía a mi condición de fundador de las Milicias, de los CDR y la participación en todas las actividades encaminadas a fortalecer la nueva sociedad que debía construir el pueblo cubano. Una de las tareas que me propuse fue estabilizar la salida de un noticiero denominado Trinchera Revolucionaria, el cual carecía de realizador.
“Me hice cargo de simultanear la dirección con la confección del noticiero, el cual se hacía por el conocido método de ‘cortar y pegar’ las informaciones publicadas en los periódicos, pero con la creación del movimiento de corresponsales voluntarios obreros, tuve que reelaborar las notas que estos compañeros enviaban con las actividades de sus centros laborales y de las organizaciones políticas y de masas. Así comienza mi quehacer periodístico”
En aquellas circunstancias fue alumno en seminarios de técnica elemental del periodismo y luego él mismo transmitía esos conocimientos a otros corresponsales de la zona de Puerto Padre, Vázquez, Delicias, Chaparra y San Manuel, contribuyendo a la superación de los informadores voluntarios que, años después, se convirtieron en periodistas y muchos están todavía en activo.
Es por eso que en el proceso de reorganización de los periodistas cubanos, José Lobón trabaja, junto a Rosano Zamora Padín (Gallo) en la preparación de lo que sería después, en la primera mitad del año 1963, la delegación regional de la Unión de Periodistas de Cuba.
“Sí, recuerdo que en junio de 1963, estuve en Holguín junto a Gallo, Pedro Peña Reyes y Juan Estrada en la reunión donde se constituyó el grupo de dirección de los periodistas en Oriente Norte, presidido por Mérido Gutiérrez. Poco después se creó la delegación de esta región y yo fui designado delegado en Puerto Padre, aval que me permitió asistir al II Congreso de la UPEC en 1966.
“En todos esos años colaboré sistemáticamente con el semanario local, primero con el nombre de El Trabajador, luego Mochas y Cañas (Mochas y Fusiles en campaña cuando la Operación Victoria de Girón en 1968) y después El Forjador y
Veintiséis, hasta el diario 26, además del cotidiano oriental Sierra Maestra”
¿Y cómo llegas a la Televisión?
“En 1968 fui seleccionado junto a Iraís González para participar en un curso emergente de camarógrafos de televisión en Santiago de Cuba, donde se gestaba la creación del canal oriental Tele Rebelde, que nació en 1969. Me convertí en fundador de esa histórica planta como reportero de la región Puerto Padre, inicialmente, luego para el Territorio Tunas y a partir de febrero de 1976 en la nueva provincia.
“Son muchas las experiencias vividas en la cobertura de infinidad de acontecimientos y de actos, especialmente en los que reporté de camarógrafo y periodista las visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro. Trabajar cerca de él, escuchar sus intercambios con los dirigentes, los obreros, los campesinos, el pueblo, fue muy reconfortante, me sentí orgulloso y honrado, por oportunidades como aquellas, vivas siempre en mi mente y en mi corazón”
Hay un momento de gran significación en tu vida laboral y fue el estímulo de realizar trabajos especiales en Hungría. ¿Qué recuerdas de aquel viaje?
“Bueno, lo primero es que me sorprendieron, porque yo no lo esperaba. El colega y amigo Antonio Moltó me llamó por teléfono un día de 1976 y me informó que había sido seleccionado camarógrafo de un equipo que participaría en uno de los viajes de intercambio de las televisiones de Cuba y Hungría. ¡Imagínate, me puse muy contento!
“Durante 27 días recorrí aquel bello país, por entonces integrante del Campo Socialista de Europa, junto al periodista Gelasio Vidal, de Villa Clara. Hicimos una buena cantidad de trabajos especiales sobre la tierra de los magyares, de sus encantos naturales, la economía, las majestuosas construcciones medievales, su famoso río Danubio, su hermosa capital, Budapest y de un pueblo que, a todas luces, vivía feliz”
El trabajo que realizabas aquí en Las Tunas estaba limitado por el uso de aquellos antiguos equipos de cuerda, realidad que te obligaba muchas veces a echarle mano a la cámara fotográfica; además de la odisea de enviar las películas a revelar en Santiago de Cuba y Holguín. ¿En qué momento mejoraron las condiciones?
“Sí, aquellas cámaras tenían muchas limitaciones, las cuerdas se partían y llegó el momento que solo daba para tomar dos o tres planos cortos; pero después tuvimos el video-tape y en 1983 se creó la Corresponsalía de la TV en Las Tunas, por lo que mejoraron mucho las condiciones, pese a que debía editarse en Tele Cristal. No obstante, en 1994 cuando cumplí los 60 años de edad, decidí jubilarme, por lo que no tuve la satisfacción de fundar en activo el canal Tunas Visión, surgido en 1999”
Militante del Partido Comunista de Cuba desde 1978, José Lobón Palau se mantiene de colaborador en la medida de sus posibilidades y activo en su delegación de la UPEC en Radio Libertad, de Puerto Padre. Es un verdadero ejemplo de entrega a la noble profesión del periodismo y fuente de inspiración para las nuevas generaciones de profesionales, tanto de la radio y la televisión, como de la prensa escrita.
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