Una visita que me honra
Esta noche de miércoles, cuando miraba ranquilamente la televisión, en espera del Noticiero Nacional para conocer las últimas informaciones de Cuba y el Mundo, recibí una grata visita: Una comisión conjunta del Partido Comunista de Cuba y la Unión de Periodistas (UPEC), encabezada por el Jefe del Departamento Ideológico en la provincia, compañero Fidel Gordo; llegó para felicitarme por mi condición de fundador del periódico 26, que cumple el sábado, el aniversario 30 de su fundación como el primer diario en la historia de este territorio, balcón del oriente cubano.
Sinceramente, me sentí muy honrado con esta visita, en la que conversamos brevemente sobre estas tres décadas de quehacer de nuestro querido periódico, bastión en la lucha ideológica frente al imperialismo yanqui en esta parte del indómito Oriente, cuyo colectivo se mantiene y mantendrá al lado de la Revolución, el Partido Comunista y su eterno Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
El acto central por esta efeméride, se efectuará hoy en los salones de la Plaza de la Revolución Vicente García González y en el mismo, nuestro colectivo reafirmará su fidelidad al puebl,o que construye la sociedad más justa y equitativa de este Planeta.
En lo personal, agradezco a este colectivo que me haya opermitido formar parte del destacamento de primera línea en la batalla de ideas y el honor de representarlo en eventos deportivos de carácter mundial, continental y regional y en el cumplimiento de la misión internacionalista en la hermana República Popular de Angola, allá en la lejana y tan cercana África de nuestros ancestros, de aquella cultura que nos permite afirmar que en esta Isla Mayor de Las Antillas, quien no tiene de congo tiene de karabalí.
Jamás olvidaré esta deferencia, de la noche del miércoles 23 de julio de. 2008, a unas horas del aniversario 55 del asalto a los vuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, el punto de partida de la última etapa liberadora de los más de 100 años de lucha de nuestro pueblo por alcanzar su libertad e independencia absolutas.
Gracias por el inmerecido honor. Siempre seré un soldado al servicio de mi pueblo, mi partido y mi Revolución.
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