viernes, agosto 15, 2008

Beijing-2008
Mantuvo Cuba su invicto en voleibol (F)
Las Tunas, Cuba (15 de agosto).- Las Nuevas Morenas del Caribe mantuvieron hoy su invicto en el torneo femenino de voleibol de los Juegos Olímpicos de Beijing, al batir en tres sets a la escuadra de Japón, durante la séptima jornada de competencias, en las que los atletas de esta Isla de la Libertad volvieron a obtener importantes resultados.
Pese a no mostrar la excelencia de los anteriores encuentros, las discípulas de Antonio Perdomo y Eugenio George dominaron a las otrora llamadas Niñas Magas del Oriente, como para ratificar la superioridad de la Escuela Cubana de Voleibol.
Después de protagonizar un apabullante primer tiempo concluido en fácil pizarra de 25-17, las muchachas de Cuba cometieron un error que no le es ajeno, cuando se acomodaron al nivel de juego de sus rivales, algo que determinó una cierta paridad en las acciones sobre la cancha.
Errores no forzados como fallas reiteradas en el servicio y el recibo, provocaron que las japonesas alcanzaran cierto grado de efectividad y que cerraran los marcadores en los dos últimos parciales.
En el segundo período, las morenas debieron venir de abajo para evitar que se igualara el choque y con un final superior en todos los sentidos, fundamentalmente en el ataque y el juego sobre la net, ganaron 25-22.
El set definitorio volvió a reflejar una sexteta japonesa que, bien guiada por la acomodadora y capitana Takeshita, es capaz de aguarle la fiesta al más connotado rival si este baja la guardia, por lo que llegó a tener ventaja de 21-20. Fue entonces que la superioridad criolla impuso su ley con reiteradas acciones positivas que fijaron un lapidario 25-22.
Las estelares Yumilka Ruiz y Rosir Calderón se repartieron el ataque por la zona cuatro; Yanelis Santos y Daimí Ramírez marcaron territorio por la dos; en tanto que Nancy Carrillo y Rachel Sánchez martillaban la línea delantera japonesa sobre pases bajos por el centro.
El paso general de las chicas de Perdomo puede aquilatarse en el hecho de que, en cuatro partidos lograron 12 parciales a favor y solo tres en contra, para un saldo de más nueve, el cual las pone en condiciones de imponerse en un final cerrado, que obligue a decidir por set-average.

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