viernes, octubre 24, 2008

Caso Los CINCO
Tirar piedras al árbol que da frutos

+Antonio, René, Gerardo, Fernando y Ramón nunca serán espías. No lo han podido demostrar ninguno de los jueces que los condenan, como tampoco es espionaje defender la soberanía de los pueblos ni la integridad física y moral de las personas.
+Aún así, con tantas evidencias de fraude y manipulación judicial, el gobierno de los Estados Unidos le impide a sus familiares un contacto abierto y directo de visitas, al que tienen derecho los presos en cualquier lugar del mundo
+Nunca será un caso cerrado mientras la injusticia desplome la utilidad de la verdad, el respeto a las leyes internacionales, la autodeterminación de los pueblos y el soberano sacrificio de los hombres por defender la paz y la libertad de sus naciones.

Por Graciela Guerrero Garay

En este mes de octubre, hace apenas una semana, el programa Mesa Redonda, del Canal Cubavisión, valoraba con Ricardo Alarcón, Presidente del Parlamento Cubano, el caso de Los CINCO.
Una vez más quedaba al descubierto la manipulación absurda y deshonesta de los principios del legajo internacional, la politización del caso y el sucio manejo que se le da a los derechos humanos, justamente en el país que se levanta y autorotula su legítimo defensor y respetuoso a ultranza.
No pueden desbaratar la verdad ni las esencias del reclamo de miles de personas que se han sumado, cada día con más fuerza, convicción y solidaridad a la voz alta de Cuba para exigir claridad, justicia y correcta aplicación de las leyes jurídicas en el caso de Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino y Fernando González, condenados por espías y encarcelados desde 1998 en prisiones de Estados Unidos.
No hay ni una razón, ni lógica ni judicial, para quebrar de manera transparente los argumentos que pone sobre la mesa de la abogacía el Gobierno Cubano. Empero, los gobernantes del imperio más brutal e incoherente de la tierra se mantienen ahí, sin prestigio, socavando las bases de la ética de sus propios representantes, lacerando la imagen y el respeto de sus abogados y ofendiendo a jueces, personalidades, organizaciones, instituciones y cuantos gremios e individualidades en el mundo entero se enfrentan a sus desmanes y piden la excarcelación de los CINCO.
Denigra tal actitud, es convulsa y repugnante. Es hasta ridículo hilvanar palabras para calificar tal actitud del poder corruptivo de la Casa Blanca, cuando se sabe a fondo que la única razón importante para estos personajes de Washington, es mantener el diferendo político contra la Isla, presionarla y extremar el más insignificante acto que le lastime o involucre su estima nacional.
La inocencia de estos CINCO cubanos está probada. El rabioso ensañamiento del imperio también. En el globo terráqueo no debe quedar un solo ser humano que desconozca cuantos muertos y cuantas familias ha mutilado Estados Unidos con sus guerras en el Medio Oriente, con su apoyo armamentista a grupos reaccionarios y presidentes títeres en América Latina. Cada minuto de todos los días las noticias lo denuncian.
¿Cuándo tendrán pudor y honor para clasificarse tal cual son? ¿Se estarán creyendo el cuento de que el mundo está lleno de idiotas? Si Gerardo, Antonio, René, Fernando y Ramón –reconocidos antiterroristas y dignos patriotas- son prisioneros porque USA los tildó de espías, habrá que pedirles a los grandes magistrados de la lengua que anexen a los compendios idiomáticos una nueva palabra –debe ser grande y bien fea- que tipifique la categoría belicista y antihumana de cada uno de los integrantes de esta comedia judicial.
Le están tirando piedras al árbol que da frutos. Les importa un pito que las madres de estos cubanos cada noche llenen de lágrimas las almohadas, que las esposas vivan en constante soledad, que los hijos lleven trabadas en lo profundo de la glotis la sagrada voz Papá …
Nada les conmueve a los señores imperiales de la Casa Blanca. Bueno, ni su pueblo, ¿están enterados de la crisis financiera que sacude al imperio?, ¿y de la solución?...después de inflar el globo le ha dado por despedir masivamente a los trabajadores. Esto así, con todas sus consecuencias, es socializar el terrorismo.
Los CINCO lo único que hicieron fue luchar por evitar que murieran compatriotas inocentes, tanto de la Isla como de los propios Estados Unidos. Ahora para salvar sus monopolios financieros están llevando a la muerte por hambre o las cárceles por robo, a la corta o a la larga, a millones de sus ciudadanos. ¿Merecen las condenas que mandaron a poner en el lado equivocado? ¿Sí o no? Ni con cien cadenas perpetuas pagan el daño que le han hecho a esta humanidad los yanquis. Tenemos que exigir justicia
(Tomado de la edición digital del periódico 26, Las Tunas, Cuba)

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