Foto: István Ojeda Bello, 26 digital
Las Tunas, Cuba.- Otra increíble derrota del equipo de aquí que cayó en 10 entradas 9 X 4 ante Isla de la Juventud, determina su eliminación de la pelea por un puesto para la postemporada en la zona oriental de la edición 50 de la Serie Nacional de Béisbol, en la cual los líderes se consolidaron en la cima correspondiente.
El equipo de esta provincia que aún tenía una remota posibilidad, volvió a tirar el juego por la borda, cuando ganaba 3 X 1 en la última oportunidad de los pineros. Con hombre en primera y dos outs, el relevista Rigoberto Cabrera permitió jit del emergente Eduardo Rives, doblete de Juan Carlos Lescaille y otro sencillo de Daniel Gálvez, este último por el campo corto, responsable de la igualada.
Julio Velazco, de relevo, logró sacar el tercer out, pero los locales no pudieron aprovechar su condición para decidir y hubo que acudirse a la regla de desempate, por vez primera en el estadio Julio Antonio Mella.
Velazco no pudo soportar la presión y con los hombres situados en primera y segunda bases, regaló boleto a Michel Enriquez para llenar las almohadillas. Comenzó la pesadilla, explotó Velazco y llegó Félix Núñez, pero la ofensiva visitante unida a un costoso error del camarero Michel Brito dieron seis carreras definitorias al conjunto visitante.
Con muy poco por hacer, los leñadores lograron una carrera en el final del décimo para ceder por segunda ocasión en cinco partidos decididos por la controvertida regla de la Federación Internacional de Béisbol, primero en la condición de locales.
Lo cierto es que al fallar Rigoberto Cabrera, quien ha tenido una excelente temporada, echó por tierra la gran labor realizada en este juego por el abridor Ubisney Bermúdez, quien solo permitió tres imparables y una carrera en 7,1 de innings.
Por supuesto, que el gran problema de improductividad del bateo tunero se puso de manifiesto, al dejar ocho corredores en circulación. En el octavo episodio, cuando los locales ganaban 3 X 1, tuvieron las bases llenas con un solo out y no apareció la conexión necesaria, suficiente para que unos minutos después se cumpliera el axioma del béisbol que asegura: las carreras que usted no hace, se las hacen a usted.
Mientras Las Tunas continuaba con su incapacidad para ganar, Santiago de Cuba hacía lo mismo, para caer ante Cienfuegos 6 X 5, lo que aprovechó Villa Clara, que se apuntaló en el cuarto lugar oriental, cuando sacó del refrigerador en el principio del octavo un partido que perdía 4 X 2, ante Pinar del Río, al fabricar racimo decisivo de seis carreras y se llevó el triunfo 8 X 4.
Ciego de Ávila mantuvo su paso impresionante para vencer a La Habana 8 X 4, con lo cual sostuvo la ventaja de una raya sobre Guantánamo, vencedor de Sancti Spíritus 11 X 6 y de cuatro en relación con Granma, pese a que este venció sensacionalmente a Industriales 9 X 8, gracias a jonronazo de tres carreras, conectado por Carlos Barrabí a la hora de recoger los bates.
De esta manera, Sancti Spíritus mantuvo su ventaja de 5,5 rayas sobre los maltrechos leones azules de Industriales que, después de siete derrotas al hilo, parecen condenados irremediablemente a sacar la corona de su vitrina y ponerla a disposición de un nuevo monarca de la pelota cubana.
En los otros dos encuentros de este martes, Metropolitanos sigue mejorando su resultado de la campaña anterior y venció a Camagüey por nocao de 16 X 5, en siete entradas, mientras que Matanzas superó a Holguín 10 X 2.
Con solo 20 partidos por celebrar, 19 en los casos de Industriales y Villa Clara que se habían enfrentado en el partido inaugural de esta Serie de Oro, me atrevo a dar como clasificados a Cienfuegos, el mejor equipo de la temporada, y a Ciego de Ávila, en tanto que Guantánamo debe asegurarse en esta propia semana.
Y digo más, en los enfrentamientos previstos para comenzar el venidero martes, considero que Pinar del Río, La Habana y Sancti Spíritus, por occidente; Granma y Villa Clara por el oriente, completarán la nómina que animará la siempre atractiva postemporada.
El equipo de esta provincia que aún tenía una remota posibilidad, volvió a tirar el juego por la borda, cuando ganaba 3 X 1 en la última oportunidad de los pineros. Con hombre en primera y dos outs, el relevista Rigoberto Cabrera permitió jit del emergente Eduardo Rives, doblete de Juan Carlos Lescaille y otro sencillo de Daniel Gálvez, este último por el campo corto, responsable de la igualada.
Julio Velazco, de relevo, logró sacar el tercer out, pero los locales no pudieron aprovechar su condición para decidir y hubo que acudirse a la regla de desempate, por vez primera en el estadio Julio Antonio Mella.
Velazco no pudo soportar la presión y con los hombres situados en primera y segunda bases, regaló boleto a Michel Enriquez para llenar las almohadillas. Comenzó la pesadilla, explotó Velazco y llegó Félix Núñez, pero la ofensiva visitante unida a un costoso error del camarero Michel Brito dieron seis carreras definitorias al conjunto visitante.
Con muy poco por hacer, los leñadores lograron una carrera en el final del décimo para ceder por segunda ocasión en cinco partidos decididos por la controvertida regla de la Federación Internacional de Béisbol, primero en la condición de locales.
Lo cierto es que al fallar Rigoberto Cabrera, quien ha tenido una excelente temporada, echó por tierra la gran labor realizada en este juego por el abridor Ubisney Bermúdez, quien solo permitió tres imparables y una carrera en 7,1 de innings.
Por supuesto, que el gran problema de improductividad del bateo tunero se puso de manifiesto, al dejar ocho corredores en circulación. En el octavo episodio, cuando los locales ganaban 3 X 1, tuvieron las bases llenas con un solo out y no apareció la conexión necesaria, suficiente para que unos minutos después se cumpliera el axioma del béisbol que asegura: las carreras que usted no hace, se las hacen a usted.
Mientras Las Tunas continuaba con su incapacidad para ganar, Santiago de Cuba hacía lo mismo, para caer ante Cienfuegos 6 X 5, lo que aprovechó Villa Clara, que se apuntaló en el cuarto lugar oriental, cuando sacó del refrigerador en el principio del octavo un partido que perdía 4 X 2, ante Pinar del Río, al fabricar racimo decisivo de seis carreras y se llevó el triunfo 8 X 4.
Ciego de Ávila mantuvo su paso impresionante para vencer a La Habana 8 X 4, con lo cual sostuvo la ventaja de una raya sobre Guantánamo, vencedor de Sancti Spíritus 11 X 6 y de cuatro en relación con Granma, pese a que este venció sensacionalmente a Industriales 9 X 8, gracias a jonronazo de tres carreras, conectado por Carlos Barrabí a la hora de recoger los bates.
De esta manera, Sancti Spíritus mantuvo su ventaja de 5,5 rayas sobre los maltrechos leones azules de Industriales que, después de siete derrotas al hilo, parecen condenados irremediablemente a sacar la corona de su vitrina y ponerla a disposición de un nuevo monarca de la pelota cubana.
En los otros dos encuentros de este martes, Metropolitanos sigue mejorando su resultado de la campaña anterior y venció a Camagüey por nocao de 16 X 5, en siete entradas, mientras que Matanzas superó a Holguín 10 X 2.
Con solo 20 partidos por celebrar, 19 en los casos de Industriales y Villa Clara que se habían enfrentado en el partido inaugural de esta Serie de Oro, me atrevo a dar como clasificados a Cienfuegos, el mejor equipo de la temporada, y a Ciego de Ávila, en tanto que Guantánamo debe asegurarse en esta propia semana.
Y digo más, en los enfrentamientos previstos para comenzar el venidero martes, considero que Pinar del Río, La Habana y Sancti Spíritus, por occidente; Granma y Villa Clara por el oriente, completarán la nómina que animará la siempre atractiva postemporada.
Etiquetas: Serie 50 de béisbol, Las Tunas, Cuba, evento, deporte, pelota
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